“Exigimos que la respuesta al requerimiento sea nítidamente afirmativa”. Así ha expresado este sábado Núria Gibert, portavoz del secretariado nacional de la CUP, la postura de la formación anticapitalista ante la inminente respuesta que el president Carles Puigdemont debe dar al requerimiento del Gobierno de Mariano Rajoy sobre si declaró o no la independencia el pasado martes.
Tras la reunión de su consejo político, los cupaires han supeditado su actividad parlamentaria futura a dicha respuesta, después de que el portavoz del partido, Quim Arrufat, anunciara –el mismo martes de la suspensión– que los anticapitalistas estarían dispuestos a abandonar el Parlament si el president no daba marcha atrás en la anulación de la independencia.
La formación se ha referido a PP, PSOE y Ciudadanos como un “bloque” que “no da margen” al diálogo ni a una posible mediación. Por ese motivo los cupaires han considerado que el Govern tiene que tirar adelante la independencia para “estar a la altura del mandato claro y unívoco” de la población el pasado 1-O. Con el objetivo de empujar hacia una declaración de independencia irreversible, la CUP ha anunciado movilizaciones la semana que viene para “defender” el resultado del referéndum.
Con el anuncio de la CUP, la presión sobre el president suma y sigue, a escasos dos días que venza el plazo de respuesta a Rajoy. Pero la CUP no es el único agente que aprieta a Puigdemont para que levante el pie del freno a la independencia.
Miembros de su propio partido, el PDeCat, han exigido, mediante un comunicado, que el president diera macha atrás en la suspensión. También se ha expresado en la misma línea la ANC, una postura que ha dividido a la organización independentista, que en la últimas horas ha visto como dimitía su vicepresidenta, Natàlia Esteve.
El mensaje de la CUP contrasta con las declaraciones vertidas –este mismo sábado– por el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras. El líder de ERC ha pedido “unidad” a las fuerzas independentistas (Govern, entidades soberanistas y sociedad civil) para “caminar hacia la república catalana”. De esta forma, el número dos de la Generalitat llamaba a cerrar filas con Puigdemont tras una semana de tiranteces en el Govern por la suspensión de la independencia.