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Quim Torra logra ser investido president tras prometer una “república de todos” entre fuertes críticas de la oposición

Catalunya tiene president 144 días después de las elecciones del 21 de diciembre. El Parlament ha investido este lunes a Quim Torra en segunda votación. El resultado ha sido el esperado: 66 votos a favor de JxCat y ERC, 65 en contra de Ciudadanos, PSC, En Comú y PP, y cuatro abstenciones de la CUP. Mayoría simple y suficiente para que Torra tome posesión esta semana en el Palau de la Generalitat, aunque se prevé una presidencia breve y tutelada desde Berlín. “Nuestro president es Puigdemont”, se ha encargado de recordar el candidato desde el atril. En sus primeras palabras tras ser investido, ha agradecido a Puigdemont la “generosidad” por designarle sucesor y ha insistido en la restitución del expresident: “Lo investiremos”.

Torra ha insistido en las tres “vías de acción republicana” –el 'Consell de la República' en Bélgica y Alemania, el Govern y el Parlament y el “proceso constituyente” impulsado por la sociedad civil– para su legislatura. De lo expuesto por Torra, las instituciones con sede en Barcelona no serían protagonistas de una desobediencia abierta como en la legislatura anterior.

Torra ha apostado por recuperar el “contenido” de las 16 leyes sociales aprobadas en el Parlament en las últimas legislaturas y que han sido suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC). De volverse a aprobar, serían nuevamente suspendidas. El Govern deberá entonces decidir si desobedece, algo que Torra no ha expresado. También tiene números para acabar recurrido ante el TC el comisionado para evaluar los efectos del 155 que Torra ha prometido crear.

El candidato no ha querido ir más lejos y ha dibujado un programa de legislatura autonómica. Ha prometido desplegar la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC) sin rebasar el marco legal vigente. En el plano socioeconómico, ha apostado por desplegar por completo la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) aprobada la legislatura anterior, revertir la privatización de Aigües Ter–Llobregat, crear un salario mínimo interprofesional de 1.100 euros y desplegar el régimen sancionador de la ley contra la homofobia.

La falta de compromiso con la vía unilateral y la desobediencia ha enojado a la CUP, que no obstante ha facilitado la investidura de Torra. Aquí se acaba la colaboración de los asamblearios con sus exsocios independentistas.

“Pasamos a la oposición para construir políticas republicanas al servicio de las clases populares y mantener el conflicto democrático con el Estado”, ha anunciado el diputado de la CUP Carles Riera. Torra ha mantenido la mano tendida a los anticapitalistas y en su réplica ha insistido en que su proyecto es de los 70 diputados independentistas. Además, ha encargado a la CUP estar “alerta” por si su Govern cae en la “tentación autonomista”.

Los artículos y tuits de Torra

La segunda sesión del debate de investidura ha versado más sobre el nacionalismo catalán excluyente del candidato que sobre su programa de gobierno, augurando una legislatura en que los tuits y artículos pasados de Quim Torra aparecerán en cada pleno. De las réplicas de los grupos y la respuesta del candidato tampoco se desprenden señales de un cambio en la dinámica de bloques de la pasada legislatura.

La jefa de la oposición, Inés Arrimadas (Ciudadanos), y el líder del PSC, Miquel Iceta, han vuelto a reprochar los artículos del candidado, que se había disculpado en el discurso que ha abierto la sesión. Arrimadas ha afeado a Torra haber escrito que “España necesita un psiquiatra”. Iceta ha recuperado un artículo de Torra en el que el futuro president comparaba al PSC con especies de animales en extinción y concluía: “Los cruces del PSC con la raza del socialismo español han ido aumentando hasta llegar a mutar el propio ADN de los autóctonos”.

Tanto Iceta como el líder de los 'comuns', Xavier Domènech, han insistido en preguntar a Torra qué piensa de los catalanes que se sienten españoles para mostrar así sus dudas sobre que la presidencia de Torra pueda dirigirse a toda la ciudadanía. “¿Cree que los catalanes que se sienten españoles son el enemigo? ¿Para usted merece la condición política de catalán quien solo hable catalán?” ha abundado Iceta, para advertir después al candidato: “Cualquier esencialismo es una amputación de nuestro pueblo”. “¿Qué opina de la mayoría de catalanes que con distintas intensidades se sienten también españoles?”, ha requerido Domènech.

En su réplica, Torra ha incluido a los 7,5 millones y medio de catalanes dentro de la “condición política de catalanes”. “Sí, es catalán todo aquel que vive y trabaja en Catalunya. Sí, somos un solo pueblo”, ha añadido Torra, que se ha declarado “heredero de un catalanismo transversal”, reivindicando tanto a Lluís Companys como a Francesc Cambó. Y como ya hiciera el sábado, Torra se ha mostrado “encantado” de reunirse este mismo martes en La Moncloa con Mariano Rajoy.

El candidato, en su discurso inicial, se había disculpado por tercera vez desde que fue designado candidato el pasado jueves. “Si he utilizado alguna palabra inconveniente, me arrepiento y no volverá a ocurrir”, ha dicho, en una alocución en la que ha defendido una “república de todos y derechos para todo el mundo” para frenar las críticas a su nacionalismo excluyente.

También ERC ha intentado, sin éxito, desvincular los artículos pasados de Torra con su futura presidencia. El president del grupo parlamentario republicano, Sergi Sabrià, al igual que Torra, ha vinculado la independencia de Catalunya con la cohesión social. Ha afirmado que la diversidad catalana “nos hace más fuertes para emprender el camino de la libertad”, y ha remarcado que la “lucha social es inseparable de la lucha por la libertad”.

Dudas sobre una nueva etapa

En el plano institucional, Iceta ha emplazado al candidato a “no volver a provocar el 155”, y ha dudado de que Torra cambie el rumbo de la legislatura anterior. En la misma línea, el jefe del PP catalán, Xavier García Albiol, ha dicho a Torra que “está en su mano” que no se vuelva a aplicar el 155. “No parece que vayamos a una nueva etapa. Habrá gesticulación y algún gesto de desobediencia a ser posible sin consecuencias”, ha pronosticado Iceta.

Domènech ha aprovechado el perfil conservador del candidato para preguntarle si revertirá los recortes sociales y llevará a cabo una reforma fiscal progresiva. “Como progresistas estaremos siempre al lado del progresismo”, ha contestado Torra.

Por su lado, Arrimadas ha ofrecido al resto de grupos de la oposición “buscar consensos” en política social y ha asegurado que le “encantaría” poder negociar con el futuro Govern, aunque lo ha considerado “muy difícil por lo que piensa de nosotros el candidato”, en referencia a los artículos de Torra en contra de los españoles. Sólo el PP ha respondido a Arrimadas, aunque para constatar la disputa entre ambos partidos. “Por fin hace de jefa de la oposición”, ha celebrado, irónico, Albiol.