La Audiencia de Barcelona ha juzgado este martes a un conductor de autobús de TMB por proferir insultos racistas y agredir a una pasajera musulmana en 2020. La mujer iba acompañada de sus tres hijos. El abono que tenían había caducado durante el confinamiento, cosa que produjo una discusión con el conductor que, según el testimonio de la mujer, empezó a decir que los musulmanes habían venido a vivir “gratis” al país.
Al cabo de unas paradas, la familia bajó del vehículo. Según el conductor, por iniciativa propia y, según las víctimas, a causa de la insistencia del trabajador. Entonces, el conductor asegura que la mujer le hizo un gesto haciéndole entender que le cortaría el cuello, cosa que la víctima niega.
Tras abandonar el vehículo, el chófer asegura que bajó del bus para tomar una fotografía por la supuesta amenaza, según él, sin tocar a ningún miembro de la familia. Pero la mujer refiere que el hombre se puso violento, la insultó gritándole “zorra, puta, vete a tu país”, forcejeó con ella y le intentó quitar el velo. Así mismo, habría agredido a sus hijos.
En el autobús, el conductor contó con el apoyo de diversos pasajeros, pero una vez fuera, algunos transeúntes quisieron proteger a la mujer y, en vista de eso, el chófer volvió al vehículo, tal como han explicado algunos testimonios que han dado valor a la versión de la víctima.
La acusación particular pide 1 año y 9 meses de cárcel por los hechos, mientras que la Fiscalía, por un delito contra la integridad moral y tres de lesiones leves, pide 10 meses de prisión, 3 años y 10 meses de inhabilitación, 4 años de prohibición de aproximación o comunicación con las víctimas y más de 9.000 euros entre multas e indemnizaciones.