Cinco años después del caso Quintana, un juez de Barcelona vuelve a tener sobre su mesa una querella por una lesión provocada por el disparo de una bala de goma. Roger Español, herido el 1-O tras impactar en su ojo un proyectil de la Policía Nacional en los aledaños de la escuela Ramon Llull, ha presentado este martes una querella contra tres agentes antidisturbios por un delito de lesiones ante el juzgado de instrucción 7 de Barcelona, que investiga la actuación policial en la capital catalana.
Lo primero que Español, representado por las letradas Anaïs Franquesa y Laia Serra, pide al juez es identificar al escopetero de la Policía Nacional que le disparó, algo que resultará de vital importancia para la investigación. A los que sí han logrado identificar las abogadas es a dos mandos de los antidisturbios que dirigieron el operativo en el colegio Ramon Llull. La querella también se dirige contra ellos.
La querella expone que un escopetero, de momento no identificado, “apuntó recto y disparó” directamente a la cara de Español, que “inmediatamente notó el impacto en la parte derecha de la cara”. Remarca la querella que ni Español, que estaba en la calle Sardenya entre Diputació y Gran Vía en el momento el impacto, ni otras personas de su alrededor estaban provocando disturbios.
“Iniciamos el camino judicial para pedir justicia, verdad y la erradicación de las balas de goma en el conjunto de España”, ha explicado la letrada Anaïs Franquesa, del centro Irídia para la defensa de los derechos humanos. La abogada ha concretado que tienen hasta ocho escopeteros de la Policía Nacional identificados que estaban en los alrededores de la escuela Ramon Llull, y se ha mostrado convencida de que el juez de instrucción 7 de Barcelona imputará al antidisturbios que disparó a Español.
Además de querer “llegar hasta el final” en este caso, en paralelo al proceso final los querellantes buscan lograr que la lesión de Español sirva para derogar el uso de las balas de goma en todo el Estado, al igual que ocurrió en Catalunya con los Mossos después del caso Quintana.
“Quiero ser el último herido por bala de goma de todo el Estado”, ha afirmado Español en rueda de prensa. Ha explicado que en el momento del disparo se dirigía a casa de sus padres a buscar una silla para que su madre se pudiera sentar mientras esperaba para votar el 1-O. A consecuencia del impacto, ha perdido la visión del ojo derecho y a sufrido varias lesiones en los huesos de la cara.
“La legislación de las balas de goma en el Estado es difusa, pero no queremos mejorar o regularlas más, sino abolirlas”, ha zanjado la abogada Laia Serra. Para lograr la prohibición de las balas de goma, lo querellantes tienen el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, que también se personará como acusación particular en la causa. “El caso de Roger Español concentra toda la barbarie que se vivió el 1 de octubre”, ha afirmado el teniente de alcadía Jaume Asens.
El propio Español ha grabado en un vídeo en el que pide la colaboración ciudadana para identificar al policía que le disparó, y en el que también ha participado Ester Quintana, que cinco años después todavía no sabe qué Mossos d'Esquadra le reventó un ojo. Español no quiere que su caso termine igual.