Era lo esperado y ya se ha formalizado. El juez de Barcelona que mantenía abierta una causa desde hace dos años (sin casi avances) por el espionaje con Pegasus al expresidente del Parlament y conseller de Empresa, Roger Torrent, y al líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, ha archivado la investigación. Los dirigentes republicanos han recurrido la decisión del juez ante las “evidencias de espionaje político masivo” al independentismo.
Según han informado fuentes jurídicas, se trata de un sobreseimiento provisional de la causa, que solo se reabrirá si Israel contesta a la información requerida por el juez sobre el espionaje hace ya año y medio y que sigue sin respuesta. Las posibilidades de que finalmente se obtenga la contestación israelí son bajas.
Los dirigentes republicanos no han obtenido una respuesta judicial sobre el origen de su espionaje. Tampoco se han aclarado judicialmente sus sospechas sobre si fue el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) u otro organismo estatal quien compró el 'software' espía al grupo israelí NSO, pese a que el propio centro reconoció en el Congreso que Maragall fue uno de los espiados.
La defensa de los republicanos, que ejerce el penalista Andreu Van den Eynde, ya ha recurrido el archivo del caso. En un escrito, Van den Eynde advierte al instructor que su decisión puede suponer un “no retorno” en la causa y le insta a imprimir “agilidad” en la investigación.
Torrent y Maragall fueron los primeros en interponer querellas por el espionaje con Pegasus. Lo hicieron en verano de 2020, tras conocer la infección de sus terminales mediante el 'software' malicioso gracias a una investigación internacional. Ocurrió casi dos años después que el laboratorio canadiense Citizen Lab desvelara un espionaje a por lo menos 65 dirigentes independentistas, entre ellos el president, Pere Aragonès.
Ya a las primeras de cambio la Fiscalía y el juez instructor, José Antonio Cruz de Pablo, frenaron el intento de Torrent y Maragall de enfocar el caso hacia el CNI. El juez rechazó la imputación del exjefe de los servicios de espionaje, el general Félix Sanz Roldán, y acordó únicamente requerir auxilio judicial a Israel para solicitar información a NSO.
Pero la investigación apenas ha avanzado debido al silencio de Israel, que no ha contestado desde hace más de año y medio a la petición de auxilio del juez de Barcelona para que NSO Group aportara la “información, datos o registros” que conservase respecto los móviles de Torrent y Maragall.
Además, el juez tardó año y medio en pedir los móviles de Torrent y Maragall. El pasado lunes 2 de mayo, el instructor acordó practicar la diligencia solicitada por la Fiscalía el 15 de octubre de 2020 y requirió a Torrent y Maragall que aportaran sus teléfonos móviles “para la práctica, en su caso, del informe pericial correspondiente”, una prueba que no llegó a completarse porque los terminales eran los corporativos del Parlament y Torrent y Maragall ya los habían devuelto.
Van den Eynde recuerda que el archivo de una causa se produce al finalizar una instrucción o cuando los autores se fugan, pero no en “situaciones de paralización” por falta de respuesta a requerimientos de auxilio judicial internacional, como lo ocurrido en el caso Pegasus de Torrent y Maragall. Más allá de que Israel no haya contestado, Van den Eynde expone que la existencia de “muchas más evidencias de espionaje político masivo” reveladas por Citizen Lab impiden cerrar el caso.
Recuerda además el abogado de los republicanos la “conexidad procesal” entre el espionaje a Torrent y Maragall y el resto de infecciones con el programa Pegasus que ya han llevado a los juzgados miembros de otros partidos y entidades independentistas. A juicio de Van den Eynde, todo se debería investigar en una misma causa. El juez opina lo contrario y ha decidido dar carpetazo al asunto.