Cuatro lazos amarillos volverán este lunes a una sala de vistas. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) juzga al diputado de la CUP y secretario tercero de la Mesa del Parlament, Pau Juvillà, por desobedecer la orden de retirar los símbolos en favor de la libertad de los presos del procés en su etapa como concejal en el Ayuntamiento de Lleida.
El caso guarda semejanzas –aunque también alguna diferencia– con el juicio que acabó con la etapa de Quim Torra al frente de la presidencia de la Generalitat. La coincidencia más relevante es la que se produciría en caso de condena por el TSJC. Aunque Juvillà tenga derecho a recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo y su condena no sea firme, la Junta Electoral le privará del escaño si sigue la doctrina que aplicó al expresident.
El antecedente con el escaño del expresident es uno de los episodios más tormentosos de la pasada legislatura. Provocó la enésima bronca entre Junts y ERC, pero es una de las que todavía se recuerdan. Los posconvergentes responsabilizaron al entonces presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, de escudarse en los servicios jurídicos de la Cámara y de no dar una respuesta política a la retirada del escaño.
Ahora las tornas han cambiado y será la dirigente de Junts Laura Borràs, como presidenta del Parlament, la encargada de ejecutar una eventual retirada del escaño de Juvillà. Fuentes anticapitalistas aseguran que no han tratado el asunto con Borràs y descartan anticipar cualquier escenario ante la eventual retirada del escaño de Juvillà, además de recalcar que solo contemplan la absolución. En cualquier caso, abundan las mismas fuentes, se intentará una gestión de la crisis distinta al episodio de Torra.
El juicio del lunes se sustentará rápido. Además de la declaración de Juvillà, comparecerán como testigos los dos mossos d'esquadra que retiraron los lazos de la ventana, la concejal de Ciudadanos en Lleida que denunció los símbolos soberanistas ante la Junta Electoral y otro concejal de la CUP en La Paeria. Fuera del Palacio de Justicia de Barcelona los anticapitalistas han convocado para el lunes un acto político y musical, que se celebrará horas antes del decisivo debate de tramitación presupuestaria en el Parlament.
Horas antes de sentarse en el banquillo, la CUP celebra este domingo en Lleida un acto de apoyo a Juvillà que contará con intervenciones de Torra; el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; la diputada de ERC Meritxell Serret y los representantes anticapitalistas Eulàlia Reguant y Benet Salellas. Y esta semana políticos como el president de la Generalitat, Pere Aragonès, o el expresident Carles Puigdemont han firmado un manifiesto en el que se pide la “absolución” del diputado de la CUP.
La Fiscalía pide para Juvillà una multa de 1.440 euros y una inhabilitación de ocho meses para ocupar un cargo público por un delito de desobediencia. Argumenta el Ministerio Público que Juvillà incumplió por dos veces el requerimiento de la Junta Electoral de Lleida –a instancia de Ciudadanos– para sacar los cuatro lazos amarillos de la ventana de su despacho en el consistorio durante la precampaña electoral de las elecciones generales de abril de 2019. Finalmente el 13 de abril los Mossos d'Esquadra retiraron los cuatro lazos.
La defensa de Juvillà, que ejerce el letrado Carles López, alega que la retirada de lazos vulneró el derecho a la libertad ideológica y de expresión. Son dos aspectos que el TSJC ya descartó en su condena a Torra.
El argumento novedoso de defensa respecto al caso de Torra es que la CUP, alega López, no se presentaba a las elecciones generales de abril de 2019, por lo que la orden de retirada de lazos al grupo municipal “restringía su actividad política cotidiana y era ajena” a los comicios. Y a diferencia de la institución pública, agrega la defensa, un grupo municipal no está obligado a mantener la neutralidad política en periodo electoral sino que puede exhibir libremente los símbolos políticos que considere.