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Fèlix Millet acusa al tribunal del caso Palau de enviarle a prisión por “prejuicios e ideas preconcebidas”

El expresidente y saqueador confeso del Palau de la Música, Fèlix Millet, ha sacado la artillería para recurrir el auto que le envió a prisión provisional el pasado lunes. Además de argumentar que no hay riesgo de fuga, la defensa de Millet acusa a las magistrados de la sección 10 de la Audiencia de Barcelona de basarse en “prejuicios e ideas preconcebidas” para ordenar su ingreso en la cárcel. Si el tribunal no decreta su libertad provisional, Millet pide restar bajo arresto domiciliario.

El recurso del letrado de Millet, Abraham Castro, afea a los magistrados haber “tirado de modelo” para redactar un auto de prisión “que agota la capacidad de sorpresa de cualquiera”. Se refiere el abogado a que el auto del pasado lunes “contiene afirmaciones que nada tienen que ver” con el caso Palau, sino con causas ya juzgadas que también terminaron con un ingreso en prisión provisional. “Más aún –añade Castro– son contrarias a lo sucedido en el presente procedimiento”.

El recurso también recuerda que durante la instrucción del caso, hace ya nueve años, el juez Juli Solaz denegó la petición de la Fiscalía para enviar a prisión a Millet y a su segundo en el Palau, Jordi Montull, precisamente porque no había riesgo de fuga y por el “evidente” y “claro” arraigo de Millet en Catalunya, algo de lo que ahora duda el tribunal presidido por la magistrada Montserrat Comas.

“¡Cuán lejos quedan las palabras de aquel humilde Juez Instructor!”, ironiza el recurso de Millet, que critica a los magistrados por haber desdeñado el arraigo en Catalunya argüido por el antiguo mandamás del Palau para intentar evitar la cárcel. “¿De verdad no constituye arraigo el estar durante 82 años residiendo en un mismo lugar?”, se pregunta el recurso, que abunda: “¡Misterioso arraigo este!, que de ser 'evidente' y 'claro' para el instructor pasa a ser irrelevante” para los magistrados de la Audiencia.

Para reafirmar su tesis, Castro cita como jurisprudencia el “caso Nóos”, del que destaca el auto en el que la sección primera de la Audiencia de Palma acordó el 23 de febrero de 2017 dejar en libertad a Urdangarin, tras su condena a 6 años y 3 meses de cárcel por delitos de corrupción y fraude fiscal.

Los magistrados consideraron que la hipótesis de la fuga “no resulta irrazonable, ilógica o arbitraria”, la misma expresión que el recurso de Millet utiliza para criticar el auto de la sala. El escrito también censura y tilda de “sorprendente” que los magistrados consideraran irrelevante para valorar el arraigo de Millet el hecho de que el saqueador confeso del Palau tenga un hijo con minusvalía psíquica a su cargo pues. Recordaron los togados que dicha enfermedad no impidió a Millet saquear 23 millones del Palau y ser el intermediario para que Convergència cobrara comisiones ilegales, delitos por los que fue condenado a más de nueve años de cárcel.

El auto “se adentra en el terreno moral”

Esta última afirmación, según la defensa de Millet, “se aleja de toda consideración jurídica, para adentrarse en un terreno ciertamente delicado como es el de la moral, que no parece propio de una resolución” como un auto de prisión provisional, más cuando el expresidente del Palau confesó parte del saqueo en 2009 y ha estado a lo largo de los nueve años de instrucción a disposición de la justicia.

Asimismo, el recurso critica que los magistrados vieran como un riesgo de fuga el hecho de el patrimonio embargado a Millet no fuera suficiente para asumir las multas e indemnizaciones a las que fue condenado. “El que los bienes aportados cubran o no el total de la responsabilidad civil provisionalmente impuesta, en nada afecta al posible arraigo de mi representado, que será el mismo, tanto si ha podido satisfacer la responsabilidad civil como si no”, asevera Castro.

El letrado acusa además a la sala de asumir “un papel de parte” y de “falta de imparcialidad” por situar como un motivo de posible fuga el hecho de que las hijas de Millet viven en el extranjero, pues esta cuestión no fue mencionada por la Fiscalía en su petición de prisión provisional. Y le reprocha no haber tenido en cuenta la enfermedad en la espalda de Millet, que lo tiene postrado en una silla de ruedas.

Todo ello, para la defensa de Millet “revela la clara existencia de prejuicios e ideas preconcebidas” en los tres magistrados que ordenaron su prisión provisional, “cuyo único sustento son simples conjeturas y sospechas por las que de modo alguno puede enviarse a una persona a prisión”. De momento, Millet y Montull han sido trasladados a la prisión de Brians-2 que cuenta en su área de enfermería con mejores condiciones de accesibilidad para personas con movilidad reducida que la de Brians-1, donde ingresaron el lunes. Allí podrían estar hasta el 2022.