La antigua mano derecha de Artur Mas, David Madí, será juzgado en Barcelona por fraude fiscal. La Audiencia de Barcelona ha anulado la decisión del juzgado penal de enviar la causa a la investigación que la Audiencia Nacional mantiene abierta sobre la relación entre la productora Triacom y el 3% de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
El pasado mes de julio todo estaba listo en Barcelona para que Madí se sentara en el banquillo junto al el dueño de Triacom, Oriol Carbó, y otro empresario, Juan Manuel Parra, quien confesó su participación en la trama del 3% audiovisual que la Audiencia Nacional investiga si sirvió para pagar la campaña electoral de Artur Mas en 2010.
Lo que se iba a juzgar (y finalmente se juzgará) en Barcelona es exclusivamente si las empresas de Parra y Madí falsificaron facturas a Triacom para que la productora de Carbó defraudara el IVA y el impuesto de sociedades del año 2011. La Fiscalía pide dos años de cárcel para Madí, y antes de empezar el juicio planteó que esta causa por fraude fiscal debía sumarse al caso del 3% de la Audiencia Nacional al ser hechos relacionados. La jueza lo aceptó, pero las defensas recurrieron y ahora la Audiencia de Barcelona les da la razón.
En un auto, adelantado por La Vanguardia y al que ha tenido acceso este diario, las magistradas de la sección 3ª de la Audiencia de Barcelona concluyen que no existe suficiente “conexidad” jurídica para unir el juicio por fraude fiscal y la investigación del 3% de CDC, si bien admiten una “evidente relación” entre ellas.
“No compartimos que sean los mismos hechos”, resuelve el auto, que aunque reconoce el “elemento común” de las presuntas facturas falsas en ambas causas, determina que deben juzgarse por separado la falsificación documental para defraudar a Hacienda y la que tendría como objetivo financiar de forma ilegal a Convergència. Todo ello pese a reconocer la posibilidad de que los casos terminen con sentencias “contradictorias”.
Es más, las magistradas resaltan que Madí no está formalmente imputado en la investigación de la Audiencia Nacional y que no se puede dilatar más su juicio en Barcelona ante la “evidente y clara dilación” que supone juzgar unas presuntas facturas falsas emitidas hace once años. “Debemos poner el norte en la agilización procesal”, apostillan las togadas.
Tal y como reveló elDiario.es, la investigación de la Audiencia Nacional ha desvelado que la productora Triacom pagó 420.000 euros a David Madí. Carbó costeó todos los gastos del despacho privado del exdirigente convergente, entre ellos mobiliario, teléfono, luz, cafés o bolígrafos. La defensa de Madí sostiene que todas las facturas que sus empresas emitieron a Triacom “responden a servicios realmente prestados y perfectamente acreditados”.