La Mesa del Parlament, con el voto a favor de todos los grupos salvo Ciudadanos, que se ha abstenido, ha aprobado este martes facultar a su presidente, Roger Torrent, para que como máximo responsable de la institución denuncie ante el juez el 'hackeo' de su teléfono móvil y el del también diputado de ERC Ernest Maragall mediante Pegasus, el programa espía del que solo pueden disponer gobiernos y que en teoría está pensado para combatir el terrorismo.
En su escrito, a la que ha tenido acceso elDiario.es, Torrent denuncia ante el juez el “espionaje premeditado” a su móvil y el de Maragall, una actuación que ha provocado que el Parlament “se haya visto directamente violentado como institución”.
A criterio de Torrent, el intento de espionaje de su teléfono móvil podría suponer un delito de intromisión ilegítima y otro de revelación de secretos. Ambos tipos penales castigan el acceso a información personal o la interceptación de llamadas, mensajes y telecomunicaciones sin su debida autorización judicial y están castigados con hasta seis años de prisión.
“El secreto de las comunicaciones tiene una relevancia especial en el ámbito político, y más en el caso de los diputados”, expone Torrent en la denuncia. El escrito argumenta que la “libre configuración” de la voluntad parlamentaria “podría haberse visto gravemente dañada” debido al 'hackeo' de los teléfonos móviles de los diputados.
El acceso a sus teléfonos móviles de forma legal, continúa Torrent, solo podría haberse vehiculado a través de una orden judicial del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) o el Tribunal Supremo, instancias ante las que están aforados los diputados, en una investigación de delitos de especial gravedad que ampararan la vulneración del secreto a las comunicaciones.
Sin embargo, “no consta” que ninguno de los dos tribunales esté llevando a cabo una investigación contra los diputados, indica la denuncia. Además Torrent descarta que pueda existir una causa abierta bajo secreto de sumario que amparase la interceptación de sus comunicaciones porque la misma “no podría extenderse durante dos años sin que ninguno de los afectos la conociera”.
Pegasus, recuerda la denuncia, es un programa espía que permite el control y monitorización “absoluta” del teléfono de la víctima y disponer de sus localizaciones, contraseñas, contenidos, fotografías, archivos, historial web y hasta activar la cámara y el micrófono para grabar de forma remota. “Cuando un teléfono está infiltrado con Pegasus –abunda el escrito– las personas que practican el espionaje pueden escuchar todas las llamadas, ver todas las imágenes y leer todos los mensajes, visualizar todo lo que se ve en pantalla y escuchar las conversaciones que se producen cerca del terminal”.
A la denuncia interpuesta este martes se sumará la querella, a título personal, anunciada por Torrent contra Félix Sanz Roldán, director del CNI en abril de 2019, cuando se produjo el 'hackeo'. Torrent también ha llevado el caso de espionaje de su teléfono móvil ante Naciones Unidas, el Consejo de Europa y Amnistía Internacional.
En este sentido, WhatsApp ha confirmado a Torrent que su teléfono móvil fue uno de los objetivos del ataque del 2019 aprovechando un error de vulnerabilidad. La directora de Política Pública de WhatsApp en Europa, Oriente Medio y Asia, Niamh Sweeney, envió el pasado sábado un mensaje a Torrent en el que confirmaba que fue objetivo de un “intento de acceso no autorizado” de datos y comunicaciones del dispositivo, pero añade que no se sabe si finalmente el móvil fue espiado.