Primera movilización del soberanismo contra el juicio que ha arrancado este martes contra los líderes del procés. Miles de personas han salido a la calle en Barcelona y otras ciudades catalanas indignadas por ver sentados en el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo a buena parte del anterior Govern, entre ellos el vicepresidente Oriol Junqueras, y a los líderes sociales Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
En la capital catalana, una multitud se ha congregado en Plaça de Catalunya desde las 19 h, convocada por las principales entidades y partidos soberanistas bajo el lema “autodeterminación no es delito”. Se trata de la primera de varias manifestaciones que el independentismo tiene previstas durante este proceso, y que les llevará de nuevo a Barcelona el próximo sábado y a Madrid, el 16 de marzo.
“Hoy, por primera vez en meses, hemos podido ver de nuevo a 9 personas que han sido privadas de libertad, encarceladas, por lo que creemos que nadie debería ser juzgado nunca: el ejercicio de la autodeterminación, la organización de un referénum”, han expresado la docena de personas encargadas de leer el manifiesto, encabezadas por el expolítico y periodista David Fernández, la escritora Estel Solé, el periodista Martí Anglada y la historiadora Anna Sallés.
Uno de los momentos del acto en que más se ha aplaudido ha sido cuando los convocantes han llamado a la huelga general el próximo 21 de febrero, aprovechando la convocatoria registrada por el sindicato Intersindical CSC. “Os llamamos a participar en los comités de huelga de vuestros barrios y pueblos para que podamos parar el país”, han proclamado, a lo que los congregados han respondido al grito de “huelga general”.
Los organizadores, entre los que estaban las entidades ANC y Òmnium, han incidido en que el acto de protesta de este lunes congrega no solo a independentistas, sino a aquellos que no lo son pero que están en contra de los encarcelamientos preventivos, que ven “irregularidades” en el juicio y que defienden el derecho de autodeterminación para Catalunya. Es por este motivo que, además de políticos independentistas, como la consellera de Presidencia Elsa Artadi (JxCat), el vicepresident del Govern Pere Aragonès (ERC) y la diputada de la CUP Maria Sirvent, había encima del escenario el teniente de alcalde de Barcelona y dirigente de los 'comuns', Gerardo Pisarello.
“Lo hacemos para tomar la palabra en defensa de la democracia, en defensa de los derechos fundamentales, civiles y políticos, pero también en defensa de los derechos sociales, que creemos que están en peligro”, recogía el documento leído frente a los miles de concentrados. “El hecho de que se quiera juzgar, en condiciones de grave vulneración de derechos, a los responsables políticos del 1-O quiere decir que se quiere juzgar el ejercicio de la democracia”, proseguía el manifiesto.
La protesta ha llenado toda la plaza Catalunya de esteladas y pancartas de “libertad presos políticos”, uno de los lemas más coreados de la tarde. También ha habido cánticos de “independencia”, “es Puigdemont nuestro president” y “no es un juicio, es una farsa”.