La tensión interna de Catalunya Sí Que es Pot (CSQP) se vio reflejada este miércoles durante el debate sobre la ley del referéndum. Los tres diputados de Podem abandonaron el hemiciclo en protesta por la actitud de Joan Coscubiela (ICV), que –según comunicó el diputado Albano Dante Fachín– había impedido dividir la intervención del grupo en dos turnos para que los morados se expresaran en el pleno.
Joan Coscubiela, portavoz de CSQP, responde sobre las tiranteces en su grupo y también sobre un referéndum que no considera “de verdad”. Este miércoles Catalunya Sí Que es Pot se abstuvo en la votación de la ley por dicho referéndum.
¿La imagen que ha dado el Parlament es la prueba de un fracaso colectivo?
Fue una imagen que a mí me dio mucha, mucha pena, que expresa la falta de diálogo y que ilustra algo brutal: la bunkerización del PP nos ha llevado a un callejón sin salida. Pero a esta actuación antidemocrática del Gobierno español no se le puede responder con otra actuación antidemocrática de la mayoría que configuran Junts pel Sí y la CUP. Ellos ayer negaron sus derechos a los diputados. En relación al derecho de las minorías, el Parlament cruzó el rubicón.
¿Qué pasa en su grupo, Catalunya Sí Que Es Pot? Porque tampoco es que vayan todos a la una.
Pasó una cosa muy importante y es que después de muchas dificultades se consiguió pactar una posición conjunta, una abstención, y unas enmiendas conjuntas. La intervención también recogió las diferentes sensibilidades de nuestras bases electorales que son tremendamente complejas, como nos han hecho saber durante estos días.
Pero su discurso fue uno de los más duros de los que se han escuchado en este pleno. Se abstuvieron pero parecía un discurso destinado a votar en contra de la ley del referéndum.
Hice un discurso de puño de hierro en guante de seda. Nosotros siempre hemos defendido el referéndum, incluso cuando algunos lo abandonaron. Y desde la autoridad moral que nos da esta posición podemos decir que el que se ha convocado para el 1 de octubre no es un referéndum de verdad, no es vinculante, no lleva a ningún sitio. La abstención explica que mantenemos nuestra apuesta por un referéndum pero no por este referéndum.
Pero en su grupo hay gente que sí da validez a este referéndum.
No, todos coincidimos que este no es el referéndum que necesita Catalunya. Sí hay compañeros que dentro y fuera de nuestro grupo creen que el día 1 hay que favorecer un ejercicio de movilización.
¿La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, debe ceder locales para el 1-O, tal y como han pedido por carta el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras?
Sería una imprudencia por mi parte darle consejos a la alcaldesa Colau.
Pues dígame qué haría si usted fuese alcalde.
Ya sabe que en política y periodismo el 'si fuese' no permite dar respuesta.
¿Cree que el 1 de octubre veremos urnas?
No lo sé y creo que no lo sabe nadie, ni los impulsores del referéndum. Que veamos o no urnas ese día no es el problema. El problema es que más pronto o más tarde tendrá que haber urnas en Catalunya en un referéndum vinculante. Para ello deberá ser inclusivo, con garantías democráticas y con un mínimo reconocimiento internacional. Esto es el referéndum pactado que nosotros siempre hemos planteado. Y hay margen constitucional para hacerlo si el PP no se hubiese bunkerizado. Espero que el PP y el resto de fuerzas españolas entiendan que no se puede seguir ni un minuto más sin abrir espacios de diálogo.
¿Si finalmente hay urnas, usted irá a votar?
Tengo que sopesar muchas cosas. De aquí al 1 de octubre pasarán muchas cosas. En política, como en periodismo, cada día es un día nuevo. Y de aquí al 1 de octubre, en términos políticos, es casi una era geológica.