Los presupuestos de la Generalitat para el año 2017 han quedado este miércoles aprobados por 64 votos a favor, todos los de Junts pel Sí más dos de la CUP, y 63 en contra, de los grupos de la oposición. Las cuentas han salido adelante después de meses de trámite parlamentario y una tortuosa negociación entre los dos grupos independentistas.
La polémica este miércoles, en cambio, se ha centrado en la disposición adicional trigésimo primera, la que prevé dotar de partida presupuestaria a la convocatoria del referéndum de autodeterminación. El Consell de Garanties Estatutàries ya advirtió en su dictamen que esta partida, de 5,8 millones, podía mantenerse siempre que no fuera para convocar un referéndum para el cual ni la Constitución ni el Estatut dota de competencias a la Generalitat.
Con este espíritu, los letrados y el secretario general del Parlament han elevado una nota informativa al pleno, con la que advertían que tanto la votación del redactado original de la 31ª como la votación de la enmienda de la CUP a ese artículo, supondría ignorar la suspensión del Constitucional y podría acarrear consecuencias penales para los miembros de la mesa.
Partida para el referéndum
Con la lectura de la nota de advertencia, los grupos de la oposición se han revuelto y han intentado paralizar la votación, reclamado la convocatoria de una junta de portavoces y de un informe de los letrados de la Cámara. Sin embargo, la Presidenta ha decidido continuar con el trámite parlamentario y llamar a votación. La advertencia de poder estar incurrir en la desobediencia, sin embargo, no ha sido suficiente para paralizar la votación y consecuente aprobación del proyecto de presupuestos para 2017, que finalmente ha salido adelante con el artículo que prevé el referéndum incluido.
Tanto JxSí como Catalunya Sí que es Pot han introducido enmiendas a este artículo para intentar pasarlo por el tamiz constitucional de acuerdo al criterio del Consell de Garanties Estatutaries. Si en el primer redactado la convocatoria del referéndum no se respaldaba en ningún mandato parlamentario concreto, en las enmiendas introducidas por JxSí y CSQEP la convocatoria se sostiene sobre la resolución que reclamaba un referéndum pactado, aprobada con los votos de JxSí y Catalunya sí que es Pot en octubre pasado y no suspendida por el Constitucional.
Finalmente JxSí ha retirado su enmienda y ha votado la de CSQEP, pero también la de la CUP, que iba en la línea de la unilateralidad. En consecuencia, este miércoles se ha aprobado provisionar una partida para el referéndum en el caso de que éste se acuerde con el Gobierno español y, también, otra que prevé la partida para el referéndum sin contemplar que se acuerde. Serán los servicios jurídicos de la Cámara los que resuelvan una previsible colisión entre ambos textos. C's, PSC y PP no han participado en la votación de ninguna de las dos enmiendas para evitar posibles consecuencias penales.
Más gasto sin revertir todos los recortes
Las cuentas que este miércoles han salido adelante con los votos de JxSí y la CUP contemplan importantes aumentos de gasto en las partidas sociales, pero no suficientes para revertir los sucesivos recortes presupuestarios llevados a cabo desde 2011. En grandes números, el proyecto aprobado aumenta el 6,3% el gasto de los departamentos respecto a 2015, año del último presupuesto aprobado, pero el gasto social todavía queda en torno al 10% por debajo del año en el que más se gastó, 2010.
La principal explicación de esta no reversión del grueso de los recortes se encuentra en la negativa de JxSí a hacer modificaciones importantes en fiscalidad. El aumento en el gasto, por tanto, se sostiene principalmente sobre la mejora de los anticipos que la financiación autonómica brindarán a la Generalitat este año. Con esta mejora de las perspectivas, los presupuestos de JxSí aumentan un 4,8% las partidas para Salud y un 7,6% las de Enseñanza.