El juez de La Seu d'Urgell (Lleida) que investiga un presunto delito de incitación al odio en el ámbito escolar contra un hijo de guardia civil ha archivado la causa contra seis de los ocho profesores imputados, mientras ha acordado seguir con las diligencias respecto a los otros dos docentes investigados en la causa, tal y como había pedido la Fiscalía.
El juez de La Seu recibió varias denuncias por parte de distintos padres después del 1-O debido a los “distintos comentarios” realizados por profesores así como “actitudes amparadas” por el director del colegio Mossèn Albert Vives en contra del Instituto Armado. En concreto, las denuncias versaban sobre la presunta incitación de los docentes hacia los alumnos para intimidar y humillar a un estudiante hijo de una agente de la Guardia Civil.
Los profesores negaron todas las acusaciones en su declaración como imputados –investigados, según la nueva denominación– el pasado mes de noviembre. Recibieron además el apoyo de varios colectivos, entre ellos de la Asociación de Maestros, la Federación de Madres y Padres de Catalunya, la Marea amarilla y el sindicato Ustec-STEs
Ahora, el juez, tras practicar varias diligencias, mantiene la investigación contra dos profesoras por “un presunto delito de incitación al odio en el ámbito escolar”, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
La de La Seu d'Urgell es la única investigación judicial contra docentes catalanes a raíz del 1-O por un supuesto delito de odio –que tradicionalmente estaba vinculado con minorías discriminadas por su raza o su condición sexual. Además del caso de La Seu, la Fiscalía investiga cita a 13 profesores de un instituto de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) por el trato a hijos de guardias civiles a raíz de las cargas policiales del día del referéndum.