El Mobile World Congress (MWC) dejará este año a su paso por Barcelona alrededor de 471 millones de euros, según los cálculos de la organización. Pese a la grandilocuencia de la cifra, nunca se ha desglosado su reparto entre sectores. El mayor evento tecnológico del mundo dispara la ocupación y los precios en los hoteles y, a la vez, congrega a una legión de 13.000 trabajadores temporales, entre empleos directos o indirectos. Entre ellos, se cuentan chóferes que hacen jornadas extenuantes y azafatas que pueden pasarse 12 horas sobre tacones de 5 cm.
Paula López, azafata en las últimas cinco ediciones del Mobile, relata que las empresas subcontratadas por los expositores para atender a los 108.000 congresistas suelen pagar “mucho mejor” durante este evento que en la mayoría de congresos que se celebran en la ciudad. Tras su experiencia, lo que más le preocupa son las condiciones en las que desempeña el trabajo. “Hace unos años, la empresa Fairevents nos tenía trabajando durante 12 horas con solo veinte minutos para comer, y eso teniendo en cuenta que íbamos sobre tacones todo el rato”, relata.
“En el stand de Samsung, por ejemplo, no nos dejaban ir al baño más que en dos momentos de jornadas larguísimas”, añade López. Tras sus experiencias, esta azafata no coge ahora ningún empleo durante el Mobile si no es por más de 10 euros la hora. Y sí hay empresas que lo pagan, aunque en plataformas de anuncios en este sector, como Yobalia, se pueden encontrar ofertas que bajan hasta los 8 euros brutos la hora. La mayoría piden un nivel alto de inglés y amplia disponibilidad.
Una de esas ofertas, de la ETT Grupo Norte, publicó una oferta en la que buscaba promotores que se ocuparan del stand de una “importante empresa tecnológica” en el aeropuerto del Prat. Pedían que los candidatos hablaran, además del inglés, al menos coreano o árabe. El sueldo, 6,66 euros brutos por hora. Contactada por eldiario.es, la empresa ha especificado que la oferta quedó finalmente vacante precisamente porque no se encontraron perfiles que dominaran esos idiomas.
Más del 70% de los puestos de trabajo que se crean durante la convención tienen que ver con los servicios a los congresistas, según los cálculos de CCOO. Ahí entran sobre todo restauradores, empleados de hotel, camareros, chóferes, informáticos, personal de seguridad... “No son trabajos muy bien remunerados, pero tampoco se puede decir que estén fuera de sus convenios”, sostiene Ramón González, secretario de la federación de Servicios de este sindicato.
Con todo, más allá de las ocupaciones que tienen que ver con el desarrollo del congreso, desde que llegó el Mobile a la ciudad, se han creado 11.000 puestos de trabajo en el sector tecnológico, según datos del consistorio. De estos, la mitad serían indefinidos y remunerados por encima de la media, aunque el Ayuntamiento tiene pendiente llevar a cabo un estudio sobre el impacto económico real a largo plazo de ser la capital mundial del móvil.
Alerta por las jornadas largas
Lo que mantiene en alerta a los sindicatos es, sobre todo, las largas jornadas a las que se puede someter a los trabajadores con la excusa de que el Mobile son literalmente cuatro días. “Es habitual que en eventos de este tipo se tienda a extender las jornadas y a hacerlas muy intensivas”, analiza González, que se refiere sobre todo a sectores como el de la hosteleria en Barcelona, que vive un pico de trabajo estos días, y que ya suele ser propenso a forzar los horarios de cocineros y camareros.
Pasa algo parecido con los chóferes, a los que algunas empresas quieren tener disponibles casi las 24 horas para llevar por la ciudad a los congresistas. “Yo estoy trabajando estos días una media de 18 horas”, confiesa Adán. Este joven ingeniero acaba de fundar una startup tecnológica y aprovecha para sacarse un dinero durante el congreso. “No me va mal arrimarme a esta gente”, explica. En su caso, le han contratado directamente desde una gran compañía telefónica y se sacará más de 800 euros por los cuatro días de congreso.
“El domingo nos encontramos con la pitada al rey y fue bastante caótico; la gente que llevaba estuvo a punto de bajar e ir andando por el colapso que se había generado”, explica Adán, que vio a sus clientes más preocupados por llegar a una cena a tiempo que no por el contenido político de la protesta.
Azafatas ante la discriminación
No hay cifras sobre el porcentaje de azafatas mujeres, pero lo que sí se sabe es que el número de ejecutivas y congresistas que participan en el Mobile no llega al 25%. La imagen más habitual en la Feria Gran Via suele ser la de un alud de hombres en traje, móvil en mano, yendo de un lado para otro.
Esta diferencia de género tiene también sus consecuencias sobre trabajadoras tan expuestas al contacto con el público como las azafatas. “No hay ni un solo día en el que no haya salido del Mobile con la tarjeta de al menos uno o dos congresistas con su número de teléfono y hotel apuntados”, lamenta López. “Estamos especialmente alerta y vigilantes para que no se sexualice el cuerpo de la mujer en eventos como estos”, comenta González.
Pocos días antes de que empezara el Mobile afloró otra polémica relacionada con la discriminación de las mujeres. Tras la publicación en Betevé de que había empresas que seleccionaban a las mujeres azafatas en función de su altura, el PSC llevó una pregunta al Parlament pidiendo explicaciones. Los trabajadores del sector, sin embargo, reconocen que esta es una práctica muy habitual en congresos y eventos.
De hecho, este criterio aparece en algunas ofertas publicadas en la red. Como la que publicó Agencia Image el pasado 26 de enero, en la que pedía candidatos con excelente imagen y 1.72 centímetros de estatura mínima. El puesto estaba remunerado con 391 euros para los cuatro días de congreso y la jornada previa. En el sector de los eventos, las azafatas llamadas de imagen suelen cobrar más al asociarse su persona a la marca y deben cumplir a menudo con criterios de carácter físico, como el de la estatura.
La semana de oro de los hoteles
Para hacerse una idea del volumen de negocio que genera el Mobile en el sector hotelero de Barcelona, no basta solo con decir que esta semana todos están al 100% de ocupación. Es mucho más ilustrativo recordar que, de las 36.000 habitaciones que hay en Barcelona, la organización bloqueó el año pasado hasta 26.300 para reservarlas a congresistas.
La mayoría de hoteles de Barcelona tienen el Mobile marcado en rojo en sus calendarios y algunos le dedican todas sus camas. La alta demanda durante estas fechas les permite subir precios o, al menos, aplicar tarifas de temporada alta, según reconocen fuentes del Gremio de Hoteleros de Barcelona.
Por lo que respecta a los pisos turísticos, las tarifas pueden dispararse un 260% respecto a meses de temporada alta, según datos de la empresa de gestión de alquileres Hostmaker. A modo de ejemplo, detallan que si en agosto el coste por habitación es de 172 euros de media, durante el Mobile sube hasta los 448 euros, un pico del que se benefician plataformas como Airbnb o HomeAway.