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La torre de Collserola de Barcelona fue el escenario elegido para el encuentro entre Oriol Junqueras y Manuel Castells. En aquel momento eran, respectivamente, uno vicepresident de la Generalitat y el otro un académico de referencia mundial en el campo de sociología, y ninguno de los dos podía imaginar que, tres años después, el líder de ERC estaría en la cárcel y Castells sería ministro en el primer gobierno de coalición de España.
La conversación entre ambos fue organizada por la fundación Irla, vinculada a ERC. Se realizó en junio de 2017, fue moderada por la periodista Neus Bonet y acabó publicada, en texto, en la revista de la organización. Aunque el encuentro se registró en vídeo, las imágenes conseguidas ahora por eldiario.es nunca salieron a la luz. En el vídeo Castells y Junqueras tocan temas como la identidad, el independentismo catalán, los populismos, la Unión Europea o el sistema capitalista.
El equipo del ministro Castells ha declinado hacer comentarios al contenido de la conversación, refiriendo que se trata de una charla de análisis político propia del papel de académico que el ministro desempeñaba en el momento.
Por su parte, en la Fundación Irla destacan que la entrevista formó parte de los encuentros que organizan de forma habitual para publicarlos en su revista. Aunque no tienen costumbre de grabarlos, sí lo hicieron en aquella ocasión, debido la relevancia de los dos participantes. Desde la fundación subrayan que el contenido de la conversación nunca se ocultó y fue publicado en formato texto. Si acabaron decantándose por no difundir el vídeo fue debido a que no era un formato que estuvieran habituados a usar y bajo la idea de que era “fácilmente manipulable”.
El ministro Castells habla sobre la importancia de la identidad en la construcción de conciencia común y de instituciones. A colación de eso, opina sobre la identidad catalana. “Es importante reconstruir formas identitarias no xenófobas, y es aquí cuando tú tienes razón, vicepresident, al decir que la imagen de Catalunya en el mundo, y yo creo que es la realidad, es la de una identidad abierta, y justamente nada xenófoba, y que da lecciones a España y al mundo respecto a la actitud con los refugiados y otras cuestiones”, asegura el hoy ministro de Universidades.
“Esta relación entre identidades e instituciones es una relación fundamental que no se ha resuelto”, abunda el sociólogo, “y ahí yo creo que la aportación modesta y fundamental de Catalunya en la práctica, podría convertirse en una lección para el mundo, porque el mundo está buscando cómo combinar identidad, sin la cual no se puede construir nada, e instituciones políticas representativas y abiertas en lugar de cerradas”.
Uno de los temas más recurrentes en la conversación entre los dos profesores universitarios es la salud de la Unión Europa. Sobre ello, Castells se muestra muy crítico, al considerar que las instituciones comunitarias se han olvidado de representar a los ciudadanos, razón por la que crecen los populismos identitarios. “Europa no puede asumir nada porque está más débil que nunca”, afirma el sociólogo, que asegura que “Europa está a punto de romperse”.
A partir de ahí, Castells repasa los diferentes movimientos contrarios a la UE, las extremas derechas pujantes en los países nórdicos y del este, y critica al presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, de quien asegura que “lidera Europa pero se olvida de Francia”. Sobre las elecciones presidenciales en Francia, que habían sido unos meses antes, Castells asegura: “Los partidos que estaban en contra de la Unión Europea representaron el 49,7%. La gran victoria de los partidos proMacron en las legislativas en Francia representaba el 15% de la población debido a una abstención masiva. Por eso no hay legitimidad en Francia para seguir liderando Europa”.
En un momento del intercambio de opiniones, Castells plantea una pregunta directa al entonces vicepresident del Govern. “Me gustaría aprovechar la coyuntura para preguntarte algo que yo no pienso, pero hay una actitud general, no sólo en España sino que también en Europa, que se refiere a que los catalanes tienen un proyecto identitario abierto al mundo que lo empiezan por querer separarse de España”, dice el hoy ministro. “Resulta un poco contradictorio cuando se quieren abrir al mundo creando un estado propio cerrado”, afirma, remarcando que él no lo comparte.
“La explicación a lo que expones”, responde Junqueras, “es que para tener un papel protagonista en un mundo abierto necesitamos disponer de las mejores herramientas actuales, y éstas son las herramientas de un Estado”.
A continuación, el hoy encarcelado continúa con una idea que posteriormente ha repetido en diversas ocasiones, pero que sorprende escuchar de un político que en unos pocos meses declararía la independencia de Catalunya: “El nuestro es un proyecto que desea que a España le vaya bien porque con España tenemos muchas relaciones y vínculos de todo tipo, económicos, sociales, culturales, lingüísticos, familiares; nosotros queremos que a todo el mundo le vaya bien y en particular, a aquellos que tenemos cerca de nosotros”, asegura el republicano.
Otra de las cuestiones que Castells y Junqueras tocan durante la charla es el populismo y cómo se emplea como etiqueta peyorativa. “En términos estrictamente analíticos, la forma como se usa el populismo ahora no es un concepto”, asegura Castells, pues en su opinión “se utiliza populismo como un término peyorativo para referirse a todos aquellos partidos o movimientos que no pasan por el tubo de las instituciones y partidos existentes”.
El hoy ministro de Universidades se queja de que con la palabra populismo se mezclen “cosas como Trump, Brexit, Le Pen con cosas como Podemos, Syriza, el Movimiento Cinque Stelle en Italia, o las revoluciones nacionales en Latinoamérica”. Ahora bien, el sociólogo sí ve elementos comunes entre todos los fenómenos políticos citados: “han nacido sobre todo en Europa, pero también en Estados Unidos, en torno a la crisis económica”.
Esta reflexión da pie a Castells para asegurar que “no ha habido un agotamiento del modelo capitalista, sino una revelación de la inequidad fundamental del modelo actual capitalista global financiero”. “La solución sistemática”, asegura el profesor, “es ayudar a las instituciones financieras y tomar el dinero de los contribuyentes para sufragar estas entidades, con la idea de que son demasiado grandes para que entren en quiebra”.
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