La preferencia por una Catalunya independiente está en mínimos históricos. Así lo refleja el Centro d'Investigacions Sociològiques (CEO), que ha hecho público este viernes su último sondeo, en el que el independentismo cae hasta el 40,8%, una cifra no vista desde que comenzara el 'procés'. Por primera vez desde 2012 los partidarios de la autonomía son más que los independentistas.
Según estos datos, entre octubre pasado y ahora, un 7,2% de los catalanes se han desencantado de la idea de un Estado catalán, mientras que los contrarios a la independencia han crecido desde el 43,6% a la cifra récord del 53,9%. La preferencia por que Catalunya tenga más autogobierno sigue siendo ampliamente mayoritaria, con un 52,3% entre independentistas y federalistas, pero los partidarios de continuar como comunidad autónoma son por primera vez la opción preferida, con un 36,3%, cuando en octubre eran el 27,4%.
El sensible cambio en el sentimiento independentista se refleja también a la hora de valorar la estrategia que debería seguir Catalunya respecto a su autogobierno. Los partidarios de la vía unilateral hacia la independencia son ahora el 19%, mientras que buscar un acuerdo bilateral con el Gobierno central tiene el apoyo del 35,9% de los catalanes. Abandonar el 'procés' para buscar una reforma constitucional que mejore la autonomía es la opción por la que apuesta el 20,8%, mientras que el 11,7% apuestan por seguir como hasta ahora.
La vía del acuerdo es además mayoritaria entre los principales partidos independentistas, ya que más de la mitad de los votantes de JxCat y ERC consideran que se debe buscar el diálogo bilateral con el Gobierno o la reforma constitucional. Solo en la CUP gana la vía unilateral, con un sólido 74,2%.
Respecto a los resultados electorales, tras las elecciones del 21 de diciembre los datos del CEO sostienen que ERC estaría en disposición de empatar con Ciutadans, ya que los primeros crecerían entre 1 y 3 escaños, los mismos que perdería la formación de Inés Arrimadas. También la lista de Carles Puigdemont perdería fuerza, con una caída de entre 3 y 5 representantes. Con todo, el independentismo conservaría con holgura su mayoría absoluta gracias al crecimiento de la CUP, que se podría doblar.