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La Barcelona de Trias vs. la de Colau: Dos programas en ocho puntos

Conforme avanza la campaña electoral de las municipales en Barcelona la batalla se va polarizando entre dos modelos de ciudad que, según lo que defiende cada formación, parecen antagónicos. A un lado el modelo de Barcelona en Comú, liderado por Ada Colau, que pone el acento en las políticas sociales y las iniciativas de barrio. Al otro, el de CiU, encarnado el actual alcalde Xavier Trias, que apuesta por un modelo de postindustrial centrado en el turismo y los grandes eventos. Mucho se ha hablado de las propuesta de ambos y, algunas, han llegado a suscitar polémica, como la propuesta de BComú de impulsar una moneda complementaria municipal. Aquí va un resumen de los programas de cada uno en 10 áreas específicas.

1- Vivienda

CiU: El programa de Xavier Trias mantiene la línea que ha venido aplicando hasta ahora en materia de vivienda. Para dar respuesta a las necesidades de alquiler social del actual alcalde apuesta por la inversión del Ayuntamiento y no hace referencia a las posibilidades que da la ley para obtener recursos de los pisos vacíos y movilizarlos. Su programa cuenta con dedicar un 5% del presupuesto municipal a la construcción, compra y rehabilitación de vivienda social de alquiler. También se compromete a incrementar los recursos para hacer posible la permanencia en el hogar de las personas en riesgo de perder la vivienda.

Sobre los desahucios, insiste en las soluciones de alojamiento temporal para las personas o familias desahuciadas por motivos económicos. CiU se compromete a ampliar la oferta de equipamientos para esta acogida temporal. Trias propone desarrollar un programa de vivienda compartida para las personas que no pueden acceder a una vivienda y mejorar la aplicación de los protocolos para “conocer mejor y con más antelación la previsión” de los desahucios.

BComú: Barcelona en Comú plantea medidas en consonancia con las propuestas que la PAH, muchas de las cuales están presentes en la Ley Catalana del Derecho a la Vivienda aprobada por el Tripartit pero no se aplican. Proponen una política activa para localizar pisos vacíos e incentivar la cesión o el alquiler en caso de pequeños propietarios, con ayudas a la rehabilitación o seguros ante posibles impagos. En caso de que los pisos vacíos sean de bancos o fondos de inversión, lo que plantean es una sanción administrativa.

Más allá de la movilización de pisos vacíos, plantean también medidas para promover el alquiler social, por ejemplo intermediando con propietarios o reservando un 30% de las nuevas construcciones en la ciudad, y las cooperativas de vivienda, a través del acceso a crédito o facilitando los trámites administrativos. El parque de vivienda social que proponen ampliar debería servir para dar respuesta a los desahucios, que pretenden reducir con mediación.

2- Modelo turístico

CiU: La gran baza de Trias es la “Barcelona escaparate”, un punto de atracción turística mundial que, a la vez, resuste sostenible. El programa prevé la creación del Consejo Ciudad y Turismo, un espacio de encuentro entre vecindario y agentes económicos para debatir sobre el turismo, reforzar la inspección en los barrios más turísticos, y crear nuevos iconos con atractivo y un nuevo mapa para tratar de descentralizar la llegada de visitantes.

Además, Trias se compromete a desarrollar una política de “tolerancia 0” con las prácticas incívicas del turismo, aumentando el número de agentes cívicos, que en este momento son 25. También asegura que reordenará el tráfico de autobuses turísticos, una actividad que colapsa la ciudad en diversos puntos de alta concentración.

BComú: La propuesta de la candidatura de Colau respecto al turismo tiene tres ejes. El primero, sobre el uso de los alojamientos turísticos, contempla reforzar las inspecciones y el control de los mismos para que cumplan con la legalidad, y potenciar el uso de vivienda como residencia. El segundo eje es atajar los problemas que el turismo genera en los espacios públicos. Barcelona en Comú quiere reducir el número y la extensión de las terrazas y velar por un espacio público enfocado a “estar” y no a “pasar y consumir”.

El tercer eje se despliega barrio a barrio y contempla elaborar un Plan Especial Urbanístico de Regulación del Turismo, que reduzca de forma integral los impactos negativos del turismo y que cree un turismo alternativo, más de corte cultural y de conocimiento. Sobre el World Mobile Congress, otro de los asuntos que han creado controversia, el programa electoral de BComú propone, sin citarlo directamente, desarrollar un plan para vincular “los grandes acontecimientos relacionados con el cambio tecnológico” con la implementación de “una red de empresas locales que apuesten por el software libre y la soberanía tecnológica”.

3- Empleo

CiU: El programa de Trias tiene varios ámbitos diferentes que se pueden relacionar con la creación de empleo, desde el directamente industrial, al turístico y el comercial. No obstante, en la parte estrictamente relacionada con el empleo, reivindica la tarea realizada hasta ahora por Barcelona Activa y plantea nuevas iniciativas como doblar los recursos destinados a los Bonos Compromís en 50 millones de euros, “adicionales a los 22 millones de euros emitidos durante los años 2014 y 2015”.

Además propone destinar más recursos “a los tres colectivos que se han visto especialmente afectados por el contexto de crisis económica: los jóvenes, las personas en riesgo de exclusión social y los mayores de 40 años”. Con ello pretende consolidar los programas que en su opinión han tenido más éxito: Barcelona trabajo jóvenes, PISL, PROPER, Treball als barris y Barcelona Crea Ocupació. Además propone “mejorar las ratios de inserción”. “Realizaremos planes de formación específicos para todos los sectores / profesiones más directamente vinculados a los servicios de atención a los ciudadanos y visitantes, a fin de que transmitan una imagen de calidad de Barcelona”.

BComú: El plan de Barcelona en Comú pasa, sobre todo, por descentralizar el funcionamiento de Barcelona Activa para que pueda actuar con una visión más cercana a las necesidades de los barrios.

El reenfoque de Barcelona Activa tratará de centrar su actividad en cinco áreas: Rehabilitación energética y urbana, prevención y gestión sostenible de residuos, apoyo y refuerzo del tejido comercial de proximidad, atención y cuidado a las personas, especialmente a la infancia, gente mayor y personas con dependencia y, por último, fomento de la economía cooperativa y su actualización tecnológica.

En el ámbito del comercio, la candidatura que lidera Colau pretende que a final del mandato el 30% del dinero publico destinado al pequeño comercio sea gestionado desde los distritos. Esta reestructuración pretende reducir sus costes, enfocar para promocionar las empresas colectivas y no tanto el emprendimiento particular y dirigirla hacia el pequeño comercio.

4- Transparencia y corrupción

CiU: La gran apuesta de Trias en esta materia es crear un organismo llamado Govern Obert, unificando participación ciudadana, transparencia y Open Data. CiU se compromete a desplegar la Ley de Transparencia y a garantizar que el ayuntamiento responde al 100% de las consultas ciudadanas en un máximo de 7 días. Apuestan además por mejorar la atención ciudadana mediante la descentralización de las audiencias públicas y mejorando los consejos de barrio, proponiendo llevar a cabo procesos participativos previos para proyectos que afecten a los vecinos.

Las propuestas del alcalde se centran en la participación ciudadana y en la rendición de cuentas, pero olvidan la lucha contra la corrupción, una palabra que no sale en todo el programa.

BComú: La espina dorsal de la política anticorrupción de Barcelona en Comú es la creación de una Oficina Municipal Anticorrupción. Una vez creada, esta oficina tendrá dos encargos. Por una parte, gestionar las denuncias anónimas que puedan llegar por parte tanto de ciudadanía como de trabajadores del Ayuntamiento. Por otra, será la encargada de auditar el buen funcionamiento del consistorio, detectando agujeros y relaciones potencialmente corruptas en la administración local y actuando como órgano de control de las contrataciones, selección de personal y concesión de subvenciones.

5- Pobreza y emergencia social

CiU: El programa con el que se presenta Xavier Trias califica a los efectos de la crisis como un “reto de primer órden”. CiU asegura, por ejemplo, que garantizará que ningún hogar se quede sin suministros de energía y agua. Para conseguirlo, apuesta por afianzar los convenios con las empresas suministradoras para que no efectúen cortes de suministro, un plan que el Ajuntament y el Área Metropolitana de Barcelona han desplegado esta última legislatura.

Respecto a garantizar la alimentación básica, CiU considera necesario seguir haciendo DISA (puntos de distribución solidaria de alimentos), extender la tarjeta solidaria para pagar las compras de alimentos de las familias y garantizar todas las becas comedor según la normativa de la Generalitat.

BComú: El “Plan de choque” fue el primer paquete de medidas presentado por Barcelona en Comú, antes incluso de la celebración de sus primarias. Se trata de un plan con cuatro líneas: creación de empleo, garantizar derechos sociales, revisión de proyectos “contrarios al bien común” y “acabar con los privilegios” de los representantes. Estas medidas fueron el adelanto de lo que luego sería el programa electoral. En la parte de derechos sociales, BComú aboga por gastar 100 millones de euros a garantizar el acceso a la vivienda, alimentación, servicios básicos y a una renta municipal complementaria.

Una de las medidas estrellas de Barcelona en Comú también tiene que ver con los suministros: la municipalización del servicio de agua. Para la candidatura es fundamental que la gestión de “un bien básico como el agua” no esté sometida “al negocio privado”.  “La concesión del agua a una empresa dominada por Agbar en 2012 fue un proceso opaco, lleno de irregularidades, y que la misma Oficina Antifraude ha señalado como dudoso”, asegura BComú en su programa. Por ello plantean la revisión del proceso de privatización de la distribución del agua, municipalizar la gestión del agua y plantear mejoras en las tarifas para abaratar los consumos básicos. Procesos similares al que proponen, señalan, han sido comprobados como eficaces en París, Berlín o Nápoles.

6- Educación

CiU: Las escasas competencias municipales en educación han situado el debate principalmente en tres aspectos clave: las escuelas infantiles, el acceso a plazas públicas y las becas comedor. En lo primero, CiU apuesta por seguir ampliando la red de guarderías a través de la externalización de su gestión, y concreta la apertura de cuatro: dos en Gracia, una en l’Eixample y otra en Horta. Se compromete también a “consolidar” un sistema de tarifación social para los que no puedan costearse los 175 euros de cuota.

Sobre el déficit de plazas públicas en Primaria y Secundaria, apuesta por abrir tres institutos. Y en lo que respecta a las becas comedor, CiU saca pecho de haber complementado las ayudas de la Generalitat para llegar a todos los alumnos necesitados, y apuesta en este sentido por ampliar el plan de meriendas nutritivas, para aquellos niños y jóvenes que por la tarde no tienen acceso a comida saludable.

BComú: Colau enmienda la política de educación infantil de Trias y se compromete a avanzar hacia la gratuidad de las matrículas. También en lo que respecta a la escolarización de 0 a 3 años garantizan que la gestión de los centros será siempre directa -a diferencia de las externalizaciones de Trias-.

En cuanto a la oferta de plazas públicas, responden a otra promesa largamente reclamada por muchas familias: planificar nuevos centros públicos en distritos con menos oferta para que todas las familias tengan “una plaza pública de proximidad”. Y en materia alimentación infantil, plantean una novedad: mantener abiertos los comedores de Secundaria, la mayoría de los cuales habían cerrado a partir de la compactación de la jornada escolar en los institutos.

7- Transporte

CiU: En materia de mobilidad, la candidatura de Trias apuesta por seguir implementando mejoras en la red de autobuses. El programa contempla poner más paradas, fomentar las líneas convencionales y mejorar los intercambiadores. Además, quiere darle el impulso final a la T-Mobilitat, la tarjeta gestionada por La Caixa que prevé sustituir el actual sistema de tarificación. También se compromete a mejorar los aparcamientos, ampliar el número de paradas de taxi y fomentar la renovación de la flota de taxis.

BComú: El programa de Colau propone repensar el sistema tarifario del sistema de transporte. Para ello, prevén convertir la actual T-12, la tarjeta gratuita para menores de 14 años, en una T-16, –se entiende que para niños de hasta 16 años–, y extender los descuentos de la T-Trimestre a las personas en paro y con rentas inferiores al salario mínimo interprofesional. También proponen crear un sistema de tarifa plana para la movilidad en tres zonas, con un coste mensual de 50€ y que sirva para Metro, Cercanías, Bus, Ferrocarriles de la Generalitat y Tranvía, incluyendo el servicio de Bicing y coche compartido.

8- Policía y seguridad

CiU: La “policía de proximidad y preventiva” es la idea defendida por ambos programas, aunque cuando se desciende a las medidas concretas, hay claras diferencias entre ellos. Trias, por su parte, pretende aumentar los miembros de la Guardia Urbana hasta los 3.200 agentes, reforzar la presencia policial en los barrios y mejorar la coordinación entre el cuerpo municipal y el de los Mossos d'Esquadra.

En el programa de CiU queda claro que la prioridad para ellos es mejorar la seguridad en materia vial y disminuir los robos en materia de pequeña delincuencia. Para lo segundo, contemplan crear patrullas mixtas de Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra, crear una oficina de denuncias también mixta y crear hasta dos nuevas comisarías. Además, quieren revisar la Ordenanza de convivencia.

BComú: Durante las pasadas legislaturas, sobre todo la última, la policía local de Barcelona se ha visto salpicada por varias polémicas. A raíz del documental Ciutat Morta se desató una cascada de denuncias sobre las malas prácticas de la Guardia Urbana.

Una de las unidades que más han estado bajo la lupa son las UPAS, “Unitats de Policia Administrativa i de Seguretat”, de facto la división antidisturbios de la Guardia Urbana. Barcelona en Comú pretende suprimir esta división que, afirman, se solapa con el cuerpo de antidisturbios de los Mossos y supone un gasto “en actividades puramente represivas”. Además, pretenden derogar directamente la Ordenanza de Civismo, acabar con las batidas racistas e instalar cámaras en todas las comisarías de la Guardia Urbana “para garantizar que se respetan los derechos de las personas retenidas”.