Jordi Cañas (Barcelona, 1969) es más conocido en Catalunya que muchos políticos que llevan años en activo. Empezó como militante del PSC y fue uno de los primeros tres diputados que tuvo Ciudadanos en el Parlament. Demostró rápidamente que es uno de los parlamentarios que más y mejor ha polemizado en la Cámara catalana. Renunció a ser portavoz de Cs en 2014 cuando fue imputado por un caso de fraude fiscal en una empresa familiar. Un caso del que fue exculpado este mes de febrero. Actualmente es asesor de Ciudadanos en el Parlamento Europeo y sigue en la primera fila aunque ya no sea diputado.
Usted ha hecho un paralelismo como mínimo controvertido entre los republicanos que en el 39 huían de Franco y los políticos independentistas que ahora se han ido al extranjero. ¿Qué pretende decir?
¿Sabe lo que es controvertido? Que Puigdemont se llame a sí mismo exiliado. Eso no es controvertido, eso es un insulto. Me parece obsceno que este personaje se compare con esa gente perseguida por los fascistas, que tuvo que desgarrarse de su país y de su familia. Este personaje es un golpista que ha amenazado los derechos y libertades de los ciudadanos de Catalunya en el pleno del Parlament del 6 y 7 de septiembre y que ha subvertido el orden constitucional. Este tipo no es un exiliado, es un prófugo de la justicia. Sí, España ha cambiado mucho. Hace 80 años se exiliaban los demócratas y ahora se exilian los golpistas. Y hace 80 años los perseguían los golpistas y ahora los perseguimos los demócratas.
Hay juristas que interpretan que no han cometido el delito de rebelión que se les imputa.
Pues entonces que vengan a España. Los juristas pueden decir lo que quieran, igual que yo. Pero la opinión válida es la de los juristas del Supremo. Javier Pérez Royo puede opinar lo que quiera e incluso tal vez tenga razón. Pero Pérez Royo no está en el Supremo. Está Llarena.
Pérez Royo no es independentista.
Me da igual lo que sea. Y me da igual lo que sea Llarena. Parece que ha habido un golpe de Estado promovido por un gobierno que tiene el apoyo de una parte de la sociedad civil. En el 23-F no se pudo determinar cuál era la trama civil. Pues aquí sí, la trama civil es la ANC. Un juez deberá dictaminar si es así. Según la tesis del juez Llarena hay una decisión de violentar el ordenamiento constitucional, una organización criminal en la que están el Gobierno, los partidos y una parte de la sociedad civil que ha funcionado coordinadamente para hacerlo.
Su supremacismo casi congénito les llevó a pensar que sus actos no tendrían consecuencias. El 9N se cruzó el rubicón. Hasta entonces era todo escenificación. El único juicio político que ha habido fue el del 9N cuando la Fiscalía no acusó a Mas y compañía de malversación de fondos públicos.
¿Por qué cree que no los acusó?
Para que no fueran a prisión. Era mucho más evidente la malversación en el 9N que la ingeniería posterior cuando utilizaron las fórmulas que usan los defraudadores para evitar el seguimiento de su dinero. Sin embargo, la Fiscalía, quizá con buen criterio, no quiso que acabasen en la cárcel. Después, demostrar jurídicamente que se ha urdido un golpe de Estado es complicado. Ellos siempre se escudaban en la legitimidad parlamentaria para eludir la obligación penal. ¿Qué es lo que pasó? La respuesta es Santi Vidal. Con él empieza todo. A través de la investigación sobre Santi Vidal se consigue toda la información. Lo precipita todo: las entradas y registros en las consejerías, el asedio a las consejerías, las movilizaciones en defensa de los detenidos...
A algunos les conoce. Incluso dice que son buena gente.
Por ejemplo, Ramona Barrufet que estaba en la Mesa del Parlament es una mujer encantadora. ¿Son buena gente? Sí. ¿Y? ¿Los que van a 190 por la autopista son todos locos o criminales? ¿Qué argumento jurídico es el decir que son buena gente? La pregunta es: ¿Han hecho o no aquello que dice el juez que han hecho? Que alguien considere que no le gusta o que la prisión provisional durante la instrucción es injusta puede discutirse, pero otra cosa es cuestionar que se haya cometido un delito.
¿Considera que se está abusando de la prisión preventiva?
Yo no soy juez. Podemos cuestionar en general el uso que se hace de la prisión preventiva. Hay 8.000 personas en esta situación. Lo que me sorprende es que haya gente que ahora ha descubierto que las cárceles son unas instituciones de castigo y punitivas. Me parece lamentable que aquellos que defienden que España es un país que tiene una democracia de bajo nivel estén reclamando la no separación de poderes. Es lamentable que los legisladores estén criticando las acciones de un poder, el judicial, que es independiente. Es lamentable que en Catalunya se haya normalizado que cargos públicos asedien la sede de un tribunal intimidando a jueces y fiscales.
Usted habló en la última manifestación de Societat Civil Catalana. También lo hizo Rosa María Sardà. ¿Por qué no le gustó que Sardà en su discurso señalase que Rajoy es también responsable de la situación en la que se encuentra Catalunya?
Pongo en valor que viniese Rosa María Sardà. Respeto mucho su opinión y aprecio muchísimo su gesto. Fue una decisión muy valiente y comprometida. Todos tenemos que aprender que nadie tiene la verdad absoluta. La opinión de Rosa María Sardà es esa y la mía es la que expuse. Todos somos responsables, sí, todos. Yo también, y tú, todos los ciudadanos lo somos. Pero después hay actores políticos que tienen mucha más. El problema de Rajoy es el problema de Rajoy con la política. Pero no es el problema con Catalunya.
¿Si hubiese estado en el sitio de Rajoy qué hubiese hecho?
Es muy fácil. En un Estado de Derecho se cumple la ley.
Ya, ¿pero si hubiese sido el presidente, qué hubiese hecho?
Si hubiese sido el presidente del Gobierno el 8 de septiembre, hubiese activado la ley de seguridad nacional, hubiera puesto los Mossos bajo el control del Gobierno de la nación y ante la evidencia de que se estaba urdiendo un golpe de Estado, hubiese activado el 155 y hubiese destituido al Govern de la Generalitat.
¿Y ahora, qué haría?
El diagnóstico es que las relaciones entre el Gobierno de Catalunya y el de España en su lógica histórica se han roto. Las relaciones internas en Catalunya también se han roto. Esto es el final del pujolismo. Ahora, la única forma de poder empezar a hablar es volver al espacio de diálogo y eso es el marco legal. Cuando dejemos la prepolítica y la metapolítica, volveremos a la política. Al tedioso debate para intentar llegar a acuerdos sin que nadie se sienta herido. Pero para ello hay que compartir un vocabulario político en el que nadie se atreva a llamar colonos, 'botiflers' o anticatalanes a más de la mitad de los catalanes.
Que nadie siga pensando que esto es suyo, que la sociedad les pertenece. Que las calles, los bomberos, el Palau de la Música son suyos. Yo no estoy de alquiler en Catalunya y callarse para que no te echen del piso o subirte la renta se ha acabado. Aquí mientras estuvieses callado o fueses un Fachin, un Rufián o una Talegón no había ningún problema. Pero esto se ha acabado.
¿Qué quiere decir con ser un Fachin, un Rufián o una Talegón?
Pues que mientras seas el negro del tío Tom, no hay problema. Ese rol a mí no me preocupa. Cada uno con su vida hace lo que quiera. No es una crítica. Lo que critico es que haya quien piense que solo puedes hacer política si juegas ese rol. Por lo que yo he luchado, lucharé y además creo que se ha conseguido es que ese axioma de qué es Catalunya y qué es ser catalán hay una parte importante de catalanes que ya no lo acepta. Es un punto de partida para avanzar hacia un solo pueblo que se reconozca plural.
¿Que Falange participe en las manifestaciones de Societat Civil no perjudica a esta entidad?
Tanto como que se manifiesten exterroristas o terroristas en las manifestaciones de la ANC.
¿Qué terroristas?
Carles Sastre, el señor que le puso una bomba a José María Bultó, al que hizo estallar en mil pedazos, ¿ese no es terrorista? Como estas cosas nunca se las preguntáis. Mira, a los de Falange yo no los vi. Y desde luego, no los conozco. Y desde luego, no estaban en la pancarta. Pero Fredi Bentanachs [fundador de Terra Lliure] sí ha estado llevando una pancarta. ¿Le habéis preguntado a la ANC por qué se manifiesta con flamencos que van con banderas nazis?
¿Cómo juzga el papel de la ANC?
Es el brazo civil del golpe.