Limpiar habitaciones de hotel y apartamentos es uno de los trabajos más duros del sector turístico. Las camareras de piso tienen que enfrentarse a diario a 20, 30 o incluso más dependencias. Algunas de ellas, en estado deplorable, como denunciaron recientemente en Benidorm. “Estás obligada a hacer habitaciones en 15 minutos y en ese tiempo ni siquiera da tiempo a quitar la basura. Esto hace que muchas compañeras acaben haciendo horas extra gratis”, se lamenta Miriam, camarera de piso en Barcelona.
Para acabar con esta situación de precariedad, las Kellys, uno de los sindicatos que aglutina a estas trabajadoras, ha decidido poner en marcha un portal de reservas ético. Al estilo de Booking o Tripadvisor, pero exclusivamente para aquellos hoteles y alojamientos que cumplan con unas mínimas condiciones laborales. La idea, que venían madurando desde hace años, la lanzaron hace apenas un mes. Y a través de la plataforma de micromecenazgo Goteo han logrado ya los 60.000 euros con los que creen que pueden empezar a preparar el proyecto.
“Nuestra idea es lanzar un mensaje claro a hoteleros y empresarios. O dejan de explotarnos, o se acabó su negocio”, argumenta Miriam, que es una de las portavoces del colectivo. El portal, que recibirá el nombre de 'Central de Reservas de las Kellys', supondrá también uno de los hitos de un movimiento laboral que nació hace apenas cinco años y que ha llevado la voz de estas empleadas a parlamentos autonómicos, Congreso y hasta a la Comisión Europea. Su intención es que la web de reservas esté en marcha en 2022 para Barcelona y que, a partir de ahí, se pueda expandir.
En España se calcula que hay unas 100.000 camareras de piso, casi todas mujeres, una cifra que puede aumentar en temporada de verano y disminuir cuando baja el turismo. Además de las precarias condiciones laborales, su gran preocupación es la dureza física del trabajo, que les acaba pasando factura. Un 70% se automedica, según un estudio de CCOO, bien para soportar el dolor o para contener el estrés.
El portal establecerá unos requisitos en materia laboral para aceptar a hoteles y apartamentos turísticos, que podrán participar de forma voluntaria en la iniciativa. Entre las condiciones que impondrán las Kellys, que tienen que concretar todavía como lo supervisarán, están el respeto al convenio colectivo del Sector de la Hostelería y el Turismo –que varía en función de provincias y comunidades–, el fomento de las contrataciones indefinidas, el cumplimiento de las leyes de prevención de riesgos laborales o la igual retribución entre hombres y mujeres. El Gremio de Hoteleros de Barcelona por ahora no se ha pronunciado.
Pero si hay un requisito que las Kellys destacan por encima de cualquier otro, y que es quizás el más controvertido, es el de la externalización de la limpieza. Los hoteles que quieran ser considerados éticos no podrán tener subcontratadas a las camareras de piso, una práctica muy habitual en el sector desde que así lo permitió la reforma laboral en 2012. “Una trabajadora que limpia una parte esencial del hotel, es una tarea estructural, no puede estar externalizada”, argumenta Miriam, que atribuye a este modelo de empresas multiservicio el hecho de que muchas limpiadoras tengan hoy peores salarios y contratos más inestables.
'Fair Hotels', otra iniciativa de CCOO y UGT
La 'Central de Reservas de las Kellys' no es la primera iniciativa en España para aglutinar en un mismo portal aquellas empresas que tratan bien a sus trabajadores. Hace unos años, los sindicatos CCOO y UGT, junto a la Universidad de Málaga, empezaron un proyecto parecido denominado 'Fair Hotels', que es de hecho el nombre que recibe este movimiento por todo el mundo. El portal, que se puede consultar de forma pública, se iba a lanzar hace más de un año. Incluso cuentan con el aval del Ministerio de Turismo. Pero la pandemia y su impacto en este sector lo paralizaron todo.
Para relanzar el proyecto, los sindicatos están pendientes de que el Gobierno abra un concurso público para contratar a un auditor que se encargue de comprobar que los hoteles cumplen los requisitos laborales, que también tienen que ver con el convenio colectivo, la brecha salarial o la salud laboral. “La idea es dar a las cadenas un sello de calidad laboral que les aporte una proyección pública, un valor añadido” para todos aquellos que tienen interés en que no se explote a los trabajadores, explica Gonzalo Fuertes, responsable sectorial de Turismo de CCOO.
Una de las diferencias entre este portal y el de las Kellys es que los sindicatos no contemplan como requisito la no externalización de los servicios. Consideran que si la ley lo permite, no pueden reclamarlo, como sí hacen con el cumplimiento del convenio. Aunque no se opone al portal de las Kellys, sí advierte que plantear demasiadas exigencias puede acabar provocando que nadie lo vaya a cumplir y que esto haga fracasar el proyecto.