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La contradicción del Govern: alienta las protestas contra las que envía a los Mossos

“A veces hay contradicciones que son difíciles de resolver”. Así se expresaba la consellera de Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó, este martes al ser preguntada por cómo es posible compaginar el aliento que el Ejecutivo catalán da a las protestas contra la sentencia –intento de bloqueo del Aeropuerto de Barcelona incluido– con la defensa de la actuación de los Mossos d'Esquadra para contenerlas. Como viene sucediendo en las movilizaciones independentistas que degeneran en disturbios, el Govern de Quim Torra trata de hacer equilibrios entre su amparo del derecho a la protesta y su obligación de mantener el orden público.

Budó ha defendido este martes las cargas de la policía catalana en el aeropuerto así como la protesta en la infraestructura. Lo ha hecho con el argumento de que si la protesta hubiera traspasado el cordón policial y entrado en “la infraestructura del aeropuerto”, se podía haber acusado a los manifestantes de sedición –mismo delito por el que han sido condenados los líderes soberanistas por el Supremo.

Más allá de la polémica mención de la portavoz a la sedición, la defensa de Budó –“la actuación policial fue para velar por la seguridad de todos”– de un operativo que se saldó con más de 100 heridos solo en el Prat ha contrastado con las críticas que había lanzado el propio Govern sobre las actuaciones en orden público de los Mossos. La censura a cargas policiales que habían provocado muchos menos heridos había venido incluso del propio Torra, aumentando la tensión entre políticos y mandos del cuerpo, que no han parado de insistir desde el inicio del procés en que no se les use políticamente.

El 1 de octubre de 2018, justo después de que Torra instara a los CDR a “apretar”, los Mossos tuvieron que emplearse para disolver una protesta que llegó a las puertas del Parlament. Dos meses después llegó la segunda crisis. Torra desautorizó a los Mossos tras las cargas contra los CDR del día de la Constitución en Girona y en Terrassa. Resultado: los Mossos relevaron a los mandos de los antidisturbios e Información un mes después de que Torra lo exigiera. La crisis llegó a su punto álgido justo en vísperas de la sentencia del procés, con la dimisión del director general de los Mossos, Andreu Martínez, el pasado 28 de septiembre tras poco menos de un año en el cargo.

En un encuentro con corresponsales extranjeros este martes, Torra ha explicado que los agentes “tienen que hacer lo que tienen que hacer para cumplir con su deber”, sin distinguir entre cuerpos policiales ni censurar a la Policía, que también cargó en el aeropuerto. Diferente lo ve la oposición, empezando por la CUP, que ya ha pedido la comparecencia en el Parlament del ministro del Interior, Fernando Grande–Marlaska; la Delegada del Gobierno, Teresa Cunillera; y el conseller de Interior, Miquel Buch (PDeCAT), por el operativo conjunto en el aeropuerto de El Prat de Mossos d'Esquadra y Policía Nacional.

También Jaume Asens, de los 'comuns', ha reclamado explicaciones al conseller Buch “por animar a la gente a ir al aeropuerto y recibirlos a porrazos”. Por su lado, ERC, como en anteriores polémicas por actuaciones de los Mossos, ha optado por declaraciones de perfil bajo de sus consellers (el vicepresident Pere Aragonès se ha limitado a señalar que las imágenes de las cargas “no gustan a nadie”) mientras en Twitter el candidato al Congreso Gabriel Rufián ha reclamado “explicaciones ya”.

A última hora de este martes, Budó ha cambiado el tono del mediodía y tras las escenas de batalla campal vividas en el centro de Barcelona, ha censurado a los “violentos”, a los que ha pedido “aislar” de las protestas. En declaraciones a TVE, Budó, de JxCat, no ha desaprovechado la ocasión para criticar al jefe de filas de ERC en el Congreso: “Me sabe mal que el señor Rufián use a los Mossos para hacer electoralismo”.

Fuentes de los Mossos recuerdan que, como hacen después de cada intervención de orden público, revisarán las actuaciones para intentar depurar responsabilidades concretas. En está ocasión la policía catalana está ya investigando los mossos que arrastraron a un manifestante con un furgón. Las mismas fuentes explican que la coordinación entre cuerpos policiales en los primeras días del dispositivo por la sentencia está siendo correcta, y remarcan la complejidad del operativo por abarcar todo el territorio catalán, el carácter dinámico de las protestas y el factor sorpresa de las convocatorias.

La coordinación entre cuerpos no ha evitado que la Policía Nacional volviera a disparar balas de goma, prohibidas por el Parlament a los Mossos d'Esquadra pero que el cuerpo estatal ya utilizó el 1-O y que provocaron que Roger Español perdiera la visión de un ojo. Este lunes, en una zona donde actuaron los antidisturbios de la Policía, un joven perdió un globo ocular a resultas de un impacto “compatible”, según los servicios médicos, con una bala de goma, si bien la autoría policial de la lesión no está confirmada.

Desde el domingo los responsables de Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil comparten centro de coordinación en la sede de la conselleria de Interior del paseo de Sant Joan en Barcelona. El dispositivo no tiene fijada fecha de finalización ante las protestas que se sucederán en los próximos días y semana: este miércoles empezarán las marchas que desde cinco puntos de la geografía catalana desembocarán en Barcelona el viernes, jornada en que está convocada una nueva huelga general, protestas a las que el Govern ya ha anunciado que se sumará.