La alcaldesa de Berga, Montserrat Venturós, ya sabe qué es que los Mossos vayan a buscarla a su casa. Fue el pasado mes de noviembre después de que se negase a ir a declarar ante el juez por no haber descolgada la estelada del balcón del Ayuntamiento en campaña electoral. Ahora, como el resto de representantes de la CUP, no piensa atender a la citación de la Fiscalía para que informe de su colaboración en el referéndum del 1 de octubre.
¿Está dispuesta a entrar en prisión por el referéndum?
Nosotros estamos dispuestos a hacer lo que haga falta para que el pueblo catalán tenga la libre determinación de poder decidir su futuro. Si en un momento crucial como este decidimos ejercer responsabilidades políticas, es también para asumir todas las consecuencias.
¿Pronostica que acabaremos viendo alcaldes en la cárcel por haber colaborado con el 1-O?
Debe haber una respuesta clara y contundente por parte del pueblo catalán. La manera de evitarlo es saliendo a la calle, no para defendernos a nosotros sino para defender su derecho a la autodeterminación, y denunciar a nivel internacional el carácter demofóbico del Estado español.
Sabe que si no va a declarar, quien vendrá a detenerla serán los Mossos.
Sí, lo sé.
¿Está de acuerdo en que los Mossos cumplan las instrucciones de la Fiscalía o cree que también deberían desobedecerlas?
Lo que creemos es que detrás de la decisión hay una responsabilidad política. Lo que hace falta es que pongan en marcha todos los mecanismos para que pueda ejercerse el derecho a la autodeterminación y esperamos que el Govern trabaje en este rumbo, que es el que él mismo se ha marcado.
¿O sea que considera que el conseller de Interior o el presidente de la Generalitat deberían dar la orden a los Mossos de que desobedezcan a la Fiscalía?
Correcto. Sería lo más lógico en un proceso que ha impulsado el propio Govern.
En alguna ocasión ha defendido que en Catalunya solo una minoría defiende la actual legalidad. Pero legalidad solo hay una, y mientras Catalunya forme parte de España, es la legalidad española.
Precisamente porque hay una legalidad que a día de hoy no nos permite ejercer el derecho a la autodeterminación, que es inalienable, universal y reconocido por el derecho internacional, lo que decimos es que si hay que practicar la desobediencia para defenderlo se hace.
En una entrevista publicada en diciembre del 2016 usted vaticinó que “habría hostias” en el camino hacia la independencia. ¿Sigue pensando lo mismo?
Esta fue una frase sacada de contexto y aprovecho para explicarla porque durante todo este tiempo nadie me ha dado la oportunidad de aclararlo. Yo no hablé de hostias en el sentido literal sino a los envites que lanzaría el Estado español contra el pueblo catalán. Y que teníamos que ser conscientes de que no se trataría solo de un referéndum de carácter festivo y de estar preparados contra esos envites. A día de hoy continúo pensando lo mismo.
Sí, el Estado español pondrá en marcha un conjunto de medidas represivas y es imprescindible que el pueblo catalán sea consciente de ello. Nosotros debemos trabajar con determinación para lograr que se celebre el referéndum.
¿Ha hablado con alguno de los alcaldes que se niega a ceder locales para el referéndum?
No, la verdad es que no. Además, no conozco personalmente a ninguno de los alcaldes que se han negado.
¿Entiende su posición?
Me cuesta porque, insisto, el derecho a la autodeterminación es un derecho básico. Entendemos que estos alcaldes deberían dejar que los ciudadanos de sus municipios puedan ejercer este derecho. Que puedan votar que sí o que voten que no, pero que puedan hacerlo libremente.