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Un millar de personas protestan en Barcelona por el desalojo de un centro ocupado y contra los desahucios

Arturo Puente

31 de octubre de 2020 19:32 h

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Segundo día de protestas en el centro de Barcelona coincidiendo con el primer fin de semana de confinamiento perimetral de la ciudad. Este sábado en torno a mil personas se han dado cita en la plaza de la Catedral para protestar contra el desalojo de la Casa Buenos Aires, un centro social ocupado que fue vaciado el pasado miércoles por los Mossos d'Esquadra, a los que se han unido varios colectivos organizados por el derecho a la vivienda para quejarse de los numerosos desahucios que se han producido en las últimas semanas, el último de ellos ocurrido en Ciutat Meridiana y que acabó con la vuelta de la familia inquilina a la casa.

Los convocantes de la marcha se habían dado cita a las 18 horas con un cartel en el que aseguraban que desde el pasado 17 de septiembre en Barcelona se han producido “más de 800 desahucios”, y subrayando que los lanzamientos tanto de familias como de su propio centro social no han parado pese al toque de queda declarado desde el pasado domingo. El dispositivo de seguridad de los Mossos era contundente en las inmediaciones del lugar elegido y los agentes han registrado uno por uno a las personas que trataban de acceder a la plaza.

Los manifestantes han salido pocos minutos antes de las 19 horas desde la plaza y se han enfilado por la Vía Laietana, para luego girar hacia la plaza Sant Jaume, sede tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento. Encabezados por una pancarta en la que podía leerse “no son desahucios, es una guerra contra los pobres”, la marcha ha llegado hasta la plaza Sant Miquel, en los aledaños del consistorio.

Después de que este viernes una convocatoria contra las restricciones acabara con violentos enfrentamientos contra la policía y el mobiliario urbano y se registraran imágenes de saqueos en varios comercios, este sábado los Mossos han preparado un despliegue mucho mayor. Fuentes de la policía catalana han reconocido que no previeron el “nivel de violencia” que se acabó registrando el viernes, cuando fueron detenidas 14 personas y donde los Mossos d'Esquadra creen que la extrema derecha y grupos ultras se infiltraron en lo que inicialmente era una protesta de hosteleros y profesionales de diversos sectores perjudicados por la pandemia.

Este sábado la protesta ha sido más calmada que la noche anterior, aunque al final de la manifestación un grupo de personas ha roto cristales de la fachada lateral y posterior del Ayuntamiento, utilizando el material de una obra cercana. También en las paredes del consistorio han aparecido pintadas a favor de las ocupaciones. Paralelamente, los mismos grupos han encendido una hoguera con unas maderas sacadas de la misma obra. Agentes antidisturbios de los Mossos han acabado accediendo a la plaza Sant Miquel, donde se producían los incidentes, y han dispersado a las últimas personas que quedaban.