El magistrado de Barcelona que investigaba el referéndum del 1-O, Juan Antonio Ramírez Sunyer, ha fallecido a los 71 años. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, el juez ha muerto en la madrugada de este domingo tras una larga enfermedad que había empeorado en las últimas semanas.
Ramírez Sunyer era titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, el encargado de la causa que se sigue por delitos de malversación, prevaricación, desobediencia y revelación de secretos en los preparativos del 1-O. Ahora otro juez tendrá que encargarse de la instrucción de la causa, que acumula 41 imputados, entre altos cargos, empresarios y asesores y funcionarios de la Generalitat.
El juez empezó a investigar el referéndum en febrero de 2017, a raíz de las denuncias que interpusieron Vox y el abogado Miguel Durán contra el exsenador de ERC Santi Vidal por afirmar que el Govern había robado los datos fiscales de los catalanes y que tenía “camuflada” una partida de 400 millones de euros para organizar la consulta.
A partir de esta denuncia, Ramírez Sunyer ha instruido una macrocausa, que acumula ya casi 20.000 folios en 45 tomos, y que ha servido para alimentar la causa por rebelión contra los exlíderes del Govern en el Tribunal Supremo. Los principales indicios contra los exconsellers se recogen en los informes de la Guardia Civil y las pesquisas que fueron remitidas al Supremo por parte del Ramírez Sunyer. Otra de las patas de la supuesta rebelión contra los 'Jordis' fue la protesta del 20 de septiembre contra la operación que ordenó Ramírez Sunyer para desactivar el referéndum y que supuso una cuarentena de registros y doce detenciones.
Mientras en el Supremo todo está listo para celebrarse el juicio, la instrucción de Ramírez Sunyer, que acumula decenas de recursos y quejas de los abogados por vulneración del derecho a la defensa, continúa abierta. La Guardia Civil sigue mandando informes al juzgado, los últimos centrados en el ahora vicepresident del Govern, Pere Aragonès.
Hace sólo cuatro días el Consejo General del Poder Judicial había autorizado a Ramírez Sunyer a dedicarse en exclusiva a la instrucción de la causa del 1-O. Según fuentes judiciales, el juez de refuerzo que le asignó el CGPJ será el encargado del juzgado hasta que otro magistrado asuma, después de que salga a concurso, la plaza de Ramírez Sunyer.
Discreto y opuesto a los denominados jueces mediáticos, Ramírez Sunyer se había convertido en uno de los representantes de la judicatura más criticados por el independentismo, pese a que en abril de 2016, recibió una de las condecoraciones que los Mossos d'Esquadra conceden con motivo del Dia de les Esquadres y que suelen distinguir a jueces y fiscales que hayan destacado por alguna operación policial relevante.
Ramírez Sunyer se enroló en la carrera judicial cuanto tenía 44, tras aprobar las oposiciones, y fue juez en Terrassa, Sant Boi y Badalona (Barcelona) hasta recalar en 2013 en el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona. Antes había sido ingeniero. Por otras de sus resoluciones, Ramírez Sunyer ha estado en el punto de mira de los grupos antisistema y los movimientos sociales, especialmente cuando en mayo de 2014 dictó prisión provisional para un “casteller” detenido por los incidentes de Can Vies que, meses después, acabó siendo absuelto.
También en octubre de 2005, el juez envió a prisión a dos jóvenes acusados de haber atacado con cócteles molotov una comisaría del barrio barcelonés de Sants y que, como en el caso del “casteller” de Can Vies, acabaron siendo absueltos, pese a lo cual provocó protestas entre sectores antisistema. De hecho, un grupo anarquista autodenominado “Las Brigadas de la Cólera” reivindicó en 2006 el envió de una carta bomba dirigida a Ramírez Sunyer, que fue desactivada por los Mossos d'Esquadra en la oficina de Correos.
Condolencias de Fiscalía y TSJC
La Fiscalía General del Estado, la Superior de Catalunya, el TSJC y asociaciones judiciales han emitido comunicados de condolencia por el fallecimiento de Ramírez Sunyer. “Su extraordinaria capacidad de trabajo, defensa de la legalidad y el orden constitucional ”onstituyen un legado para todos los que trabajamos en la Justicia“, ha indicado la Fiscalía General.
El fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres, ha destacado que Ramírez Sunyer “fue un ejemplo de compromiso y dedicación en el ejercicio de la función judicial en la que se desenvolvió siempre con la mayor consideración y respeto”, y ha enviado el pésame, y el de todos los fiscales, a su familia. También el TSJC, en nombre de los magistrados y magistradas de Catalunya, ha trasladado su pésame a la familia y amigos del juez.
La sección territorial catalana de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) ha destacado que Ramírez Sunyer debe ser “un ejemplo de profesionalidad y de voluntad de servicio público, de independencia y de rigor, un magistrado que antepuso el ejercicio de la judicatura a muchas otras cosas, incluso a su propia salud”. “Expresamos nuestra total convicción de que por fin se encontrará descansando en el lugar que merece, junto a Dios”, han añadido.