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Una politóloga confirma que Diplocat le pagó viaje y hotel en Barcelona por el 1-O pero niega que fuera una observadora

¿Los expertos extranjeros a los que Diplocat pagó el viaje, estancia y dietas en Catalunya y presenciaron el 1-O en los centros de votación son observadores internacionales? La pregunta es pertinente porque el juicio del procés ha ofrecido dos versiones distintas. Para la Fiscalía no hay ninguna duda: si viaja, duerme, come y actúa como un observador, es un observador. Por contra, para el Diplocat se trata de “visitantes internacionales”, no observadores, que fueron contratados para “elaborar un análisis académico” sobre la situación en Catalunya.

La líder de una de las misiones contratadas por Diplocat, la politóloga escocesa Helena Catt, ha avalado la versión de la fundación en su testifical este martes en el Tribunal Supremo, en la que ha negado que fuera una observadora internacional. Ha afirmado, tal y como coinciden tanto la Fiscalía como el exsecretario general de Diplocat, Albert Royo, que el ente le pagó honorarios (8.000 euros), viaje, estancia en hotel y dietas en Barcelona, pero que el objeto del contrato fue “un informe de investigación” sobre “el contexto político y social de Catalunya”.

“No fue una misión de observación. Que presenciáramos el referéndum no hace que nuestro trabajo fuera una misión de observación”, ha insistido Catt a preguntas de las defensas. “Llevábamos a cabo un proyecto de investigación. En una misión de observación el propósito es elaborar un veredicto final sobre si la votación ha sido justa o si el resultado es válido y en ningún momento se nos pidió esto”, ha argumentado.

En concreto, los pagos de Diplocat al grupo de Helena Catt ascendieron a 177.304,9 euros. Catt ha indicado que llegó a Catalunya el 4 de septiembre y que se marchó el 6 de octubre. En este mes ha confirmado que se reunió con el entonces conseller de Exteriores, Raül Romeva, y que tuvo “varios encuentros” con Albert Royo.

“Fuimos contratados para realizar un informe de investigación, estudiar todo lo que acontecía y puesto que el referéndum fue una de las cosas que aconteció lo incluimos en nuestro informe”, ha aseverado Catt, que ha detallado que en su informe incluyeron detalles del 1-O como el censo universal o la disolución de la Sindicatura que tenía que velar por la votación. La política ha indicado que cuando Diplocat le encargó un informe en julio “nadie sabía cómo se desarrollarían los acontecimientos” y si el 1-O se terminaría celebrando.

“El propósito del informe era muy amplio”, ha agregado Catt, que ha negado el carácter académico del estudio del que habló Royo: “No se trataba de un informe con detalles pormenorizados de referencias bibliográficas como en un artículo de investigación científica”.

El soberanismo sí vendió que Catt formaba parte de una misión de observadores durante el 1-O: fue una de las observadoras acreditadas por la Sindicatura Electoral de Catalunya y el día 2 de octubre de 2017 ofreció una rueda de prensa en la que denunció “numerosas y repetidas violaciones de derechos civiles y humanos” durante la votación.

Un exdiputado alemán niega pagos

La sesión había empezado por la mañana con la testifical de Felix von Gruenberg, exparlamentario socialista del land de Renania del Norte–Westfalia, que también viajó a Catalunya por el 1-O. Ha negado que la propuesta para viajar a Catalunya durante la votación surgiera del Diplocat. “La iniciativa fue mía”, ha dicho a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal.

En este sentido, Von Gruenberg ha explicado que contactó con Royo, con el que mantuvo “un diálogo” sobre su viaje a Catalunya que, ha recalcado “en ningún momento fue iniciativa” del alto cargo. Sobre cómo se costeó su viaje a Catalunya, Von Gruenberg ha indicado que tanto él como otros parlamentarios eslovenos y galeses se lo pagaron de su bolsillo “para mantener la independencia”.

El exparlamentario socialdemócrata del land de Renania del Norte–Westfalia ha afirmado que los votantes en los colegios en los que estuvo “no ejercieron en ningún momento la violencia” pese a la “situación de intimidación y miedo” que, a su juicio, comportaba la presencia de la Policía.

La fiscal Consuelo Madrigal ha realizado varias preguntas a Felix von Gruenberg que ha cortado el tribunal presidido por Manuel Marchena. Le ha preguntado si “se ha interesado en su propio país por cuestiones similares” al independentismo catalán “como la cuestión de Baviera”. Marchena ha impedido al testigo contestar y ha recordado a la fiscal que los hechos por los que el testigo ha sido llamado a declarar se limitan a los centros de votación que visitó el 1-O, y que si quiere restar relevancia a su testimonio lo haga en su informe final. “Sí, lo quiero descalificar”, responde Madrigal.

Asimismo, Marchena ha impedido a Catt contestar la pregunta del letrado de Cuixart, Benet Salellas, sobre si el 1-O se vulneraron derechos humanos. “Esto no se puede permitir en un tribunal. La valoración corresponde a la sala porque el peritaje de ciencia política sobre derechos humanos no existe”, ha cerrado Marchena.

“Violencia” en Sabadell el 20-S

Las últimas testificales de este martes han vuelto a los registros del 20 de septiembre de 2017. Un guardia civil que participó en el registro del domicilio particular del alto cargo de Presidencia Joan Ignasi Sànchez en Sabadell (Barcelona) ha descrito una situación de “angustia profunda” y “crispación exagerada” de una concentración de centenares de personas frente a la casa durante tres horas.

“Pegaron patadas, puñetazas para impedir la salida de la comisión judicial”, ha indicado. La “muralla”, en palabras del guardia, no solo “zarandeó” al GRS de la Guardia Civil, sino también a los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra que acudieron para facilitar la salida de los agentes. “Cuando llegaron los Mossos dijeron ‘vosaltres sou la nostra policia’ [vosotros sois nuestra policía] pero cuando actuaron ya no eran su policía”, ha aseverado. “La masa envolvió y literalmente zarandeó a los mossos, que actuaron muy bien, se la jugaron”, ha apostillado.

El inspector y subinspector de los Mossos que auxiliaron la salida del detenido de su domicilio han avalado la versión del guardia. El primero ha recordado que los insultos de los manifestantes se dirigieron a todos los cuerpos policiales. “Iban a todos, Guardia Civil y Mossos”, ha afirmado, aunque ha matizado que no hubo “intentonas de acceder al domicilio” de Sànchez.

El subinspector de los Mossos ha asegurado que “parte de la masa” concentrada frente al domicilio se mostró “agresiva y violenta contra los compañeros de Guardia Civil y Mossos d’Esquadra”. “El punto más álgido de violencia”, ha recordado, se produjo cuando el detenido abandonó el domicilio en coche.

Una setentena de personas de los centenares que participaron en la concentración profirieron “empujones y puñetazos” contra los agentes, e incluso un manifestante “arremetió con un caso” contra los antidisturbios de la policía catalana. Este último hombre fue identificado y citado a declarar en comisaría por atentado a la autoridad. También hubo gritos de “hijos de puta”, “no pasaréis” y “fuera las fuerzas de ocupación”, ha recordado el mosso.