Catalunya volverá a ser la gran ausente en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que se reunirá este miércoles. Tal como avanzó este diario, la Generalitat mantiene su criterio contrario a asistir a este foro, como ya había mostrado en junio pasado, al considerar que el Consejo no es un espacio que permita tomar decisiones y ni tan siquiera debatir, sino de mera transmisión de información del Gobierno central a las autonomías.
Así se lo ha hecho saber este martes el vicepresident y responsable económico del Govern, Pere Aragonés, a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una carta en la que reitera las razones por las que declina su invitación. Según expone, “el mecanismo actualmente fijado para la toma de decisiones del seno del Consejo, así como la propia composición del pleno y la mayoría de votos reservada al Ministerio de Hacienda dificulta que este organismo sea un espacio propicio para la adopción de consensos efectivos y debates productivos”.
El Consejo se celebrará este miércoles a distancia y, para el Gobierno de Pedro Sánchez, tiene como punto central obtener el respaldo de las comunidades autónomas a los objetivos de déficit y de deuda pública negociados con Bruselas. Todo ello como aperitivo a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado que el Ministerio deberá acometer con los grupos en el Congreso y para los que no tiene ni mucho menos los votos asegurados.
Con todo el responsable económico del Govern deja claro en su carta que su ausencia en el Consejo no debe ser entendida como un portazo. Por ello, asegura que su apuesta es por las reuniones bilaterales, en la vía de las comisiones que ya se han puesto en marcha desde el pasado 1 de agosto, ofreciéndose a trasladar el asunto a la comisión Mixta sobre asuntos económicos establecida entre la Generalitat y el Estado.
La postura catalana en esta cuestión mantiene la dirección heredada de la legislatura pasada. La Generalitat ha perseguido lárgamente poder negociar el modelo de financiación autonómica de tú a tú con la Moncloa, por lo que se ha negado a entrar en conversaciones a 15 con el resto de autonomías de régimen común.
Respecto a los objetivos de déficit, el vicepresident advierte de que, pese a valorarlos como un avance por dar más tiempo para la consolidación fiscal, Catalunya mantiene su desacuerdo con el reparto del déficit entre la Administración General del Estado, las comunidades y los municipios. A juicio de Aragonés, ese reparto infringe la ley de estabilidad, algo que el anterior responsable económico de la Generalitat, Oriol Junqueras, ya denunciaba en su momento.