La actuación de la Policía Nacional en Barcelona el 1-O suma otros trece agentes imputados –investigados, según la nueva denominación– por las cargas en la escuela Ramon Llull. Se trata del centro donde se produjo la herida más grave derivada de la actuación policial: Roger Español perdió la visión del ojo derecho a consecuencia del impacto de una bala de goma. El agente que disparó todavía no ha sido identificado y el juez también ha imputado a Español por lanzar una valla a un antidisturbios.
El auto del juez que investiga las cargas, del que ha informado en primer lugar Voz Populi, expone nuevamente varios empujones, patadas y golpes gratuitos por parte de agentes. Uno de los antidisturbios “coge por detrás del cuello y arrastra varios metros” a uno de los concentrados cerca del colegio Ramon Llull “sin que se comprenda la necesidad de llevar a cabo tal maniobra”.
El teniente de alcaldía de Barcelona, Jaume Asens, ha celebrado las imputaciones de los agentes, que suman a los nueve antidisturbios que ya estaban investigados. En total, ya hay 22 agentes investigados por las cargas del 1-O en siete escuelas de Barcelona, mientras que otras 50 denuncias relativas a la actuación policial en seis colegios han sido archivadas.
Asens ha insistido en conocer las “directrices y órdenes concretas” que recibieron los agentes del 1-O por parte de los mandos policiales y ha vuelto a lamentar la inacción de la Fiscalía en la investigación de las cargas, habida cuenta de que las imágenes y vídeos que han servido para investigar a los agentes las han aportado las acusaciones particulares de los heridos y la popular que ejerce el Ayuntamiento de Barcelona. “La pasividad de la Fiscalía del Gobierno de Pedro Sánchez es la misma que la del Gobierno del PP”, ha zanjado.
Asimismo, Asens ha lamentado la imputación de Español y ha confiado en que el joven “rápidamente se pueda sustraer de la condición de investigado”.