Junqueras endurece la posición contra Illa mientras preserva la alianza con Sánchez
ERC ha hecho de su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez una de sus principales líneas estratégicas desde la moción de censura a Mariano Rajoy. Pero, aunque la formación facilitó la llegada de Salvador Illa al Palau de la Generalitat, la colaboración que mantienen con Sánchez no tiene porque emularse en Catalunya con el PSC. Tras su reelección como líder, Junqueras ha dejado claro que no tiene ningún interés por negociar los presupuestos catalanes de 2025, al menos hasta que se cumpla con el pacto sobre la financiación singular, pero sí podría estar dispuesto a mirar las cuentas del Gobierno si eso evita un escenario de inestabilidad que acerque a la derecha a la Moncloa.
“Entendemos que el partido ha llegado a unos acuerdos muy importantes, fundamentales, como es el de financiación. Y no tiene sentido poner nuevos acuerdos por encima de estos, menos cuando la financiación singular debería cambiar radicalmente aquello sobre lo que negociamos, como son los presupuestos”, explica una fuente de la dirección republicana.
Ahora bien, esta misma voz reconoce que, aunque la presión a los socialistas para garantizar el cumplimiento de lo acordado es igual en Barcelona que en Madrid, las “consencuencias” podrían no ser las mismas. “Illa está empezando una legislatura y nosotros podemos condicionarle, en Madrid la situación es diferente y no somos los únicos que tenemos que decir”, afirma.
Pese al cambio parcial de caras, en la dirección republicana continúan comprometidos a evitar a toda costa que una alianza de PP y Vox pueda llegar al Gobierno de España. “No tenemos ninguna prisa porque la extrema derecha y la derecha extrema lleguen a la Moncloa, solo esperamos que el PSOE tampoco la tenga”, indican los republicanos, que además reconocen que hasta el momento el partido de Sánchez no les ha enviado ninguna señal de que quiera aprobar las cuentas.
Junqueras presiona a Illa con la financiación
La situación en Catalunya no es la de Madrid. Una de las primeras actuaciones de la nueva ejecutiva de Junqueras ha sido colocar a ERC como una formación que se sitúa en la oposición a Illa. Para ello, ha endurecido su posición hasta el punto de rechazar sentarse a negociar los presupuestos de la Generalitat de 2025. “ERC quiere dejar bien claro que su intención es no llegar a nuevos acuerdos hasta que se cumplan los acuerdos que ya existen”, proclamó Junqueras este fin de semana ante el Consell Nacional de su partido.
El reelegido líder republicano estableció que no habrá más acuerdos en Catalunya hasta que los socialistas demostraran su “voluntad” de cumplimiento, lo que debía reflejarse en dos ámbitos principales: la financiación autonómica, un pacto suscrito para la investidura de Illa, y el traspaso de Rodalies, pactado para la investidura de Sánchez. Las dos carpetas cuentan con el compromiso del ministerio de Hacienda y el de Transportes, pero ambos proyectos son de gran envergadura y los avances, por el momento, son poco vistosos.
En materia de financiación, Hacienda debe ejecutar la condonación del 20% de la deuda del FLA de la Generalitat, lo que supondría unos 15.000 millones de euros que las arcas catalanas no deberían devolver. Asimismo, el acuerdo entre ERC y PSC implica que la Agencia Tributaria Catalana se desarrolle para poder recaudar todo el IRPF en 2026.
En cuanto al traspaso de Rodalies, los acuerdos marcan que la empresa mixta entre la Generalitat y el Ministerio que debe sustituir a Renfe como operadora del servicio se constituya y comience a operar durante la actual legislatura, mientras que el traspaso económico debía cerrarse antes de acabar el año 2024. El president de la Generalitat, Salvador Illa, anunció la semana pasada avances en este tema durante el presente mes de enero. Según avanzó El Periódico, está previsto que la línea R1 sea la primera en traspasarse, cuando se firme un convenio entre administraciones.
“No hay ninguna voluntad de estridencia ni amenaza”, aseguró Junqueras, que sin embargo quiso subrayar que sería “imposible” negociar unos presupuestos del Govern sin que se culminen primero todos estos acuerdos pendientes de ejecución. El republicano además dejó claro que solo considerará cumplido el acuerdo de financiación cuando se materialice el nuevo modelo, algo que no llegará antes de abril de 2026.
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