Catalunya se ha despertado pendiente de la CUP. Poco antes de las 11h de la mañana se ha puesto en marcha la reunión entre el consejo político y el grupo de acción parlamentaria (GAP), los dos organismos que tienen que decidir si se inviste, o no, Artur Mas como presidente de la Generalitat. Está previsto que a las 16h de la tarde se haga público el resultado, según informan fuentes de la izquierda anticapitalista a Catalunya Plural.
“Cada cinco minutos me huelo un desenlace diferente”, explican militantes de la asamblea de Barcelona de la CUP, que pronostican una votación “incierta” y nuevamente “igualada”. En total participarán 93 personas, de las cuales 68 tendrán derecho a voto. Una cifra en la que se cuentan los 57 representantes de las 13 asambleas territoriales y los 11 representantes de las organizaciones vinculadas a la CUP. Sin derecho a voto, también participan del encuentro los 15 miembros del secretariado nacional y los 10 diputados electos al Parlamento de Catalunya.
La cita, que ha generado una gran expectación mediática y que se celebra en el centro cívico Pere Quart de Barcelona, llega tras el increíble empate que se produjo en la asamblea nacional de Sabadell. Los miembros del consejo político y el GAP deben votar sobre dos propuestas. La de investir a Mas: dar dos votos a favor y ocho abstenciones. Y la que no investiría al líder de CDC: dar cinco votos a favor y cinco en contra, o bien, 10 abstenciones.
Tal y como ocurrió hace una semana, la división interna en la CUP hace difícil los pronósticos. Ayer votaron las asambleas territoriales, que envían al consejo político entre tres y seis representantes en función de su influencia en militantes o concejales. Mientras que en algunas comarcas, como las gerundenses, se apuesta por investir Mas, las agrupaciones más cercanas al área metropolitana de Barcelona, se inclinan por no apoyar al candidato de Junts Pel Sí, tal como la formación se había comprometido en campaña.
Si la división entre las asambleas territoriales está servida, entre las organizaciones vinculadas a la CUP a través de la Crida Constituent también reina la pluralidad. Una de las corrientes principales de la CUP, Poble Lliure, acepta la investidura de Mas. Todo lo contrario que Endavant, el otro gran alma de la CUP. Otras organizaciones, como Arran, la Coordinadora Obrera Sindical (COS), Corrent Roig, En Lluita o el sindicato de estudiantes SEPC también rechazan a Mas.
Ante la incertidumbre de lo que pueda suceder en el seno de la CUP, la mesa del Parlament prefirió curarse en salud y reservar de forma “preventiva” la agenda para un posible pleno de investidura la semana de Reyes.
El discurso de Artur Mas se produciría lunes 4 de enero, y la primera votación, el día 5. En la primera vuelta, el actual presidente en funciones necesitaría mayoría absoluta para ser investido y, por tanto, al menos seis votos favorables de los cupaires -para llegar a los 68 diputados-. Si no se obtiene suficiente mayoría, la segunda votación se haría 48 horas después, es decir el 7 de enero. Es aquí cuando sólo se requeriría la mayoría simple, es decir con dos votos a favor de la CUP y la abstención del resto de los diputados Mas sería, de nuevo, presidente.
Si en este escenario tampoco logra mayoría, el 10 de enero se convocarían automáticamente elecciones, previstas para el mes de marzo.