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Uno de los CDR detenidos, ante el juez: “La hermana de Puigdemont me solicitó una línea de comunicación privada para que la Policía no la rastreara”

Ferran J., en su declaración ante el juez

Oriol Solé Altimira / Pedro Águeda / Elena Herrera

La declaración de casi una hora de Ferran Jolís ante el juez de la Audiencia Nacional salpicó a dos nombres de la primera línea de la política catalana, el president Quim Torra y su antecesor Carles Puigdemont, así como a una de las hermanas del expresident. “La hermana de Puigdemont me solicitó una línea de comunicación privada para que la Policía no los rastreara”, explicó Jolís.

La petición, según explicó Jolís, se hizo mediante una llamada de la hermana de Puigdemont, con quien se conoció en una 'cena amarilla' –cenas benéficas para recaudar fondos para los presos y los políticos independentistas en el extranjero– en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). “Ví una oportunidad de ingresar dinero en casa porque yo necesitaba comer”, dice Jolís, que remarca en todo momento que buscaba una contraprestación económica más que por causas ideológicas. “Puigdemont a mí no me daba de comer y me quitó medio sueldo cuando trabajaba en ambulancias”, llega a decir.

Esa línea de comunicación privada, según Jolís, se concretó en un correo “encriptado”. “A mí no me importaba hacer unos mails privados porque creo en la privacidad”, asevera. Una de las hermanas de Puigdemont negó haber participado en un encuentro con los CDR encarcelados para “entregar documentación sensible y establecer comunicaciones seguras” entre ambos, según expuso el juez en el auto por el que envió a prisión a Jolís y a los otros siete CDR encarcelados.

La intervención de las comunicaciones de Jolís con otro de los detenidos, Xavier Buigas, permite a los investigadores afirmar que el 15 de septiembre de 2018 el grupo “organizó, planificó y ejecutó en la más absoluta discreción” una reunión “in itinere” con la hermana del expresident con el objetivo detallado por el juez en su auto. Ese día fueron seguidos por los investigadores, aunque las precauciones que tomaron, con “numerosas maniobras de contravigilancia”, hicieron que les perdieran la pista. 

En su declaración ante el juez, Jolís, admitió que dos de los detenidos le tantearon para pedirle ayuda para asaltar y quedarse en el Parlament, pero que no llegó a colaborar en la acción. Según indicó, los planes “venían de arriba, de Presidència, de Torra y no sé de qué movimiento”. “Desde dentro les dejarían entrar y se quedarían ahí”, indicó. El plan del grupo de CDR, según Jolís, pasaba por quedarse dentro de la Cámara “y tener las comunicaciones aseguradas”, de ahí que le pidieran que “montara unas antenas en unos pisos que tenían que alquilar”.

En todo momento el detenido remarca que los planes sobre el Parlament no los decidía él, sino que los conocía por lo que le comentaban otros CDR detenidos, aunque no puede precisar de quiénes se trataba. Jolís llega a decir que “el encargo” era del “'CNI catalán' que se juntaba con el president Torra”, sin llegar a concretar la identidad de sus integrantes.

El juez García Castellón llega a tomar la palabra para reclamar al detenido más concreciones sobre el plan para asaltar la Cámara y la eventual aprobación de Torra. “Lo que me dijeron era que el president estaba de acuerdo en ocupar el Parlament de manera pacífica, que les dejarían entrar y se quedarían ahí”, afirma, aunque una vez más añade que no recuerda quién se lo contó.

“Parece un poco incompatible un asalto 'de forma pacífica'”, replica el magistrado. “Lo llamaban pacífica porque la entrada era pacífica y era permitida por el president Torra y la gente de ahí. Yo solo sé qué dijeron eso”, contesta Jolís que agrega que los planes pasaban por “aguantar mínimo una semana” para “quedarse dentro para que el president activara la independencia en el día 'D'”. En varios momentos Jolís remarca que a él solo le preguntaban por las conexiones wifi. “Otras cosas se las montaban entre ellos con otras personas”, apostilla. “Estoy arrepentido de todo esto”, dice Jolís al final de su declaración, tras la que fue enviado a prisión provisional.

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