Han hecho falta 44 días para que los partidos independentistas hayan podido aprobar un texto en el Parlament en respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas. Un mes y medio durante el que los independentistas han chocado una y otra vez sobre la redacción del texto, a la vez que el Tribunal Constitucional suspendía uno de los puntos, el que reiteraba la reprobación de la Monarquía y la autodeterminación. Finalmente este martes el Parlament ha aprobado una resolución para rechazar el juicio, acatando el veto del TC pero denunciándolo como una “censura” y una “injerencia”.
El pleno ha aprobado por mayoría absoluta exigir la libertad de los encarcelados y ha declarado la sentencia “injusta que limita el ejercicio de los derechos fundamentales y se enmarca en una deriva autoritaria”. El texto aprobado considera además un “escándalo democrático” la condena a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell.
Pero, además de la denuncia a la sentencia del Supremo, las enmiendas presentadas tras el veto cargan contra el Constitucional, al que consideran “un instrumento para dar apariencia de derecho formal a la voluntad del Gobierno del Estado de silenciar” la Cámara catalana. Los añadidos de los tres partidos vuelven a incorporar el texto suspendido, unos textos con los que salvan la resolución sin poner en riesgo penal al presidente Roger Torrent y los miembros de la Mesa, que están apercibidos de la obligación de paralizar cualquier incumplimiento del mandato legal.
“La sentencia es una venganza”, ha dicho la diputada de JxCat Elsa Artadi, “no solo contra 12 personas sino contra 2 millones de catalanes que hicimos posible el referéndum del 1-O”. La diputada ha asegurado que “nunca una rebelión salió de un parlamento” y ha denunciado que el Estado “comienza a estar gobernado por unos jueces a los que se les ha derivado un problema político”.
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha utilizado su intervención para cargar contra la suspensión del Alto Tribunal. “Aunque no les guste, en esta propuesta de resolución reiteramos que el Constitucional impone una censura intolerable al Parlament de Catalunya”, ha asegurado la diputada de ERC Marta Vilalta. En el mismo sentido, el diputado de la CUP Vidal Aragonès ha asegurado desde el atril que repetirán “tantas veces como haga falta” que la Monarquía “tiene origen en un régimen totalitario”.
A punto de iniciarse las conversaciones con el PSOE por la investidura, Vilalta ha utilizado también su intervención para mostrar la apuesta de ERC por “abrir una vía política y democrática” que pase por el diálogo.
Ciudadanos anuncia que irá a la Fiscalía
“Hemos visto a los tres partidos independentistas repitiendo el temario completo de las oposiciones a golpistas”, ha abierto su intervención la líder de Ciudadanos, Lorena Roldán. La de representante del principal grupo de la oposición ha acusado a la Mesa del Parlament de poner la Cámara “al servicio de los intereses independentistas”. “¿Es que no saben cómo acaba esto? Tienen compañeros encarcelados”, les ha recordado Roldán, quien ha comparado el debate de este martes con el del 6 y 7 de septiembre del 2017. La diputada ha anunciado que su grupo llevará el pleno ante la Fiscalía para que determine si se han cometido delitos en la votación o en el trámite por parte de la Mesa.
El diputado del PSC, Ferran Pedret, ha tratado de acercar posiciones, pese a mostrar un discrepancia “de fondo” respecto al texto que se sometía a votación. “Consideramos que volver a poner de forma literal el punto suspendido para denunciar esta suspensión no es volver a votarlo”, ha asegurado el socialista, rechazando la idea de que en el Parlament se hayan cometido delitos este martes y calificando de “legítima” la propuesta de rechazo a la sentencia. Pedret sin embargo ha argumentado que los poderes políticos deben estar sujetos a la ley y ha subrayado que en España rige un sistema “social y democrático”, por lo que ha considerado que debe acatarse la sentencia.
La diputada de Catalunya en Comú Marta Ribas también ha centrado su intervención para criticar la suspensión del Constitucional. “En un Parlament debe poder hablarse de todo”, ha dicho Ribas, “la gente no entiende que no podamos hablar aquí de lo que se habla en la calle”. La diputada ha recordado que la Constitución permite debatir sobre la independencia o sobre cualquier modelo de Estado, aunque también ha cargado contra los independentistas asegurando que eso no se puede hacer de cualquier forma y que tener una mayoría parlamentaria no legitima la unilateralidad.
JxCat y la CUP se disculpan por no estar a la altura
La discordia entre los independentistas, que provocó el primer retraso en el registro de la iniciativa parlamentaria, se ha mantenido hasta el final. JxCat, ERC y la CUP han presentado enmiendas, cada uno las suyas, que no han sido capaces de unificar. La solución de compromiso ha sido votar todos los grupos las enmiendas del resto. Así finalmente se han aprobado ocho parches diferentes aunque muy similares en contenido.
Esa división entre los independentistas, que durante las últimas ha estado a punto de hacer naufragar la propuesta, ha llevado a JxCat y la CUP ha hacer autocrítica en el pleno sobre la respuesta de los partidos a la sentencia. “No hemos estado a la altura”, han concedido. ERC, en cambio, ha evitado fustigarse aunque también ha destacado la importancia de la respuesta en la calle, en contraste con la resolución debatida este martes.