Pedir créditos a los bancos para sufragar las campañas electorales es una práctica a la que cada vez recurren menos partidos. En las elecciones catalanas del próximo 21 de diciembre, solo un partido pagará su campaña gracias a un préstamo bancario, el PSC. Los otros 5 que obtendrán representación tirarán de fondos propios o de formas alternativas de financiación para sufragar los gastos, que en global ascenderán a 10,1 millones de euros.
Aunque el PSC es el único partido que con toda seguridad recurrirá a las entidades bancarias, no es el único que ha optado por esta vía. ERC también ha pedido un crédito, aunque la entidad no se lo ha concedido por el momento, según explican fuentes del partido. Los republicanos aseguran que disponen de fondos propios para sufragar los 1,8 millones de euros que tienen presupuestados, aunque no descartan recurrir al préstamo si finalmente se lo aceptan. PSC y ERC han preferido no desvelar la entidad a la que se lo reclamaron.
Para la campaña que ha comenzado este lunes los partidos han presupuestado casi 800.000 euros menos de lo que finalmente gastaron en la campaña de 2015. En total han previsto una inversión de 10,1 millones, siendo Ciutadans quien tendrá la campaña más cara, con un gasto de 2,1 millones. La CUP, la más modesta, se conformará con 433.526 euros.
Los partidos acostumbran a gastar en campaña algo más de lo que presupuestado. Por esta razón es poco probable que la del 21D acabe siendo más barata que la del 2015. Quienes más reducen su presupuesto respecto al gasto ejecutado son Junts per Catalunya y ERC, que este año gastaran entre ambos 3,2 millones, mientras que el 27-S tiraron la casa por la ventana con un presupuesto ejecutado de 3,7 millones. ERC, además, ha previsto ahora unos 400.000 euros más que la lista de Puigdemont.
Para Ciutadans estas son las elecciones en las que merece la pena echar el resto. Por eso ha aumentado su presupuesto en cerca de medio millón, convirtiéndose en la formación que más gastará. También el PSC y CatComú podrían acabar gastando más que en 2015, pese a haber presupuestado ahora menos de lo que acabaron liquidando entonces, por esa tendencia de los partidos a superar sus propias previsiones de gasto.
La CUP, por su parte ha decidido presupuestar unos 20.000 euros más que lo ejecutado en 2015. En su caso, gastarán cerca de la mitad de su presupuesto en el llamado mailing, el envío de papeletas y propaganda electoral a los domicilios.
Las partidas del mailing son tradicionalmente las más cuantiosas de los presupuestos electorales. Para el 21D los partidos se gastarán en total 4 millones solo en este capítulo. Los más desprendidos, el PSC y los comuns, que se dejarán cerca de la mitad de su presupuesto en hacer llegar su papeleta a cada casa.
Respecto a la procedencia de los fondos, Ciutadans, Junts per Catalunya, Catalunya en Comú, CUP y PP han negado a preguntas de este diario que hayan suscrito ningún crédito con entidades bancarias para sufragar los gastos de campaña. Según figura en el informe de la Sindicatura de Cuentas, en las elecciones de 2015 todos los partidos a excepción de Catalunya Sí que es Pot y la CUP obtuvieron financiación bancaria.
En esta ocasión en cambio, todos a excepción del PSC tirarán de recursos propios, bien existentes o que les entren como donaciones durante la campaña. Las formaciones esperan poder recuperar los fondos que adelantan en forma de subvenciones electorales, una vez comenzada la legislatura. Una parte de esta subvención puede cobrarse antes de las elecciones como adelanto, sin superar el 30% de la subvención percibida por el mismo partido en las últimas elecciones.
Además de sus propios fondos, JxCat y los comuns utilizarán métodos alternativos de financiación. En el caso de la lista de Puigdemont, un 'crowdfundig' que lanzaron desde su web mediante el que al comienzo de la campaña habían conseguido 52.000 euros. CatComú, por su parte, ha lanzado una campaña de microcréditos con la que ha obtenido 126.000 euros.