El Jovent Republicà, la organización de juventudes de ERC, avala la investidura de Salvador Illa. El máximo órgano de la entidad se ha decantado por el “sí crítico”, suficiente para que su representante en el Parlament, la diputada Mar Besses, vote favorablemente y dé al candidato socialista la mayoría absoluta que necesita para convertirse en president del Govern.
La decisión de las juventudes era el último fleco que le faltaba a Illa para acabar de atar los 68 votos suficientes para su investidura. Después de la votación de los militantes de ERC, había dudas sobre la posibilidad de que Jovent acabase optando por el 'no', lo que hubiera supuesto que la diputada que los representa en el Parlament bloquease la investidura.
Pero nada de eso ha pasado y el Consell Nacional de la formación ha acabado siguiendo los pasos de su organización hermana y decantándose por un voto favorable que, advierten, pueden retirar a lo largo de la legislatura si los acuerdos con el PSC no se cumplen.
La decisión de la organización juvenil llega después de que la semana pasada la militancia de ERC debatiese y aprobase en votación un acuerdo con el PSC para apoyar la investidura de Salvador Illa. El pacto incluía una nueva fórmula de financiación para Catalunya, a través de un despliegue paulatino de la agencia tributaria catalana que acabaría con la recaudación del 100% de los impuestos por parte de la Generalitat. El documento cerrado entre las dos organizaciones contemplaba también mantener algunas de las políticas simbólicas de ERC en la última legislatura o una nueva consejería de política lingüística pensada para fomentar el catalán.
Jovent Republicà es una organización heredera de las históricas JERC, una organización juvenil que se diferencia de las juventudes de otros partidos en que estas no están integradas dentro de la estructura orgánica, sino que se constituyen como una entidad diferenciada. Los vínculos entre ellas las marca un protocolo de relaciones que da autonomía al Jovent para tomar sus propias decisiones, incluyendo decidir el posicionamiento de sus representantes. Ahora bien, ese mismo protocolo de relaciones marca que las juventudes han de seguir la “línea política” marcada por la organización madre.