En una Conferencia leída en el COMB (Colegio de Médicos de Barcelona) el 21 de junio del año 2012 en la conmemoración del bicentenario del nacimiento del Dr. Antoni Pujadas y publicada en el núm. 20 de la Revista “Psicopatología y Salud Mental” de la Fundación Orienta, El Dr. Josep Fàbregas Povedahizo un breve recorrido histórico de la psiquiatría en el que afirmaba lo siguiente:
“A partir del 75, la transición democrática permite e impulsa con firmeza la aparición de movimientos cívicos de reforma social y de las Instituciones. Emerge en toda España una corriente de psiquiatras y profesionales de la salud mental que desean cambiar la situación e implantar, en el sí de la asistencia pública, las formes de actuación propias de las democraciaseuropeas que des de la Segunda Guerra Mundial, formularon y mejoraron la asistencia psiquiátrica con lo que la profesora Begoña Román denominará ”una nueva ética organizativa de las Instituciones de la salud mental“.
Estos cambios se sustentan en los principios de la psiquiatríacomunitaria, la psicoterapia institucional, el énfasis en la rehabilitación y reinserción a la comunidad, el respeto a los Derechos Humanos y la lucha contra el estigma. Implica así mismo una atención a la salud mental sectorizada, multidisciplinar, integral e integrada en el marco general de la sanidad pública que dé acceso a la población en general, a todas las innovaciones científicas y técnicas, psicofarmacológicas, biológicas y psicosociales de que la psiquiatría dispone. Daumezón, Oury, Gentis, Tosquelles, Bion, Maxwell Jones, Bierer, Bassaglia, Jervis, Caplan, l’exilat Ajuriaguerra, Castilla del Pino, González Duro, són algunos de los referentes de las nuevas ideas y estrategias asistenciales.
Es en este contexto que en Catalunya, al final de los 70 y principios de los 80, vuelven a aparecer los psiquiatras empresarios. Algunos equipos y profesionales de la salud mental, conocedores de experiencias alrededor de Europa, buscan desarrollar una nueva praxis abierta a la comunidad que trascienda el enclaustramiento asilar, el ambulatorio masificado o el internamiento en agudos en el Hospital General, sin continuidad terapéutica ni instrumentos de reinserción“.
Él era uno de estos psiquiatras empresarios que contribuyeron de forma notable en el cambio de paradigma psiquiátrico. En esas palabras recogidas en su conferencia está todo su ideario psicológico, psiquiátrico y político. Las releo en el momento en el que recibo la noticia de su muerte, el día 5 de octubre de este año, 5 días antes de celebrar el día mundial de la Salud Mental.
Todo este ideario se podría resumir bien con la frase de uno de los psiquiatras que más influencia ejercieron en su praxis, el Dr. François Tosquelles (psiquiatra catalán refugiado en Francia): nuestro objetivo, decía, consiste en crear un ambiente de relación y de responsabilidad entre los enfermos y el personal que favorezca su apertura al mundo exterior.
El Dr. Fábregas insistía mucho en hacer más simétrica – que no indiferenciada- la relación del enfermo con el personal sanitario. Creía que, con demasiada frecuencia, los profesionales de la salud mental utilizamos nuestro saber de forma defensiva. Es decir, para señalar muy bien el límite que separa el ellos (los enfermos) del nosotros (los profesionales). Él en cambio creía que este límite era muy poroso.
En el año 2012 cuando yo trabajaba en clínica Llúria – Comunidad Terapéutica- , que formaba parte de la red de recursos que aglutinaba el CPB (Centre de Psicoterapia de Barcelona), del cual era el director general, quiso que la Puerta que separaba la sala del equipo del resto de los espacios de la clínica fuera transparente. El equipo protestó muchísimo. Era el único lugar donde los pacientes no tenían acceso y queríamos poder entrar en él, descansar, fumar un cigarro (en aquel tiempo, aunque hoy parezca mentira, fumábamos en todas partes) sin ser interrumpidos o controlados por ellos. Imposible. Los profesionales estamos para ser vistos por los pacientes, dijo, y si es a todas horas, mejor. Valga estaanécdota para mostrar una parte importante de su carácter. Atendía con la misma pasión los aspectos macro – las relaciones políticas y el modelo de tratamiento- como los micro – la atención directa que proporcionabael equipo de profesionales, de los Servicios que él dirigía, a los enfermos-.
Ha muerto un referente de la psiquiatría moderna y los profesionales de la salud mental que creemos en esta forma de ejercer nuestra profesión nos podemos sentir un poco más huérfanos. Afortunadamente no del todo, porquesu legado queda y porque siguen habiendo persones con responsabilidad que comparten su ideario, su socio fundador del CPB por ejemplo, Joan Pi, o en el terreno infanto juvenil, Alfons Icart, director de la Fundación Orienta. Una fundación que este mes de noviembre que está a punto de entrar, celebra su cuarenta aniversario.
El día 10 de octubre se celebró el día mundial de la salud mental y muchos nos acordamos con afecto del Dr. Josep Fábregas Poveda.