Cinco mossos niegan agresiones durante un desalojo de manifestantes de Can Vies: “Estábamos limpiando el portal”

Cruce de relatos entre las acusaciones y los cinco mossos que desde este miércoles se sientan en el banquillo por presuntamente agredir a tres manifestantes en un portal de la plaza de Sants de Barcelona. Los agentes, que afrontan penas de cárcel e inhabilitación, han negado cualquier porrazo fuera del protocolo hacia las ocho personas que se refugiaron en un portal tras una manifestación contra el desalojo de Can Vies, en especial la que provocó una herida en la cabeza a un joven. Su actuación, han defendido, fue reglamentaria y se limitó a echar a la calle a los manifestantes. Por contra, tres de los jóvenes que ejercen la acusación particular se han reafirmado en que fueron agredidos por los antidisturbios, de los que recibieron una “lluvia de golpes”.

Los hechos que desde este miércoles juzga la sección dos de la Audiencia de Barcelona quedaron parcialmente grabados en un vídeo que se ha aportado al juicio como prueba por parte de las acusaciones.

Lo sucedido antes de la entrada en el portal de los agentes ha sido el primer punto de controversia. El inspector L.M.Q ha sido el acusado encargado de explicar el relato completo de los hechos según la versión de los mossos: entre ocho y diez manifestantes ubicados en un “recodo” de la plaza de Sants les empezaron a lanzar “piedras” y después se escondieron en el portal, lo que provocó la intervención policial. “Procedemos a dispersalos y a disolver el problema”, ha añadido.

La disolución del “problema”, ha continuado el inspector, duró menos de medio minuto. “Mi obsesión era sacar a la gente del portal. La orden era genérica, dije 'todo el mundo fuera', 'todo el mundo fuera', 'salid', 'salid'”. Pese a que ha repetido varias veces que todo empezó con el lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes, el inspector ha reconocido que no identificaron a ninguno de los supuestos lanzadores ni levantaron acta del incidente.

El único porrazo que L.M.Q ha dicho recordar fue el que el agente J.G.P propinó en la pierna a uno de los jóvenes, que, según su versión, fue en respuesta a una patada del manifestante. Por lo tanto, ha añadido, está amparado por el protocolo antidisturbios. No vio cómo se produjo la brecha en la cabeza de uno de los jóvenes ni el resto de agresiones denunciadas.

El agente acusado de golpear en la cabeza a un joven, J.G.P., ha asegurado que le propinó un porrazo pero en las piernas, y que fue a consecuencia de dos patadas y puteñazos que le había propinado el joven. Ni la Fiscalía, ni las acusaciones ni la defensa han preguntado a los agredidos, que han comparecido como testigos, si antes habían atacado a los mossos. La abogada de la Generalitat, que defiende a los agentes, ha formulado sus preguntas a acusados y testigos en castellano pese a la obligación de hacerlo en catalán de forma preferente.

“Estábamos limpiando el portal. No golpeé en la cabeza a nadie, golpeé a una persona en las piernas y estaba de pie”, ha aseverado J.G.P., que era el responsable del grupo. Versión opuesta sostienen las acusaciones, que señalan a este antidisturbios y a un compañero suyo como los autores de “repetidos golpes” en brazos, piernas y las manos con las que se cubría la cabeza un manifestante.

Otros dos agentes acusados de golpear en la cabeza a otro jóven, D.M.L. y D.V.Y., han seguido la misma línea de defensa y han negado cualquier golpe en la cabeza, como afirman la Fiscalía y los agredidos. D.V.Y ha afirmado que en el portal “hubo muchos empujones” y que utilizó su porra contra la “pierna izquierda” de una persona, que no ha logrado identificar como ninguno de los denunciantes. D.M.L ha negado incluso que usara su porra.

“Lluvia de golpes”

La versión de los tres jóvenes denunciantes, que han declarado como testigos, ha sido opuesta a la de los agentes. Han relatado que la zona estaba tranquila en el momento en que los antidisturbios bajaron “ bruscamente” de la furgoneta, tras lo que se refugiaron en el portal. Allí, han explicado, recibieron una “lluvia de golpes” –los tres han emprado la misma expresión. La intervención policial les provocó varias lesiones, aturdimiento y la incapacidad psicológica de acudir a manifestantes durante varios meses.

La Fiscalía pide hasta siete años de cárcel para dos agentes y un año para los otros tres. Las acusaciones populares, que ejercen los letrados Anaïs Franquesa y Eduardo Cáliz, elevan las penas a ocho años para dos de los agentes; siete para otros dos y tres para el inspector. La Generalitat, que defiende a los mossos, solicita su libre absolución. El juicio seguirá este jueves con varios testigos y el próximo miércoles con los peritos, cuando quedará visto para sentencia.