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Bienvenidos a Gimenells, el único pueblo donde Ciudadanos ha gobernado

Está a punto de jubilarse tras una larga carrera como profesor de tecnología en un instituto de Lleida. Se define como “conservador”, aunque “del ala liberal”. Dedica su tiempo libre al bricolaje y suele sacar un rato por la tarde para ver el programa Pasapalabra. Jose Manuel Pardos sería un hombre del montón si no fuera porque es la única persona en España –“en el mundo”, añade él con sorna– que ha sido alcalde por Ciudadanos, el partido capitaneado por Albert Rivera que en estas elecciones sale de Catalunya para convertirse en la gran incógnita de las municipales.

“Buenas tardes a todos menos a uno”, grita un hombre cruzando la puerta del bar del pueblo. “Me temo que eso va por mi”, asegura Jose Manuel Pardos, fingiéndose resignado. Pero el hombre que no le saluda llega hasta donde está él y le da una colleja afectuosa. “¿Cómo estás, Pardos?”, le dice. “Es que este ha sido mi adversario, era socialista”, aclara el hombre al que todo Gimenells le conoce como “el Pardos”.

Gimenells i el Pla de la Font es un municipio lleidatano de la comarca de Segrià, en la frontera aragonesa. Es, además, el único pueblo que ha tenido en el pasado un alcalde de Ciudadanos, una rareza que podría acabarse el 24 de mayo si el partido de Rivera obtiene los buenos resultados que espera. Con poco más de 1.100 habitantes repartidos entre el núcleo de población principal y la pedanía del Pla de la Font, Gimenells tiene una historia breve pero curiosa. Su origen se encuentra en la postguerra, cuando sus tierras fueron pobladas con personas llegadas de Andalucía y Aragón, según el plan trazado por el Instituto Nacional de Colonización franquista. La fisonomía urbana es fruto de esa herencia, con sus calles rectas, sus casas de dos plantas una igual a la otra y rodeado de un inmenso campo de cultivo que fuera razón de su colonización.

Del PP a Ciudadanos, “ninguna diferencia”

Situado en los confines del territorio catalán, con población que descendiente de aquella colonia originaria y que entre 2006 y 2011 estuvo gobernado por Ciudadanos, Gimenells parece cumplir con todos los tópicos que se le imputan al partido que en estas municipales pretende expandirse más allá de las fronteras catalanas. La importancia de la composición poblacional del pueblo en la victoria de Ciudadanos es un factor que el propio Pardos subraya. “El origen de la gente de aquí importa. Si en fiestas quieres triunfar, no traigas habaneras o sardanas, trae sevillanas”, asegura quien ha sido alcalde cuatro legislaturas, desde el 1995 hasta 2007 con el PP y desde 2007 hasta 2011 con Ciudadanos.

El PP gobernó el municipio con tranquilidad durante una década hasta que, en el año 2004, Pardos sufrió una rebelión interna alentada por el partido a nivel provincial. “Mi partido quería poner aquí un vertedero que ni los vecinos ni yo queríamos. Así que me montaron una moción de censura, en la que la oposición no apareció”, explica. La moción contra él no prosperó, así que el que había sido alcalde durante 9 años dejó su militancia en el PP y continuó siendo alcalde sin partido. Para las siguientes elecciones, fichó por Ciudadanos. “En los pueblos se valora a las personas. Elegí Ciudadanos porque me parecía un partido cercano ideológicamente. Y gané, esta vez como Ciudadanos”, explica. En la última legislatura C's volvió a ser el partido más votado, obteniendo 4 regidores, pero CiU, con 3, y el PSC, con 2, se aliaron para sacarle de la alcaldía.

El cambio de siglas en la alcaldía no significó nada nuevo en la política municipal. “No hubo prácticamente ninguna diferencia en la alcaldía al pasar del PP a Ciudadanos, los que estábamos seguíamos pensando lo mismo y siempre volcándonos con el pueblo”. Sin embargo, en su momento hubo muchas acusaciones de transfuguismo encubierto, que llegaron a la prensa regional. Ciutadans apoyó a su único alcalde e incorporó a Pardos a algunos de sus órganos de coordinación territorial.

En las elecciones de 2007, las primeras locales a las que se presentaron, el partido de Rivera obtuvo 13 regidores, 8 de ellos en la provincia de Barcelona, más los 5 de Gimenells. Los concejales en ciudades más importantes fueron el de Gavá, el de Castelldefels, el de Sant Boi y el de Viladecans. En las siguientes municipales, en 2011, se expandieron por primera vez fuera de las fronteras catalanas, con éxito escaso, consiguiendo solo 4 concejales repartidos entre un pequeño pueblo de Guadalajara, Molina de Segura (Murcia) y Villanueva del Pardillo (Madrid). Nada que ver con los resultados que esperan en las municipales de este 24 de mayo, cuando el partido naranja espera hacerse con la gobernabilidad de consistorios de tanta importancia como Madrid.

Gimenells, una excepción y un anticipo

La trayectoria de José Manuel Pardos no es diferente de la de muchos candidatos de Ciudadanos en estas elecciones de 2015, empezando por la alcaldable de Barcelona, Carina Mejías, en cuyo currículum figura haber estado 4 años como regidora del PP por Barcelona y 8 como diputada del PP en el Parlament. Buena parte de los candidatos del partido que emerge en el territorio español como el garante de la regeneración vienen del PP y del PSOE y, en Catalunya, tienen 9 años de trayectoria en los que han demostrado ser habitualmente la muleta del PP en las votaciones parlamentarias.

“Pero la política municipal”, recuerda Pardos, “es otra cosa”. En Gimenells se percibe que el de Ciudadanos es una persona respetada por muchos vecinos, rivalidades políticas aparte. “Yo votaré a CiU, pero reconozco que Pardos ha sido un buen alcalde”, explica un vecino apostado en la ventana de una casita blanca de dos pisos, en un inconfundible dialecto del catalán occidental. El municipio leridano sorprende por sus buenas instalaciones. Parques de césped cuidado, piscinas o instalaciones deportivas se mezclan con un entorno rural, de tractores y canalizaciones de regadío.

También hay una importante población inmigrante, atraída por el trabajo del campo. Y, con la inmigración, juventud. Un edifico bajo ha sido convertido en guardería. “Pública, claro”, asegura Pardos. Un grupo de chavales de origen africano se cubren de los rayos de sol, que pican, bajo los soportales de la plaza principal, coronada por un reloj. Pardos saluda a una mujer que pasa con dos críos. “Es pakistaní”, indica Pardos. Pero la mujer no viste velo musulmán. “Vino hace muchos años y se han adaptado muy bien, que es lo que tienen que hacer”, explica el exalcalde, revelando su concepción de la diversidad.

Mirado desde el único pueblo que ha tenido un alcalde de Ciudadanos es difícil predecir el comportamiento que tendrá el partido en el resto de municipios del Estado a partir del 24 de mayo. Pero el ejemplo excepcional de Gimenells sí deja entrever algunas claves. En primer lugar, que Ciudadanos se ha comportado hasta ahora como un partido pragmático y no le ha importado ser el recambio del PP allí donde la formación hegemónica de la derecha española se encontraba en horas bajas. En segundo, que los naranjas ha tenido éxito cuando ha parasitado estructuras ya existentes de otra formación.

Por último, que si un rasgo ha caracterizado a las candidaturas municipales de los de Rivera hasta ahora es el de ser una formación clásica en la derecha liberal, pero desacomplejada en las formas. Cuando se le pregunta al exalcalde Pardos cómo se siente cuando oye que Ciudadanos es un partido de la nueva política, él contesta: “Bueno, es que lo somos. Aunque yo me retiro tras una larga trayectoria. Creo que eso de la nueva política conmigo no cuela”. Tras haber gobernado una legislatura y haber estado otra en la oposición, en Gimenells estas elecciones no habrá posibilidad de votar a Ciudadanos, porque nadie ha cogido el testigo de Pardos.