El resultado de En Comú Podem en las elecciones generales del 20D respalda las tesis en favor de transversalizar nuestra propuesta política articulando una alianza social y política por el cambio, puesto que el espacio rupturista en Catalunya es complejo y plural. Los barrios y pueblos de tradición trabajadora, donde el PSC había sido mayoritario, se sienten interpelados fuertemente por la propuesta de PODEM, pero al mismo tiempo las clases medias, de donde proceden gran parte de los activistas y militantes políticos de la izquierda, quedaron en buena medida capturados por el proceso soberanista hegemonizado por Convergència a través de Junts Pel Sí.
El bloqueo político y parlamentario a que nos abocó el planteamiento plebiscitario del 27S y sus resultados, así como la apuesta de la alcaldesa de Barcelona y un núcleo de activistas de su entorno de dar un paso adelante en las elecciones generales, permitió que PODEM-PODEMOS pudiera contribuir a articular una propuesta política transversal y ganadora en torno a ideas de justicia social, democracia real y derecho a decidir. La propuesta que defendimos a través de Catalunya Sí Que Es Pot: un referéndum para que el pueblo de Catalunya pueda resolver democráticamente la cuestión de su encaje en España, ha demostrado a la postre ser la única que da una salida política a la realidad social y política de Catalunya.
La propuesta representada por En Comú Podem consiguió ser vista, también por parte del independentismo de izquierdas crítico con el procesismo, como una opción con la que recomponer en torno al liderazgo de Ada Colau, para desbloquear y dar salida política al impasse redefiniendo la centralidad de la política catalana en torno a la idea del cambio y el referéndum. No obstante, el procesismo respondió in extremis forzando la retirada de Artur Mas e invistiendo a Puigdemont como Presidente de la Generalitat junto a un acuerdo de estabilidad parlamentaria con la CUP, ganando 18 meses- o alguno más- para “conducir Catalunya a las puertas de la independencia” y “ampliar la base del proceso”, a saber, el plazo mínimo necesario para refundar Convergència Democràtica para hacerla de nuevo partido hegemónico...
Es del todo razonable, por tanto, que la experiencia de este ciclo político-electoral cuaje en la construcción de un nuevo espacio político en Catalunya. El paso adelante de Ada Colau es una buena noticia en ese sentido y tendremos que construir ese espacio que conjugue la diversidad de acentos y la pluralidad de realidades de la ciudadanía que conforma el espacio de ruptura en Catalunya.
â¨PODEM, que es parte fundamental de ese espacio de ruptura, quiere ser un instrumento de empoderamiento de las clases populares que a su vez aspire a una política y a un proyecto propio para Catalunya. En este año se han dado todas las batallas electorales, construyendo experiencias de unidad popular cuando ha sido posible y consolidando una realidad político-organizativa en nuestros barrios y ciudades. Es desde este proyecto autónomo desde donde podrá aportar entusiasmo y energías en la construcción de un espacio político común con otros para ganar el cambio en Catalunya. Porque recordamos el 15M, la PAH, las huelgas generales, las mareas... y queremos ser garantía de que cambio, proceso constituyente o soberanía no vuelven a ser una palabras vacías y de que un ciclo de movilización ciudadana no se agote en un recambio de elites.
Óscar Guardingo es senador de En Comú Podem y Luis Juberías y Marc Llaó son miembros de Podem Catalunya
El resultado de En Comú Podem en las elecciones generales del 20D respalda las tesis en favor de transversalizar nuestra propuesta política articulando una alianza social y política por el cambio, puesto que el espacio rupturista en Catalunya es complejo y plural. Los barrios y pueblos de tradición trabajadora, donde el PSC había sido mayoritario, se sienten interpelados fuertemente por la propuesta de PODEM, pero al mismo tiempo las clases medias, de donde proceden gran parte de los activistas y militantes políticos de la izquierda, quedaron en buena medida capturados por el proceso soberanista hegemonizado por Convergència a través de Junts Pel Sí.
El bloqueo político y parlamentario a que nos abocó el planteamiento plebiscitario del 27S y sus resultados, así como la apuesta de la alcaldesa de Barcelona y un núcleo de activistas de su entorno de dar un paso adelante en las elecciones generales, permitió que PODEM-PODEMOS pudiera contribuir a articular una propuesta política transversal y ganadora en torno a ideas de justicia social, democracia real y derecho a decidir. La propuesta que defendimos a través de Catalunya Sí Que Es Pot: un referéndum para que el pueblo de Catalunya pueda resolver democráticamente la cuestión de su encaje en España, ha demostrado a la postre ser la única que da una salida política a la realidad social y política de Catalunya.