El jefe de la oposición, Carlos Carrizosa, ha abierto este lunes el debate sobre la moción de censura presentado por Ciudadanos contra el president de la Generalitat, Quim Torra. El diputado, que ha resumido desde el atril el argumentario reciente de su partido, ha acusado al president de “alentar, inducir y apoyar” la violencia. Una incriminación que el grupo ya había llevado ante los tribunales con la denuncia interpuesta contra Torra la semana pasada.
Carrizosa ha vinculado directamente al Govern con el terrorismo, a cuenta de las filtraciones por el caso de los siete CDR detenidos por la Audiencia Nacional. “¿Los conocía, señor president? Porque ellos dicen que sí le conocían”, ha preguntado el jefe de Ciudadanos, que también se ha hecho eco de las informaciones que afirman que organismos dependientes del Govern dedicados a la seguridad informática habrían dado instrucciones y apoyo al grupo de los detenidos.
Pero, tras cargar contra Torra y su Govern, el ponente de la moción de censura ha dedicado buena parte de su discurso contra el PSC y el propio presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. “Torra es el máximo adalid del golpe a la democracia. Él dice 'lo volveremos a hacer', nosotros decimos 'lo volveremos a parar' y el PSC dice… no, no dice nada”, ha formulado Carrizosa.
La primera mención al PSC se ha producido siete minutos después del inicio de la intervención de Carrizosa y, a partir de ahí, han vuelto a producirse media docena de interpelaciones hacia la bancada socialista. “No entiendo que los señores del PSC se pongan del lado de los que defienden la violencia”, les ha dicho. En la tribuna de autoridades, la plana mayor de Ciudadanos, Albert Rivera, Inés Arrimadas o Fernando de Páramo, asentían ante la intervención de su compañero.
“Una mayoría de catalanes están hartos, están cansados y ahora también están asustados”, ha abundado la candidata a la presidencia del Govern, Lorena Roldán, que ha intervenido después. Roldán ha acusado a Torra de “poner las instituciones al servicio de los independentistas más radicales” y ha asegurado que la moción de censura tiene por objeto “parar el golpe”. “Ustedes siguen en las mismas, siguen usando las instituciones para vulnerar los derechos de todos los catalanes y para llevar a acabo un plan totalitario”, ha acusado Roldán.
Como Carrizosa, la candidata ha vinculado al Govern y al propio Torra con el terrorismo, asegurando que “en las noticies sus nombres aparecen al lado de comandos terroristas o intentos de asaltar el Parlament”. A juicio de Roldán, entre la población catalana hay “miedo” por la existencia de “comandos que tenían previsto cometer atentados”. Ante eso, ha dicho Roldán, Torra ha “jaleado” a las personas acusadas por terrorismo. “¿Alguno de ustedes piensa que los explosivos son una buena idea?”, ha preguntado en dirección a la bancada del Govern.
“Esta moción de censura es una obligación moral para cualquier demócrata”, ha tratado de presionar Lorena Roldán a los socialistas, que ya han anunciado que se quedarán en la abstención. Pero ni siquiera con los 17 votos del PSC Lorena Roldán podría convertirse en presidenta, pues necesita 68 diputados que el bloque contrario a la independencia no tiene. “Lo importante no es quién estuvo antes o quién llegó primero, sino quién va a estar hoy de parte de la democracia”, ha insistido Roldán mirando a las filas socialistas.
Por parte del Govern ha intervenido la consellera portavoz, Meritxell Budó, que ha tomado la palabra en sustitución del president, que ha optado por no subirse al atril. Budó ha criticado a Ciudadanos de “utilizar las instituciones” de manera “fraudulenta” lanzando una moción de censura que no puede prosperar. “Asistimos a un acto electoral de un partido y no a un debate sereno sobre política”, ha rebatido la portavoz del Govern.
Los partidos independentistas han consensuado dar el perfil más bajo posible a esta moción de censura, que está abocada al fracaso por carecer de apoyos. De esta forma, aunque los representantes independentistas cuentan con 30 minutos de intervención, han pactado no pasar de 10. El president del Parlament, Roger Torrent, optó además por concentrar el debate en una sola jornada y no en dos.