La histórica luchadora antifranquista Maria Salvo falleció el lunes en Barcelona a la edad de 100 años. Militante del PSUC y expresidenta de la Associació Catalana de Pressos Polítics del Franquismo (ACEPF), Salvo luchó en la guerra civil, escapó al exilio, estuvo en un campo de concentración francés y fue devuelta a España, donde pasaría 16 años en distintas cárceles de Barcelona, Zaragoza, Madrid y Segovia.
Hija de un carpintero y una ama de casa, nacida en Sabadell pero vecina del barrio de Les Corts (Barcelona), Salvo fue una de las primeras militantes de las Joventuts Socialistes Unificades (JSU), donde ejerció de secretaria de propaganda del comité de Barcelona en 1938. A los 19 años se exilió y fue internada en los campos de concentración franceses para ser entregada a la Guardia Civil poco después, en noviembre de 1939.
Salvo fue detenida de nuevo en 1941 y empezaría su periplo carcelario, en el que sufrió todo tipo de torturas. “Salvo pagó un precio muy alto por su compromiso. Los 16 años que estuvo encarcelada, las torturas que soportó, las consecuencias que tuvo que sufrir, han marcado su vida”, ha señalado la ACEPF en un comunicado, donde ha destacado su papel a la hora de trasladar a la juventud actual lo que fue la represión franquista.
Salvo entró en la cárcel con 21 años y salió cuando ya tenía 37. Tras ser puesta en libertad en 1957, regresó a Barcelona, donde militó en la clandestinidad en el PSUC y compartió su vida con otro militante antifranquista, el guerrillero Domènech Serra. Militante también del movimiento feminista, Salvo participó también en la asociación Les Dones del 36, que reivindicó el sufrimiento de las mujeres durante la Guerra Civil y la posguerra así como el recuerdo de la cárcel de Les Corts, donde ella estuvo presa y por la que pasaron muchas mujeres víctimas de la represión fascista. En 2015 recibió la Creu de Sant Jordi por parte de la Generalitat de Catalunya.
A pesar de su avanzada edad, Salvo nunca se desvinculó de su rol de activista y en las últimas elecciones municipales, celebradas en mayo de 2019, ocupó de manera simbólica el puesto 41 en la lista de la candidatura de la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La propia Colau se despidió ayer noche a través de Twitter de Salvo con un mensaje en el que aseguraba que fue “la mujer libre, fuerte, lúcida y generosa” que todas querrían ser.