Vivimos momentos políticos importantes para nuestro futuro colectivo y necesitamos encontrar espacios que nos ayuden a reflexionar desde la transversalidad de las calles y las plazas. Desde la pluralidad de los hombres y mujeres que conformamos nuestros pueblos y ciudades. Al latido de los dos motores que en los últimos años han movilizado como nunca grandes mayorías populares - la lucha por la autodeterminación y la república de y por el pueblo catalán, y la indignación por la caída del estado de derechos acelerada por la gestión de la estafa llamada crisis, surgida en todo el estado - el país vive cambios imparables que pasan por delante, y sobrepasan, la clásica dinámica partidista.
Vista la degradación del régimen del reino español, que mantiene secuestrada la democracia bajo una monarquía heredera directa del franquismo e incapaz de dar respuesta a las aspiraciones democráticas y a la necesidad de justicia social de la mayoría de la población (99%), el protagonismo político ya no se encuentra en manos de los partidos clásicos sino de los movimientos populares, que marcan el ritmo e irrumpen en las instituciones para hacer posible otro orden de prioridades y una gobernanza auténticamente compartida que supere el régimen del 78.
En el Principado catalán es la suma de estas dos aspiraciones populares lo que da fuerza masiva y carácter de auténtica revolución a los momentos que estamos viviendo. Articulados en varios espacios con el horizonte de un proceso constituyente hacia una república catalana, centenares de miles de personas se organizan, se movilizan y protagonizan la historia. Y es porque las ollas siempre empiezan a hervir por abajo, y porque es de abajo hacia arriba que se empujan los auténticos cambios, que en la vida local este latido se hace -y hace falta que se haga- escuchar con voz propia. Las candidaturas convocantes de las jornadas somos un ejemplo.
Desde nuestras ciudades necesitamos impulsar el proceso constituyente en Catalunya, y por eso necesitamos debatir y trabajar conjuntamente cómo queremos la futura República Catalana, donde las personas estén en el centro de la acción política, más allá de afiliaciones. Sumando espacios, sumando debates. Y con esta voz imprescindible desde los municipios. También desde el área Metropolitana de Barcelona, articulando espacios de máxima pluralidad. Porque la vida política a los municipios es la más cercana a las necesidades y a las respuestas, es la que vive en primera persona las consecuencias de la crisis del sistema económico, social y político hegemónico y es a la vez la que tiene menos soberanía para hacerle frente. Y porque el derecho a decidir, a decidirlo todo, pasa por el apoderamiento de todas las mujeres y hombres sin exclusión. Las del área Metropolitana también tienen que estar incluidas. Las personas que vivimos en esta zona del país queremos participar de este proceso y de esta decisión y, sobretodo, sentirnos protagonistas. Esta es una responsabilidad del municipalismo de Unidad Popular, imprescindible para construir la República Catalana de todo el mundo, barrio a barrio.
Las tres organizaciones que encabezamos los gobiernos de Badalona, Ripollet y Cerdanyola desde mayo del 2015 compartimos que, en el contexto actual, necesitamos abrir espacios que nos permitan reflexionar y proyectarnos más allá del día a día, empezando a dibujar un futuro que queremos mejor que este presente. La República de los derechos sociales que queremos construir se tiene que basar en las realidades locales, comarcales y territoriales. Nosotros, desde nuestra perspectiva, queremos empezar a aportar elementos para el debate colectivo y a tejer redes y alianzas como base de la construcción de la República de los derechos sociales.
Esta colaboración, entre candidaturas municipales como Guanyem Badalona en Comú, Decidim Ripollet y Compromís per Cerdanyola por la República y el Proceso Constituyente, tiene que fortalecer los espacios de trabajo conjuntos a nivel local que superen los corsés existentes en otros ámbitos. Somos candidaturas que hemos demostrado con éxito el poder de la confluencia con la máxima pluralidad, trabajando desde la base de forma colectiva por unos objetivos claros y de transformación.
Estas jornadas quieren ser un primer paso, son abiertas a todo el mundo pero hay que inscribirse, sábado 11 (Badalona) y domingo 12 (Ripollet), organizadas por Guanyem Badalona en Comú, Decidim Ripollet y Compromis per Cerdanyola ofreciendo un programa muy prometedor.
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