Londres, París, Milán y Roma han defendido este domingo la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona (ZBE) después de que la Justicia anulara la ordenanza en la capital catalana y han advertido de que las restricciones de circulación de automóviles “salvan vidas”.
Las ciudades europeas lideradas por Sadiq Khan (Londres), Anne Hidalgo (París), Giuseppe Sala (Milán) y Roberto Gualtieri (Roma) han promovido una carta abierta en la que defienden que “priorizar el derecho a la salud es el nuevo sentido común que comparten las grandes ciudades europeas y la comunidad científica”.
En el escrito, recuerdan que alrededor de 300 ciudades europeas han creado ya una Zona de Bajas Emisiones “porque la evidencia científica demuestra que es una medida que salva vidas” y han destacado que es una de las herramientas más útiles para reducir los altos niveles de contaminación.
“Por este motivo, frente a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que anula la ZBE de Barcelona, las ciudades queremos mostrar que estamos unidas y convencidas de que es necesario y urgente implementar políticas contra la contaminación”, han expresado.
En ese sentido, han criticado que la resolución va en contra de las directivas de la Unión Europea y de la OMS, del consenso científico y, “sobre todo, del sentido común internacional que entiende la importancia de proteger la salud pública”. “En medio de una emergencia climática y sanitaria, los jueces no pueden obligar a los gobiernos a retroceder”, han añadido.
La teniente de la alcalde de Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha agradecido el apoyo de estas ciudades y su compromiso de seguir trabajando con Barcelona: “Somos las ciudades internacionales que estamos abriendo camino ante una emergencia que afecta la salud de nuestros vecinos”.
“Esta carta expresa el convencimiento y apoyo mutuo con el que trabajamos conjuntamente, y conseguimos defender el derecho a la salud por encima de todo”, ha destacado en declaraciones a los periodistas.
En una sentencia publicada este lunes, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) anuló la medida más ambiciosa del consistorio de Ada Colau para reducir los niveles de contaminación con críticas contra el Ayuntamiento por provocar “un efecto negativo en las personas de menor capacidad adquisitiva”, que no pueden cambiarse el coche por uno con distintivo ambiental.
La ZBE barcelonesa afectaba hasta ahora a la capital catalana y a cuatro ciudades colindantes en un total de 95 kilómetros cuadrados y prohíbe a los vehículos más contaminantes –los que no tienen etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT)– circular en días laborables, de 7.00 a 20.00h.