Torra y Urkullu se resisten a que Sánchez asuma sus competencias con el estado de alarma: “Es un 155”

Los gobiernos catalán y vasco no están dispuestos a aceptar de buen grado que el Gobierno central tome el control sobre sus competencias autonómicas. Tanto el president Quim Torra como el lehendakari Iñigo Urkullu han mostrado este sábado sus retiencias a que el Ejecutivo de Pedro Sánchez asuma el mando sobre sus cuerpos policías, Mossos d'Esquadra y Ertzaintza, y de los sistemas sanitarios vasco y catalán con el Real Decreto con el que tiene previsto declarar el estado de alerta.

Ambos ejecutivos autonómicos consideran que una medida así invadiría sus competencias. “Sería como un 155”, ha asegurado el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, aunque fuentes de la Lehendakaritza rechazan pronunciarse oficialmente hasta que se conozca la redacción definitiva del decreto del Consejo de Ministros. La administración vasca además considera que las medidas de contención de la extensión del coronavirus necesarias en este momento no pasan por el confinamiento de la población.

El Govern catalán, en cambio, sí considera que hacen falta medidas más agresivas que las que por el momento se han dictado desde el Gobierno central. Pero coincide con el vasco en oponerse a que el gabinete de Sánchez tome el control de algunas de sus competencias. Según ha considerado el Ejecutivo catalán en rueda de prensa, poner a los efectivos de Interior, entre los cuales los Mossos d'Esquadra, de Sanidad y de Transporte bajo las órdenes de un mando único, supondría una “invasión competencial”.

“No permitiremos que se vulneren nuestras competencias, y menos cuando el Estado actúa tarde y mal”, ha asegurado la consellera portavoz, Meritxell Budó, quien se ha mostrado su sorpresa por el retraso del decreto sobre el estado de alarma del Gobierno pues, según ha dicho, “cada minuto es un minuto de oro” para luchar contra el coronavirus.

Torra y Urkullu han hablado este sábado por la tarde, después de que se hayan conocido detalles del borrado del Real Decreto de estado de alarma. Ambos han coincidido en su oposición a un cambio competencial que dé a los ministros la autoridad última sobre la seguridad, sanidad y el transporte de las comunidades autónomas. Según ha indicado la consellera portavoz del Govern, esta medida sería una “recentralización de competencias” que, además, consideran innecesaria puesto que las autoridades catalanas “ya están actuando como deben”.

Por parte del gobierno vasco, las discrepancias no son solo competenciales, sino sobre todo sobre las medidas que deben tomarse. “No puedes limitar la movilidad de las personas más que en la medida en que sea absolutamente indispensable”, ha insistido Erkoreka en Radio Euskadi, apelando a que, según los análisis de las autoridades sanitarias autonómicas sobre el número de casos y la robustez del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), el confinamiento sería una medida demasiado lesiva.

Con todo, el Ejecutivo vasco confía todavía en que, de aquí al lunes, el Gobierno central “delegue” en el lehendakari, como representante máximo del Estado en la comunidad autónoma según el Estatuto, el mando único de la coordinación de la gestión de esta crisis. De hecho, ya ha promulgado este sábado también medidas en materia de transporte con un tenor muy similar a las que se prevén implementar con el estado de alarma, como reducir al 40-60% los servicios ferroviarios autonómicos.

Euskadi, en todo caso, no quiere romper la baraja y todas las fuentes garantizan que se aplicarán las medidas acordadas, sean cuales sean. Las conversaciones entre Vitoria y Madrid han sido recurrentes en las últimas semanas y el entorno de Urkullu espera que la situación se encauce en las próximas horas, también teniendo en cuenta las quejas en el mismo sentido de la Generalitat catalana.

Más beligerante se ha mostrado el Govern, que ha manifestado su oposición a que el Gobierno central tome sus competencias indicando que “no lo permitirán”. “Es un momento en el que hace falta la colaboración entre administraciones, no la recentralización, y menos cuando nuestros cuerpos han mostrado que pueden hacer las cosas de forma muy profesional”, ha asegurado Budó.

Poco antes de la rueda de prensa, Torra había avanzado la posición de su equipo sobre esta medida, en un mensaje de Twitter en el que ha asegurado que no podía “aceptar” que el Gobierno central “confisque” las competencias que Catalunya tiene asignadas.

Sobre el confinamiento ordenado este viernes y para el que el Govern reclamó el auxilio del Gobierno, el conseller del Interior, Miquel Buch, ha asegurado que el cierre de los accesos es “una medida que había que tomar” debido a la situación de alerta sanitaria. Sin embargo ha lamentado no tener respuesta del Estado sobre el cierre del puerto, aeropuerto y ferroviario que habían reclamado. “El Estado debe actuar con las comunidades que no han hecho el trabajo, no con las que han obrado como hemos hecho nosotros, con disciplina y haciendo lo que había que hacer”, ha dicho. “Esperamos que nos respondan que sí [al cierre de accesos]”, ha añadido.