La corriente Anticapitalistas de Podemos, el sector más a la izquierda del partido liderado por Pablo Iglesias, ha hecho público este lunes un comunicado en el que manifiesta su apoyo a la consulta de independencia que quiere convocar la Generalitat de Catalunya el 1 de octubre, desmarcándose de esta forma de la postura oficial de dirección morada, que rechaza aunque de forma ambigua la hoja de ruta del president catalán, Carles Puigdemont.
“Apoyamos el referéndum del 1 de octubre, y llamamos a toda la izquierda del Estado español a organizar la solidaridad con los derechos democráticos del pueblo catalán”, asegura en un comunicado la corriente del portavoz en el Parlamento Europeo, Miguel Urbán, de la que es cercano el secretario general del partido en Catalunya, Albano-Dante Fachin.
De hecho, Anticapistalistas ha lanzado este comunicado precisamente cuando la dirección de Podemos en Catalunya está a punto de cerrar el debate que ha abierto con sus bases sobre la postura a adoptar, después de que Fachin defendiera la necesidad de participar en la consulta, pero entendiéndola como “un acto de movilización cívica”.
Aunque la dirección estatal de Podemos también considera que la consulta que preparara la Generalitat es una “movilización legítima”, ha querido dejar claro su rechazo al referéndum unilateral como la solución a la crisis territorial. De este modo, aunque se mueve en una ambigüedad calculada, la cúpula del partido morado ha evitado respaldar la consulta, como sí han decidido hacer este lunes sin reservas los anticapitalistas.
En este sentido, Miguel Urban se ha referido desde su cuenta de Twitter a la posición de la corriente que lidera, asegurando que no hay fisuras entre su posición, la de la dirección de Podemos y la de Catalunya en Comú:
En el comunicado de Anticapitalistas, la corriente que tras la Asamblea de Vistalegre consiguió entrar por primera vez en la Ejecutiva estatal de Iglesias, se remarca que es preciso “tender puentes entre las clases populares del resto del Estado y las catalanas frente a la clase dominante”.
Según exponen, el “tender puentes” pasa “por ser capaces de tejer relaciones de solidaridad crítica y generosa, en donde la defensa de los intereses comunes no excluya las demandas particulares”.
“La celebración del referéndum desobediente en Catalunya contribuiría sin duda a acelerar el proceso destituyente en el resto del Estado español, contribuyendo a profundizar la democracia y a debilitar al régimen del 78”, defienden.
“Las leyes no están por encima de la democracia”
En esta línea, argumentan que, a su juicio, “las leyes no están por encima de la democracia”. “Defender el derecho a decidir es defender un derecho democrático fundamental”, añaden.
Aunque reconocen como “obvio” que tienen “diferencias profundas con las fuerzas que dirigen el proceso independentista catalán”, por sus “políticas neoliberales contra el pueblo catalán que dicen defender”, aseguran que “el referéndum es una demanda mayoritaria en Catalunya” y que cuenta “con un amplio apoyo de sectores no independentistas”.
“Negarlo es negar la democracia y abriría el camino a posiciones peligrosas, en donde 'votar y decidir' se convierte en una 'cesión' de las clases dominantes, dejando de ser un derecho del pueblo”, asegura el texto difundido.
También dedican parte del comunicado a criticar al PP, PSOE y Ciudadanos por sostener “una posición inmovilista, basada en el 'fundamentalismo constitucional', que niega sistemáticamente al pueblo catalán el derecho a decidir su relación con el resto del Estado”.
“Es obvio que esta política tiene por objeto polarizar el escenario político y utilizar el 'chovinismo' español para cerrar filas en torno a un gobierno autoritario, corrupto, al servicio de los grandes poderes económicos”, denuncian.
“La posición visceralmente antidemocrática del 'bloque constitucional' español sólo refleja los límites de la propia Constitución y la incapacidad de este bloque de organizar el Estado mediante el consenso, recurriendo así a métodos cada vez más autoritarios”, añaden.
El gobierno de la Generalitat ha anunciado que convocará un referéndum en Catalunya. La fecha será el 1 octubre y la pregunta: “¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente en forma de república?”. Anticapitalistas quiere manifiestar que:
1) El gobierno del PP, apoyado por el PSOE y Ciudadanos, sostiene una posición inmovilista, basada en el “fundamentalismo constitucional”, que niega sistemáticamente al pueblo catalán el derecho a decidir su relación con el resto del Estado. Es obvio que esta política tiene por objeto polarizar el escenario político y utilizar el “chovinismo” español para cerrar filas en torno a un gobierno autoritario, corrupto, al servicio de los grandes poderes económicos. La posición visceralmente antidemocrática del “bloque constitucional” español sólo refleja los límites de la propia Constitución y la incapacidad de este bloque de organizar el Estado mediante el consenso, recurriendo así a métodos cada vez más autoritarios.
2) Desde Anticapitalistas defendemos que las leyes no están por encima de la democracia. Defender el derecho a decidir es defender un derecho democrático fundamental. Es obvio que tenemos diferencias profundas con las fuerzas que dirigen el proceso independentista catalán, que defienden y aplican políticas neoliberales contra el pueblo catalán que dicen defender. Sin embargo, el referéndum es una demanda mayoritaria en Catalunya, contando también, con un amplio apoyo de sectores no independentistas. Negarlo es negar la democracia y abriría el camino a posiciones peligrosas, en donde “votar y decidir” se convierte en una “cesión” de las clases dominantes, dejando de ser un derecho del pueblo.
3) Apoyamos el referéndum del 1 de octubre, y llamamos a toda la izquierda del Estado español a organizar la solidaridad con los derechos democráticos del pueblo catalán. Tender puentes entre las clases populares del resto del Estado y las catalanas frente a la clase dominante pasa por ser capaces de tejer relaciones de solidaridad crítica y generosa, en donde la defensa de los intereses comunes no excluya las demandas particulares. La celebración del referéndum desobediente en Catalunya contribuiría sin duda a acelerar el proceso destituyente en el resto del Estado español, contribuyendo a profundizar la democracia y a debilitar al régimen del 78.