Sánchez equipara al independentismo con la extrema derecha y pide el voto de la Catalunya “olvidada por Torra”
Pese a que las encuestas no lo confirmen, Pedro Sánchez y su equipo están convencidos de que tener una voz propia sobre Catalunya y exhibirla sin complejos puede funcionarles en las elecciones del 10N. Este miércoles el presidente del Gobierno en funciones ha elegido la localidad catalana de Viladecans para celebrar el último acto antes de que comience la campaña, donde se enfocado contra los independentistas, a quienes ha comparado con la extrema derecha por defender que “solo hay una Catalunya”.
Sánchez ha reivindicado su “templanza” como la fórmula más útil para superar el conflicto catalán, que ha vuelto a enmarcar en una “crisis de convivencia” entre catalanes. “Nosotros no vamos a perder la esperanza y vamos a hacer que se supere esta crisis de convivencia en Catalunya. Lo vamos a hacer por vosotros, por vuestros hijos y por los hijos de vuestros hijos”, ha prometido el presidente del Gobierno a las 1.500 personas que han llenado el pabellón Cubic de Viladecans.
La receta para Catalunya que ha presentado el líder del PSOE en el último acto antes de la campaña no se ha salido del marco que el Gobierno viene defendiendo. Sánchez ha empleado tono jocoso para recordar que no coge el teléfono a Torra y ha asegurado que debe hablar antes “con la Catalunya no independentista”, que ha descrito como “relegada y abandonada por las instituciones catalanas”. Refiriéndose al público presente en el acto político, nada más poner un pie en la tarima Sánchez ha exclamado: “Aquí está la Catalunya que no quiere sentirse extranjera en su propia tierra”.
El candidato del PSOE a la reelección ha pedido un gobierno “fuerte” para “poner en marcha un proyecto político de país compartido y de futuro”. Así, el presidente en funciones ha sacado pecho de su labor de Gobierno, comparando medidas como la exhumación de Franco, la mayoría de mujeres en el Consejo de Ministros o la legislación sobre derechos LGTBI con el país que era España antes de la democracia. “Tenemos que concentrar el voto”, ha reclamado Sánchez, asegurando que el PSOE es la “única opción” que puede garantizar el gobierno fuerte y progresista que no quieren ni las derechas ni los independentistas.
Al líder del PP, Pablo Casado, el presidente del Gobierno se ha referido con cuenta gotas. Pero sí ha cargado contra las derechas por no tener “un proyecto de país”. “Si el PP pierde un escaño en Catalunya, se queda sin ninguno”, ha ironizado. Sánchez ha cargado además contra el PP por la campaña de intoxicación para desmovilizar a la izquierda destapada este miércoles por eldiario.es. “Vaya vaya, señor Casado, primero la caja B y ahora campaña en B”, le ha reprochado.
Iceta, agradecido con Buch
El líder del PSC, Miquel Iceta, también ha enfocado su discurso contra el independentismo y el Govern de Quim Torra. “Catalunya está dividida y hay ideas diferentes”, ha dicho, “pero hay una diferencia, nosotros defendemos las ideas de los que no piensan como nosotros, pero ellos no lo hacen”. El primer secretario del PSC ha vinculado el movimiento independentista con la violencia y ha asegurado que no van a tolerar “ni la violencia ni el incivismo en las calles”. “Que no nos vengan con milongas”, ha advertido, “no es un derecho quemar contenedores, agredir a la policía o bloquear el aeropuerto”.
Iceta, sin embargo, ha hecho una diferencia entre el Govern y el conseller de Interior, Miquel Buch, a quien directamente ha agradecido su actuación durante las últimas jornadas. “Gracias conseller de Interior por estar a la altura de tu responsabilidad”, ha lanzado el líder de los socialistas catalanes, que también ha aplaudido a los Mossos, la Policía Nacional, la Guardia Civil y a la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera. A Torra en cambio le ha reclamado que se vaya y “deje a otro que asuma las responsabilidades que usted no quiere asumir”.
La presencia de Sánchez en Catalunya ha coincidido con la polémica sobre la posición del PSOE respecto al federalismo y la plurinacionalidad. Este martes este diario adelantó una última versión del programa electoral, en la que no había ninguna referencias a estos dos conceptos que Sánchez sí había defendido en la última campaña. Pero esta nueva posición, adoptada por el PSOE en su intento por seducir al electorado de Ciudadanos, disgustó al PSC y a su primer secretario, Miquel Iceta, que forzó una rectificación. Este miércoles finalmente el programa se ha presentado con escuetas referencias a su adhesión a la Declaración de Granada de 2013 y la de Barcelona de 2017, pero de nuevo dejando fuera la palabra federalismo.
El centro Cubic de Viladecans es un escenario que ocupa un lugar en la carrera política de Sánchez. Fue aquí donde cerró su campaña de primarias en mayo de 2019, en una de las pocas ciudades del Baix Llobregat donde el PSC le daba apoyo, después de que varios barones territoriales del bastión socialista se hubieran posicionado junto a Susana Díaz. Apoyado por el alcalde de la localidad, Carles Ruiz, que este miércoles también ha participado en el acto, Sánchez demostró en Viladecans que tenía a las bases catalanas de su parte.
Pero Viladecans no solo tiene un significado para Sánchez, sino para todo el PSC. La ciudad representa la remontada que el socialismo catalán ha conseguido respecto a los 'comuns' de Ada Colau, que consiguieron imponerse con claridad en las generales de 2015 y 2016, pero que en 2019 volvieron a ceder el liderazgo al PSC de Meritxell Batet y Miquel Iceta. El objetivo de los socialistas es no perder ni un voto del área metropolitana para intentar superar a ERC, y para eso necesitan aglutinar el voto de todo el constitucionalismo pero marcando a la vez perfil progresista para no perder electorado hacia los 'comuns'.