Manresa, en la provincia de Barcelona, y Reus, en la de Tarragona, son ahora mismo las ciudades catalanas que sufren una mayor incidencia del coronavirus. La primera, con una incidencia acumulada de 724 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas; la segunda, con 717. Ambas se sitúan entre las 25 grandes ciudades españolas con mayor impacto de la epidemia.
Los malos datos ya se hacen notar en ambas ciudades y en el Hospital Sant Joan de Déu de Manresa se ha superado en esta tercera ola la cifra de ingresados de la segunda. En estos momentos, según han explicado sus responsables a TV3, hay 118 personas ingresadas por COVID-19, más que las 91 que alcanzaron en el pico de la segunda ola, aunque lejos de los 385 de la primera.
Más allá de estas dos ciudades, los casos siguen en aumento en Catalunya. En las últimas 24 horas, se han notificado 4.780 positivos por PCR o tests de antígenos. Los ingresados en el hospital han superado por primera vez la barrera de los 2.500, mientras que los que están en la UCI son 493, que ocupan más de la mitad de camas. Por otra parte, se ha informado de 11 nuevas muertes y el total es de 17.725.
Este 13 de enero se cumple una semana desde que se aplicaron más restricciones en Catalunya posteriores a las fiestas de Navidad, pero los datos no reflejan ninguna mejora. El Govern deberá revisarlo a finales de esta semana. Por ahora, Catalunya mantiene un confinamiento perimetral de todos los municipios, el cierre de comercios en fin de semana y importantes restricciones horarias y de aforo en los bares.
“La situación es muy preocupante y hemos tomado medidas muy restrictivas para mantener la curva de la pandemia”, ha defendido este miércoles en sede parlamentaria la consellera de Presidencia, Meritxell Budó.