Hace ya dos años y medio que Ester Quintana perdió un ojo la noche de la huelga general del 14-N de 2012 y esta semana finalmente la abogada de los Mossos acusados admitió que la lesión de Quintana fue producida por una arma policial. Luego añadió, en defensa del policía, que hay que determinar si se trataba de una bala de goma, como defiende Quintana, o de un proyectil de foam. Así lo explica Laia Serra, abogada de la víctima, presente el miércoles en la vista del recurso de apelación que ha presentado. Apunta, además, que “el abogado de la Generalitat estaba en la sala y no lo desmintió”.
En un largo proceso mediático y judicial la consejería de Interior ha dado varias versiones de los hechos, muchas de ellas desmentidas por imágenes del lugar donde Quintana sufrió el impacto. El consejero Felip Puig negó en un primer momento que se hubiera disparado en el lugar de los hechos. Días más tarde, ante la evidencia de las imágenes, tuvo que admitir que se habían disparado proyectiles. Hasta ahora, sin embargo, ninguna instancia policial había admitido que la herida de Quintana fuera provocada por la policía, aunque el informe forense declaraba que la produjo una bala de goma.
“Nosotros seguiremos por la vía penal, pero esto abriría la puerta a una reclamación patrimonial administrativa”, apunta Serra en relación al hecho que la abogada haya admitido la autoría policial. La acusación se dirige contra un mando y uno de los escopeteros de la furgoneta Dragó 40 de la Brigada Móvil, que admitieron disparar salvas en el lugar de los hechos pero no balas de goma.