El misterio del agente de la Policía Nacional que disparó la bala de goma que reventó el ojo derecho a Roger Español puede estar más cerca de resolverse. El joven herido el 1-O, al que representa el centro Iridia para la defensa de los derechos humanos, ha aportado al juez de Barcelona que investiga la actuación policial un informe pericial que identifica por primera vez a uno de los antidisturbios imputados como “autor material” del disparo.
El juez mantiene investigados a los once escopeteros de la Policía Nacional que intervinieron el día del referéndum en los aledaños de la escuela Ramon Llull, donde fue herido Español. Ninguno de ellos ha reconocido la agresión en sus respectivas declaraciones ante el instructor, y todos han ofrecido una versión común: se tenían que disparar balas de goma –prohibidas en Catalunya a los Mossos d'Esquadra, cuerpo competente en orden público– porque quedaron “aislados” y tenían que abandonar la zona para evitar “una tragedia”.
Tras más de un año de investigación, en la que los testigos han avalado que fue un policía quien disparó, el centro Iridia ha aportado al juez el informe pericial videográfico que analiza los movimientos de los escopeteros que intervinieron en el Ramon Llul. El perito se ha basado en los más de 30 vídeos que constan en el sumario y en la complexión física, la posición en el el momento del disparo y los elementos diferenciales de la vestimenta de cada uno de los policías (de qué lado del cinturón llevaban colgando la gorra y si vestían espinilleras y guantes).
La conclusión del informe es que solo un antidisturbios, que llevaba como número identificador el TIP 110.843, pudo disparar la bala de goma que dejó sin visión en el ojo derecho a Español. En su declaración como investigado, este agente no se situó en la acera donde fue herido Español, sino en el otro lado de la calle Sardenya.
“La identificación es clara e indubitada”, han afirmado los letrados Anaïs Franquesa y Andrés García Berrio, del centro Iridia, que confían en que el juez instructor acoja las tesis del informe pericial tras más de un año y medio de investigación. Hasta ahora la instrucción no había arrojado ningún indicio claro sobre la autoría del disparo. A su vez, Español permanece investigado por lanzar una valla a un agente antes de recibir el disparo.
El hallazgo de la acusación ejercida por Iridia y Español no es menor. Cabe recordar que en todos los casos de heridos por balas de goma en Catalunya no ha sido posible identificar al mosso d'esquadra que había disparado. Ocurrió en el caso de Ester Quintana –el único que ha llegado a juicio, en el que los agentes acusados terminaron absueltos al no poderse determinar al 100% que dispararon–.
Otros casos de mutilaciones por balas de goma de la policía catalana no llegaron ni a juicio. Y en el más reciente, el caso Cabacas en Euskadi, la Justicia tampoco encontró al autor material del disparo, si bien se condenó al jefe del dispositivo por permitir el disparo en un callejón cuando no era necesario.
Franquesa también ha acusado al subinspector y al inspector responsable de las unidades que intervinieron en el Ramon Llull de “encubrir” al agente que presuntamente disparó. El segundo ya está investigado, pero hasta ahora el subinspector no había sido situado en la misma acera donde se produjo el disparo. La letrada ha avanzado que pedirá su imputación porque tras el disparo que hirió a Español se produjeron otros dos disparos hacia los periodistas y manifestantes que estaban en la calle Sardenya. “Queremos llevar hasta el fina el proceso judicial”, ha cerrado Español.