Después de que el Govern pusiera este viernes toda la carne en el asador y reafirmara el carácter vinculante del 1-O, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), la principal entidad independentista, ha rebajado considerablemente este sábado las expectativas de la votación. El presidente de la ANC, Jordi Sànchez, ha considerado “un éxito desbordante” que un millón de personas voten este domingo, una cifra que supondría no llegar a la mitad de votantes de la consulta del 9-N de 2014.
“Querríamos que participara cuanta más gente mejor, pero es evidente que el cerco del Gobierno español al 1 de octubre nos pone un listón muy alto, un millón de personas sería un éxito desbordante con esta beligerancia del Estado español, y nosotros trabajaremos para superar esta cifra”, ha aseverado Sànchez.
En la rueda de prensa que Sànchez ha ofrecido junto al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, el día antes del referéndum, el líder de la ANC ha criticado lo que ha denominado como “sitio” aplicado por el Gobierno a quienes organizan el referéndum del 1-O. Y ha admitido que “con esta presión puede ser difícil una alta participación”, pues ya es “una heroicidad haber llegado al 1 de octubre”.
La participación de un millón de personas en el referéndum del 1-O sería muy inferior a la consulta del 9 de noviembre de 2014, cita en la que, pese a ser un proceso participativo no vinculante, participaron casi 2,4 millones de catalanes.
Posteriormente, en su cuenta de Twitter, Sànchez ha matizado sus declaraciones: “Cuando hablo de que un millón no es un fracaso es para que nadie diga que, si hay represión, los resultados no son válidos. Que nadie dude”.
Por su parte, Cuixart –que, a diferencia de Sànchez, no ha hablado de ninguna cifra de participación en concreto– ha subrayado que la ley del referéndum aprobada por el Parlament establece que con “la mitad más uno” de síes ya se debe proceder a una proclamación de independencia, con la que ha indicado que se iniciaría “un periodo de negociación” con el Estado para aplicar los resultados.
Asimismo, Sánchez y Cuixart han ofrecido desconvocar la votación de este domingo –aunque no la han convocado ellos, sino la Generalitat– si antes de esta medianoche el Gobierno central plantea una oferta de referéndum pactado.
Sànchez ha señalado que, incluso con una participación de un millón de personas y una victoria del sí, “indudablemente” se debería seguir con la hoja de ruta soberanista –que incluye una proclamación de independencia–, aunque acto seguido ha añadido que “las derivadas de la jornada del 1-O las tendremos que analizar a partir de mañana”.
Los líderes de ANC y Òmnium Cultural han criticado la “espiral represiva” del Gobierno y han pedido a la ciudadanía que ejerza una “resistencia pacífica” ante cualquier actuación policial. En este contexto, Sànchez ha confiado en “la actitud de los mandos de la Guardia Civil” y les ha advertido de que “solo ellos serán responsables de lo que mañana pueda pasar”, al tiempo que ha remarcado que “aquellos que utilicen la fuerza son los que mañana perderán la batalla democrática”.