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Gobierno y Generalitat se conjuran para intentar que su apuesta por el diálogo no embarranque definitivamente

En el Govern catalán aseguran que el Ejecutivo de Pedro Sánchez les trasladó hace unas semanas que los socialistas estaban dispuestos a “empezar a asumir riesgos”. Por eso consideran que hablar de una mesa de partidos y buscar una figura independiente que pueda actuar como “relator” es un paso que demuestra esa voluntad de afrontar un diálogo en serio. Una voluntad que, según fuentes socialistas, es firme, pese a las críticas internas que ha desatado y la furibunda reacción de PP y Ciudadanos.

Este miércoles hubo varios contactos, tanto entre el Govern y el Ejecutivo central como entre el PSC y el PSOE. En una videoconferencia que ha durado una hora y media y en la que han participado la vicepresidenta, Carmen Calvo; el vicepresidente catalán, Pere Aragonès; y la consellera de Presidència, Elsa Artadi, ambas partes se han emplazado a seguir negociando una fórmula que permita avanzar a pesar de la polémica creada por el anuncio de la aceptación de una figura que actúe como notario en una mesa de partidos todavía no concretada. “La conversación no ha ido mal”, resumieron al acabar fuentes del Ejecutivo catalán, mientras que en la Moncloa enmarcan la videoconferencia en la voluntad de seguir trabajando para buscar “una solución para Catalunya”.

Fuentes de la Generalitat explican que ya en la última reunión que Calvo mantuvo con Aragonès y Artadi la parte catalana le comunicó a la vicepresidenta cuáles eran los nombres que el Govern consideraba que podían actuar como mediadores. Esas mismas fuentes aseguran que eran todos del ámbito internacional. Pero en la Moncloa insisten en que esa figura debe ser un catalán.

Puigdemont lleva meses reclamando una mediación internacional. En su libro La crisis catalana, una oportunidad para Europa, el expresident argumenta que esa es la única manera de intentar resolver el conflicto catalán: “Los catalanes pedimos una mediación internacional independiente. Sobre todo, porque de entrada supondría reconocer que hay un problema. España debe reconocer que necesita ayuda para salir de este agujero donde se ha metido”. En octubre del año pasado, Puigdemont insistió de nuevo en la misma idea en un artículo que firmó conjuntamente con Quim Torra en la revista Neewsweek.

En el Govern, o al menos en una parte, asumen que el hecho de que sea alguien de fuera puede complicar todavía más su gestión a Sánchez. Además, la figura del relator o el intermediario tampoco es percibida igual por los partidos independentistas. Mientras que para JxCat la existencia de un agente imparcial en la mesa es suficiente, ERC considera que esta debe ser de dimensión internacional y actuar como intermediador.

Más allá de la polémica sobre si se debe recurrir o no a la figura de un “relator”, todavía no existe acuerdo sobre el formato de la mesa de negociación en la que debería participar. En el Gobierno catalán afirman que el pacto con Calvo era que estuviese integrada por dos miembros del PSOE, dos de Junts per Catalunya, dos de ERC y dos del ámbito de Podemos y los 'comuns'. En la Moncloa replican que la representación socialista estaría integrada por el PSC, es decir, en la práctica sería la misma mesa que ya existe y que se reunió este martes. Una solución intermedia, apuntan fuentes del PSC, sería que fuese la mesa que ya existe pero que pudiese ampliarse a representantes de fuerzas “homólogas” y así contase con la asistencia del PSOE y de la dirección del partido de Pablo Iglesias.

ERC no afloja

Esquerra insiste en que, más allá del debate sobre la existencia o no de una mediación, no ha cambiado de opinión respecto a su rechazo a los presupuestos de Sanchez. Según explican fuentes de la dirección, el requisito de que la Abogacía del Estado y la Fiscalía rebajen los cargos contra los líderes independentistas encausados se mantiene intacto como exigencia para retirar la enmienda a la totalidad a los Presupuestos de Sánchez. El “fin de la represión”, tal y como lo verbalizó este martes el portavoz Sergi Sabrià, sigue siendo la principal exigencia para sentarse a hablar de las cuentas con el PSOE.

Todo este debate, concluyen en el PSC, será estéril si los independentistas no se avienen a aprobar los Presupuestos del Gobierno central. No habrá ni tiempo, puesto que las elecciones estarán más cerca, ni ganas de asumir un mayor desgaste por una negociación con unos partidos que habrán rechazado una ley tan importante como esta.