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La incógnita sobre los exconsellers mantiene al independentismo sin mayoría ante el inicio de la legislatura

El Parlament de Catalunya iniciará la andadura de su XII legislatura este miércoles, una vez descartada por parte de ERC la propuesta de JxCat de bloquear la sesión de constitución del pleno. Será ese mismo día cuando se constituya la Mesa, cuya composición se elige mediante tres votaciones consecutivas para las que el bloque independentista aún no tiene garantizada la mayoría.

Los partidos independentistas desean trasladar su dominio en el pleno al máximo órgano de gobierno del Parlament, pero en este objetivo se interponen dos obstáculos: hay cinco diputados en Bruselas que no pueden poner un pie en suelo español sin ser detenidos y otros tres en prisión que dependen de la decisión del juez para disfrutar de un permiso penitenciario que les permita acudir a votar al Parlament.

Respecto a los cuatro exconsellers que acompañan a Carles Puigdemont en la capital belga, diputados electos dos por JxCat y otros dos por ERC, los partidos han intentado que renuncien al escaño para que sean sustituidos. Pero, por el momento, esto no ha ocurrido. En parte porque algunos de los exconsellers tratan de negociar las condiciones de su renuncia al acta, ante el temor de poder “quedarse colgados” en Bélgica, según explican fuente cercanas.

A esto se suman las dificultades que tiene el trámite legal para renunciar al acta de diputado desde el extranjero. Las juntas electorales provinciales están reclamando a los electos que renuncien mediante documento escrito, que desde Bélgica solo pueden presentar ante la embajada española. Ahora bien, la embajada es suelo español, por lo que serían detenidos. Así, los diputados que deseasen renunciar desde Bélgica necesitarían renunciar ante notario y que fuera éste quien convalidara el documento ante la junta electoral.

Respecto a los diputados encarcelados, por el momento solo Oriol Junqueras ha pedido formalmente al juez que le permita acudir al Parlament a votar, y también ha reclamado ser trasladado a una prisión catalana para facilitar los desplazamientos al hemiciclo a lo largo de la legislatura. Jordi Sànchez y Joaquim Forn no lo han reclamado aún, pero se prevé que lo hagan en los próximos días. Será el magistrado del Supremo Pablo Llarena quien deberá decidir si finalmente a los tres se les permite o no acudir a la sesión de constitución del Parlament.

La posible llave de los 'comuns'

Los partidos independentistas son conscientes de que, en los escasos seis días, su mayoría puede no hacerse efectiva si ni los cuatro diputados en Bélgica renuncian ni a los tres encarcelados se les permite la salida. Si ambas cosas ocurriesen conjuntamente, la suma de las formaciones independentistas daría 63 diputados, dos menos que los 65 que tendría el resto de partidos. Ante esta posibilidad, el bloque valora un tercer factor como es la posición de los 'comuns' y sus ocho diputados, que podrían decantar la balanza.

En la reunión mantenida el pasado martes entre Carles Puigdemont y Marta Rovira los de Jxcat propusieron bloquear la constitución del Parlament con la ausencia de todos sus diputados si, por los factores explicados, peligraba su mayoría en el pleno. Este bloqueo fue rechazado por ERC, que sí aceptó intentar la investidura de Puigdemont bien por la vía telemática o bien por la delegada. Los partidos también hablaron de intentar hacer que su mayoría en escaños se reflejara en la composición de la Mesa.

Sin embargo, esta mayoría podría finalmente no materializarse en la Mesa si necesitasen los votos de Catalunya en Comú para superar al bloque formado por Ciutadans, PSC y PP, que ya se ha prometido lealtad en las votaciones. Por eso el grupo de Xavier Domènech quiere utilizar su posición de bisagra para reclamar un asiento en la Mesa para su diputado Joan Josep Nuet. Esto implicaría que, de los siete asientos de la Mesa, los independentistas solo acabaran teniendo tres.

Si no mayoría, al menos presidencia

ERC no se cierra a esta ceder a la petición de los 'comuns', consciente de que los de Domènech se han negado a apoyar candidatos de Ciutadans a la Mesa. Pero si no hay pacto con los independentistas, Catalunya en Comú podría dar su apoyo a candidatos del PSC, lo que podría dejar al bloque secesionista no solo sin mayoría en la Mesa sino también sin la presidencia o la vicepresidencia primera.

Por ello el independentismo se decanta por intentar, en primer lugar, garantizar su mayoría pero, si esto no fuera posible, rebajar sus aspiraciones a tres asientos de la Mesa pero mantener la presidencia.

Ahora bien, si esto pasara las opciones de que Carles Puigdemont sea investido en ausencia caen a mínimos. Los 'comuns' ya han avisado que no están dispuestos a apoyar ninguna de las dos fórmulas que JxCat baraja para presentar el programa de gobierno sin que el candidato comparezca presencialmente. El PSC, por su parte, ya ha anunciado que reclamará un dictamen sobre esta cuestión a los letrados del Parlament, que probablemente se posicionarán contrarios a la vía por la que Puigdemont desea obtener su reelección.