Los partidos independentistas han cerrado la primera reunión preparatoria de la negociación entre la Generalitat y el Gobierno central haciendo patente sus discrepancias sobre el enfoque con el que el Govern debe abordarla. Aunque con diferencias, tanto JxCat como ERC, partidos que comparten el Ejecutivo, han avalado la mesa de diálogo y han coincidido en que debe servir para llevar la reivindicación de la autodeterminación y para la amnistía de los presos. La CUP sin embargo ha optado por desmarcarse de entrada de la misma.
Las diferencias entre los socios del Govern tienen que ver con las expectativas que cada una tiene sobre la negociación, que ha sido impulsada gracias al acuerdo para la investidura alcanzado entre ERC y el PSOE. Mientras que ERC ha venido considerando que esta mesa es una “oportunidad” para mover al Gobierno central, desde JxCat rebajan el entusiasmo y aseguran que son “muy prudentes” acerca de los posibles resultados de esta vía. Los anticapitalistas por su parte se muestran “profundamente escépticos” sobre la negociación.
La reunión se ha celebrado este miércoles en el Palau de la Generalitat, con la presencia del president de la Generalitat, Quim Torra, el vicepresident, Pere Aragonès y la consellera de la Presidència, Meritxell Budó, además de representantes de JxCat, ERC, la CUP, Òmnium Cultural, la ANC y del Consell de la República, que ha estado representado por el eurodiputado Toni Comín que ha intervenido mediante videoconferencia.
El objetivo del encuentro era consensuar una posición única que el Gobierno pudiera defender, algo que este martes no se ha conseguido. La consellera de la Presidència ha destacado que ha habido un consenso sobre la autodeterminación, la amnistía y el reconocimiento de Quim Torra como interlocutor válido, y también ha asegurado que el Govern tiene previsto continuar reuniendo este espacio de diálogo exclusivo de independentistas para continuar definiendo su posición en la negociación con el Estado.
Los republicanos, tal como ha explicado la portavoz Marta Vilalta, ponen el acento en la necesidad de que el independentismo acuda unido y con una agenda única a la mesa con el Gobierno que, de cumplirse lo pactado con el PSOE, debería iniciarse en la próxima semana. Esta unidad, según ERC, debe servir para fortalecer la propuesta del Govern sobre la autodeterminación y el “fin de la represión”.
Además de esto, según ha indicado Vilalta, la negociación bilateral debe acompañarse desde el independentismo con “la movilización y el fortalecimiento de las instituciones catalanas”. La de ERC sin embargo ha reconocido que, aunque la independencia es un objetivo compartido por todos los agentes reunidos este miércoles, han encontrado dificultades para alcanzar un acuerdo sobre “los pasos” que deben darse ahora.
Por parte de JxCat, las principales objeciones tienen que ver con el reconocimiento de los interlocutores. Según ha explicado Elsa Artadi, su espacio político valora que se haya “avanzado en el reconocimiento de Quim Torra”, pero ha reclamado que también se incluya en este reconocimiento por parte de la Moncloa a “la prisión y el exilio”, es decir, a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras y el resto de políticos.
En la misma línea, Artadi ha explicado que en opinión de su formación la primera reunión entre los gobiernos debe servir para “establecer garantías” que “certifiquen que lo que se hable se cumplirá”. “Tenemos demasiadas experiencias de incumplimientos del Estado”, ha asegurado la portavoz, que ha retomado la idea de incorporar un relator neutral entre las partes para arbitrar las conversaciones.
Finalmente la CUP ha lanzado este miércoles una enmienda a la totalidad de la negociación entre la Generalitat y el Gobierno, lo que prácticamente la deja al margen de las conversaciones que allá se puedan establecer. “Esto no será un marco de resolución democrática del conflicto político, esto es una negociación entre dos gobiernos fruto de un pacto entre partidos por una investidura”, ha resaltado el diputado de la formación Carles Riera.
Por esta razón la formación anticapitalista que se ha mostrado “profundamente escéptico” sobre los frutos que pueda dar la mesa entre los ejecutivos catalán y español. “La resolución democrática del conflicto llegará cuando seamos capaces de forzar el Estado a entrar en una mesa de negociación que aborde la autodeterminación y el fin de la represión”, ha remachado Riera.